La cuarta visita de Kobe Bryant al juzgado para escuchar los testimonios de preparación del juicio por violación que hay en su contra no generó ningún avance y todo quedó aplazado hasta el próximo mes
El juez de distrito Terry Ruckriegle a cargo del juicio pospuso la presentación de declaraciones en una audiencia crucial, y permitió que los testigos y el acusado regresaran a sus casas, en una sesión que se prolongó durante todo el viernes.
Después de postergar la presentación de los testimonios, el juez se reunió en privado con los abogados, quienes discuten si el historial médico de la mujer que acusa a Bryant debe ser admitido como evidencia.
Los abogados de ambas partes salieron de la sala de tribunales sin emitir comentarios, tras la conclusión de la sesión a puerta cerrada, la noche del viernes.
Bryant regresó después a Los Angeles para llegar al Staples Center y ser en la segunda parte el jugador decisivo que anotó 13 puntos, incluidos los dos del triunfo que lograron Los Angeles Lakers por 101-99 frente a los Nuggets de Denver.
El resultado del asunto sobre los antecedentes médicos, planteado ante Ruckriegle, podría ser sumamente importante en el juicio: La defensa espera argumentar que la acusadora tenía problemas mentales, que probablemente alteraron su percepción de lo ocurrido con Bryant el pasado 30 de junio cuando se dio la posible violación en una habitación de un hotel en Colorado.
Bryant, de 25 años, ha reconocido que tuvo relaciones sexuales íntimas con la joven de 19 años que trabajaba en la recepción del hotel, pero dijo que había sido de mutuo acuerdo.
Ruckriegle pidió que los abogados de ambas partes presenten el próximo 9 de enero, en una serie de documentos, si los antecedentes médicos deben ser admitidos.
El asunto sería discutido de nuevo durante una audiencia prevista para el próximo 23 de enero.
“Quiero la oportunidad de reflexionar sobre esto”, destacó el juez.
Los abogados de la mujer y la fiscalía sostienen que su historial médico no debe ser publicado e instaron al juez a que ordenara que todos los argumentos sobre el asunto fueran emitidos en privado, y Ruckriegle accedió.
Mientras, el fiscal Mark Hurlbert, que lleva la acusación en contra de Bryant, tuvo que admitir que alguien en su oficina encargó camisetas en las que se hace mofa del baloncestista, incluida una en la que se puede leer la inscripción: “No soy un violador, solo engaño a mi mujer”.
Hurlbert también admitió que él y su compañero en la fiscalía, Greg Crittenden, recibieron dos de dichas camisetas de “una persona sin identificar”.
El fiscal dijo que inmediatamente tiró a la basura la camiseta y que Crittenden lo hizo después, ninguno de los dos llegó nunca a vestirlas.
Hurlbert declaró que “personal administrativo” de su oficina encargó las camisetas sin su conocimiento y autorización -algo que él desconocía en octubre, cuando su oficina negó categóricamente haber encargado las “famosas” camisetas- y que ya se habían tomado una serie de medidas, que no especificó, en contra de los responsables.
El asunto salió a la palestra durante una audiencia previa para determinar, entre otras cosas, qué evidencia será admitida durante el juicio.
La abogada de la defensa Pamela Mackey calificó las camisetas de “racismo” , insulto, falta de respeto y solicitó una investigación a fondo sobre el tema.
Mientras que el juez Ruckriegle pidió a los fiscales que aporten detalles a la defensa en la próxima audiencia a celebrarse el 5 de enero, incluidos los nombres de los responsables.
La semana pasada los abogados de la defensa de Bryant pidieron al juez que averiguase si personal de la oficina del “sheriff” o empleados de la fiscalía del condado de Eagle habían encargado las camisetas, acusando de parcialidad a los departamentos involucrados en la investigación del caso.
Mackey volvió a mencionar el tema de la parcialidad durante la audiencia del viernes, pero no se extendió demasiado en el asunto.
Empleados de la oficina del “sheriff” del Condado Eagle, declararon que una compañía llamada “hangmantees.com” hizo llegar a dicha oficina dos camisetas de color negro con las inscripciones referentes a Bryant, el pasado 9 de octubre, primer día de las audiencias preliminares.
Una de ellas tenía en la espalda el número ocho -número que viste Bryant con los Lakers- y en la parte frontal decía: “No soy un violador, solo engaño a mi mujer”.
La otra hacía una lista de los gastos del viaje de Bryant al Condado Eagle en junio y al final de la cuenta decía “No traer a tu esposa a Colorado: No tiene precio”, en referencia a un popular anuncio publicitario de una compañía de tarjetas de crédito.
Mackey calificó las camisetas como de racistas y dijo recordarle los linchamientos del Ku-Klux-Klan; infame movimiento xenófobo dentro de los EEUU.
Hurlbert dijo no estar de acuerdo con los alegatos de la abogada, “las camisetas pueden ser poco oportunas y de mal gusto, pero no son racistas en absoluto”. Para calificar las camisetas como “un tema alrededor del juicio que lo único que han hecho es desviar la atención del asunto principal que se va a juzgar, que es un ataque sexual”.
Fuente: Daniel Zamora (EFE) . Eagle (EEUU).
»milrayita221/12/2003 00:00
che me parece q este bryant se volteo a la mina y listo q acaso lo van a encubrir por ser jugador, asi espero q no termine y q se castigue a bryant por su acto, aparte la mujer de bryant sigue con el, es una locura !!!!!!!!!!!!!!!!