Todo los días un poco mejor

Bastará con decir que en 40 minutos de juego de un amistoso internacional, con más de 10 jugadores que superan los 2.00 mts, no hubo una sola volcada (mate dicen los españoles). Nadie le regaló nada al otro.

También es cierto que el físico de los intérpretes jugó su papel fundamental, y a medida que las piernas flaqueaban, la intensidad, precisión y movimientos disminuía.

Será por eso, entonces, que por tercera vez consecutiva España remontó una diferencia superior a los 20 puntos y puso en jake la victoria local.

El comienzo fue lo mejor de la Argentina en el partido. Su producción fue de mayor a menor pero los primeros 5 minutos mostraron igualdad absoluta. Asier García y Germán Gabriel por España, lastimaban la defensa mientras que Oberto sostenía a la Argentina.

Hasta que el ingreso del “Puma” Montecchia le cambió la cara al equipo. Fueron los minutos de mayor vértigo para los nuestros. Recuperos en la primera línea defensiva para correr el contraataque y dos triples por arriba de la marca como bandera de la resurrección nacional.

Montecchia abrió el camino de la victoria con 10 puntos seguidos en 5 minutos, aprovechando además, la flaqueza de Javi Rodríguez que perdió 5 balones en el parcial (9 en total). La diferencia fue de 32-18.

Luego el tobogán de la producción Argentina fue paulatino, pero sostenido. Dos triples del “Manu” Ginóbili y un poco de Scola encendieron al público, pero el desgaste la selección lo hizo en defensa. Sin poder el contraataque no tuvo tanto gol, y ganó el segundo cuarto 26-22, aprovechando el 11/17 en libres del rival. ¿España? Nada en especial, tuvo gol en 9 jugadores, pero ninguno desequilibró.

La segunda mitad fue más de lo mismo que se vio en Córdoba y Rosario. La ventaja que llegó a ser de 22 puntos (69-47 a falta de 4:10) se fue descontando lentamente.

El técnico Magnano apostó a un equipo bajo (Montecchia, Palladino, Nocioni, Gutiérrez) contra las torres españolas plantadas en zona. Con 2/6 en triples no se pudo entrar y el segmento terminó igualado en 21.

El tramo final fue lo peor de la Argentina. Volvió Ginóbili, que descansó todo el tercer cuarto (se lo vio visiblemente agotado) y jugó su primer uno contra uno a falta de 3 minutos para que termine el partido. ¿Habrá sido una orden táctica?. Lo cierto es que el “Manu” (casi sin arriesgar) se dedicó a pasarla y tirar de tres.

España en zona 2-3, se acercó en el marcador, usufructuando el 2/9 desde el perímetro de la Argentina. Sin piernas, los muchachos de Magnano no atacaron la zona de manera convencional, con cortes, rompimiento y descargas, y sobre todo mucho movimiento, sino que fue puro pase y tiro de tres.

Con el balón en mano, la visita corrió de contra y llegó a situarse a 6 (81-75). Pero para e final apareció la magia de “Pepe” Sánchez para conducir y Ginóbili para convertir y San se acabó. Otra vez la diferencia fue de 15 (93-78 a falta de 3.00)

De allí al final solo quedó tiempo para que Alfonso Alzamora se proclamara goleador (19 pts) y el público se vaya lentamente. Como quedándose con ganas de ver una volcada que nunca llegó.

Argentina (97): Sánchez 6, Ginóbili 15, Nocioni 14, Scola 17 y Oberto 8 (x) (FI); Wolkowyski 1 (x) Montecchia 12, Victoriano 0, Gutiérrez 8, Palladino 3, Kammerichs 2, Fernández 9.

España B (84): Javier Rodríguez 10, Montañés 3, Roberto Guerra 6, Asier García 11, y Alfonso Alzamora 19 (FI). Germán Gabriel 15, Andrés Miso 4, Jordi Trías 1, Alberto Oliver 12, Francisco Vázquez 0, Eduardo Hernández 4, Sergio Pérez 1

Arbitros: Pablo Estevez y Miguel Pérez.
Estadio: Polideportivo Panamericano “Islas Malvinas”
Público: 6.500 espectadores.

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