Nash con muchos golpes, Nájera se lastimó un hombro y además se peleó, mientras que Nowitzki se torció el tobillo. Mark Cuban no gana para sustos y está preocupado por sus jugadores estrellas. Ortiz no colgará las botas.
Mark Cuban, dueño del equipo Dallas Mavericks, se debe estar halando los pelos al ver las palizas que están recibiendo en el Preolímpico dos de sus mejores jugadores. El canadiense Steve Nash, armador titular del club, recibió un codazo en la cabeza y un fuerte golpe en el estómago en el partido contra Uruguay, que le limitó los minutos en los encuetros posteriores.
El primer reservista de Dallas, el mexicano Eduardo Nájera, se lastimó un hombro y un muslo durante la pelea que tuvo con el canadiense Guarasci en el choque ante Canadá. Para colmo, el domingo Cuban recibió la mala noticia de que su astro, el alemán Dirk Nowitzki, también había sufrido una torcedura de tobillo izquierdo durante un partido de exhibición entre las selecciones nacionales de Alemania y Francia.
Los tres jugadores representan casi 140 millones de dólares en contratos para el dueño de los Mavericks, de ahí su preocupación.
“Piculín” aleja el retiro
Después de anunciar en el Mundial de Indianápolis-2002 que se retiraría de las canchas, el estelar centro puertorriqueño José “Piculín” Ortiz le dio marcha atrás a su decisión y ahora dice que “me gustaría jugar hasta los 45 años, como lo hizo el brasileño Oscar Schmidt”.
Piculín, uno de los mejores jugadores boricuas de todos los tiempos, lleva 23 años representando a su país en eventos internacionales y confiesa que aún le queda cuerda para rato. “No quiero cometer el mismo error de 1999, cuando anuncié mi retiro.
Me gustaría jugar los Juegos Olímpicos del 2004”, dijo Ortiz, de 39 años, quien no cierra las puertas a una probable participación en el Mundial del 2006.
Collison no se preocupa
Nick Collison, el único jugador amateur que integra el poderoso Dream Team de Estados Unidos, toma con calma los abucheos que recibe de la hinchada boricua cada vez que anuncian su nombre en la presentación del equipo.
Mientras los demás astros de la NBA son bendecidos con aplausos y gritos de admiración, el joven de 19 años es recibido con el típico “boo” que se la da a los villanos.
“Es lógico, yo soy el novato y no me conocen. Por suerte mis compañeros son fantásticos y el señor (Larry) Brown me esta dando más minutos de lo esperado”, confesó el gigantón que este año debutará en la Liga con la franquicia de los Seattle Supersonics.
“Ser parte de este equipo en el Preolímpico es una experiencia que me ayudará a entrar en la NBA con menos presión”, confesó Collison.
Nájera no se arrepiente
El mexicano Eduardo Nájera, sancionado con un juego por trenzarse en una pelea con el canadiense Peter Guarasci, no mostró ningún arrepentimiento por su acción al ser cuestionado por la prensa sobre el tema.
“Es rídiculo. El (Guarasci) me golpeó por la espalda, me dió realmente duro, algo que no esperaba”, se defendió el astro mexicano, quien dijo estar bien de los golpes que recibió en el hombro y el muslo durante el encontronazo.
“El episodio ya quedó atrás, ahora lo que tengo que hacer es pensar en el torneo y en cuidarme para la temporada de la NBA. La última cosa que quisiera es salir lastimado”, manifestó Nájera, quien cumplió el lunes el partido de suspensión que le impusieron.
El azteca presenció la victoria de México sobre República Dominicana con la hija de ocho meses de su compañero Horacio Llamas en sus brazos, levantándola en alto cada vez que su padre hacía una buena jugada.