Lobo suelto, Quilmes atado

Cuando un equipo no tiene nada que perder, todo se hace más fácil. El tiro que habitualmente nadie toma en condiciones normales, ahora lo toman todos y con confianza cuando no hay presión de ganar por tener más chapa de candidato.

Y el lobo entró de punto y se fue de banca. Ahora estará más obligado a ganar ante su gente y sobre todo porque la victoria de anoche la alcanzó sin dos jugadores titulares: Leandro Lauro y Gustavo Oroná.

Mariano Ceruti fue el gran responsable de la victoria, no sólo por los 29 puntos, más bien por los momentos en que metió los puntos, siempre que las ofensivas de los platenses se ahogaban, apareció el “Bebo” para calmar las aguas.

Como siempre pasa cuando un equipo no supera los 80 puntos, como le sucedió a Quilmes, surge la pregunta ¿fue buena la defensa o una mala noche ofensiva?. La respuesta de anoche es compartida. Quilmes tiene mucho de culpa, pero no por errores de una mala noche, de mala puntería. Más bien, fueron errores conceptuales.

Salían cuando debían entrar, tiraban de afuera cuando debían jugar interno, forzaban situaciones de uno contra uno. Fue el peor partido ofensivo de Quilmes de la era Pepiche. Y lo pago caro.

Porque ante equipos TNA como Estudiantes de Bahía o El Nacional, con un poco de resoluciones individuales alcanzaron para ganar. Pero ante Gimnasia y dos pivotes determinantes como Savoy y Benítez, equivocarse era un contraataque seguro.

El técnico cervecero, Alejandro Pepiche, en busca del orden ofensivo que nunca tuvo lo dejó a Gustavo Fernández 35 minutos en cancha. No hubo oportunidad para “Junior” Cequeira, ya que el coach estimó que el base titular debe darle el juego deseado al equipo y no quiso provocar un “revulsivo”.

En el relato cronológico del partido, bastará con decir que el partido fue siempre en manos de Gimnasia por la efectividad en tiros de tres (6/12 en el primer tiempo) y el fracaso ofensivo Quilmeño que metió el primer doble del partido a los 7 minutos de juego y terminó 13/33 de cancha en los primeros veinte.

En el tercer cuarto Quilmes se acercó cuando Patrick Savoy se sentó por cuatro faltas y cuando tiró presión toda la cancha, Quilmes llegó a los 70-62 y el extranjero visitante volvió a la cancha en el último cuarto. Aunque no metió mucho (6 puntos) fue clave en el cierre para clausurar su aro y rebotear en los dos tableros.

El local equivocó los caminos, tiraba triples de 7 metros sin segundas instancias cuando Savoy y Benítez tenían 4 faltas cada uno. El rebote fue propiedad de la visita y a pesar de estar guiado por un discontinúo Cadilllac, lució mucho más ordenado para cerrar el partido. Entre el propio Cadillac, Benítez y Ceruti, el lobo se sentenció el juego y se llevó la mitad del pasaje a Córdoba.

Síntesis

Quilmes 78: Gustavo Fernández 7 (x), Milton Bell 20, Diego Prego 20 (x), Evric Gray (8)(x) y Claudio Chiappero (4) (FI) Martín Vaquero 7, Julián Espeche 2, Juan Pablo Sánchez 10 y Luis Cequeira 0. DT Alejandro Pepiche.

Gimnasia 83: Cristian Cadillac 8, Mariano Ceruti 29, Gabriel Moravansky 10, Roberto López 6 y Patrick Savoy 6 (FI), Bruno Oprandi 0, Jorge Benítez 13, Juan Manuel Rivero 11. DT: Gonzalo García.

Parciales: 19-21, 37-42, 63-60
Árbitros: Sampietro (mal) - Smith (regular)
Estadio: Once Unidos.

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