Aprendió la lección

En menos de una semana Boca se presentó a recursar la materia y se sacó un diez. El jueves pasado ante Atenas, en el Carlos Ceruti, perdió después de ir ganando por 17 puntos.

En aquella oportunidad no supo aguantar los embates de los griegos, se apresuró en ataque con malas decisiones y se volvió a Capital Federal con una derrota impensada.

Pero cinco días más tarde demostró que aprendió de aquel error y esta vez no perdonó a Atenas. Lo gozó para empatar la serie 1-1 y jugarse el pasaporte a la final esta noche, a las 22 horas, en La Bombonerita que ayer estuvo a full.

Boca salió con los dientes apretados a cobrarse venganza. Le cerró todos los caminos a Facundo Sucatzky y éste no pudo hacer llegar la bola a Diego Osella. Cuando el balón se filtró a la pintura los pivots griegos se las tuvieron que ingeniar para lanzar ante una doble y triple marca.

El resultado para Osella, Alexander y Reinick fue negativo debido a que el trío forzó lanzamientos. Diego cerró la noche con 10 puntos (3/12 en dobles), el colorado sumó 3 (1/3 en dobles); mientras que Alexander apenas anotó un punto (0/2 en dobles y 0/2 en triples). Un resultado flojo para un trío que venía aportando muchas alegrías al equipo cordobés.

Además Josh Pittman (8 puntos con 3/7 en tiros de campo) no entró nunca en juego y para peor las pérdidas (17) y los triples (1/16) fueron un verdadero dolor de cabeza para los griegos.

Con la firmeza de su defensa Boca fue a buscar el empate con un verdadero espectáculo en el ataque.

Paolo Quinteros volvió loco a los defensores con sus penetraciones y cuando no pudo entrar a la pintura castigó de media distancia. Lo mismo hizo Sebastián Rodríguez que además de anotar (13) asistió a sus compañeros (4 pases gol).

De todas formas, y como se esperaba, Sergio Hernández movió el banco y cada uno que entró le aportó buenos resultados al equipo. Matías Sandes fue un relojito, Alejandro Burgos se comió a Osella; mientras que Fernando Malara entró en el tercer período y se sumó a la goleada. A un equipo que le gusta correr, se vio en su juego al sumar 21 puntos de contragolpe contra 4 de su rival. Una verdadera paliza.

Boca sacó claras ventajas desde el inicio potenciado por la buena noche de Quinteros y la poca efectividad de Atenas (4/17 en tiros de campo al primer cuarto y 5 pérdidas). Al escolta se le sumó una buena tarea de Dwigth McCray y al concluir los primeros diez ya ganaba por 14 (29-15).

El segundo cuarto fue un calco del primero. Rodríguez tomó la posta goleadora mientras que Burgos y Guaita colaboraron en la pintura.

Atenas hizo poco por cambiar la historia. Cerrado el aro para Osella (1/9 al primer tiempo) Sucatzky tomó la responsabilidad del goleo. Pero el base no pudo solo y cayó en el desconcierto del equipo (8/35 en tiros de campo al primer tiempo). Boca, tranquilo, sacó la máxima de 22 al concluir el primer tiempo con un doble de Quinteros sobre la chicharra.

El griego intentó reaccionar pero nada pudo hacer ante un trabajo brillante de los xeneizes. Por ello a mitad del tercer cuarto Mario Milanesio sacó a Sucatzky y entregó el partido sin importarle la diferencia final.

Boca fue por más y se abusó de Atenas. Armó su propia fiesta ante su público y le propinó la peor caída en la historia a los griegos al superarlo por un margen de 44 puntos.

Síntesis

Boca Juniors (93): Sebastián Rodríguez 13, Paolo Quinteros 16, Byron Wilson 9, Dwigth McCray 10, Martín Leiva 2 (FI), Alejandro Burgos 6, Juan Sartorelli 5, Matías Sandes 13, Diego Guaita 10, Fernando Malara 9, Matías Fioretti 0. Entrenador: Sergio Hernández.

Atenas (49): Facundo Sucatzky 8, Oscar Funes 7, Josh Pittman 8, Quincy Alexander 1, Diego Osella 10 (FI), Juan Pablo Figueroa 5, Alejandro Reinick 3, Héctor Campana 1, Guillermo Lábaque 4, Luis Villar 0, Pablo Moya 2, Marcos Figueroa 0. Entrenador: Mario Milanesio.

Parciales: 29-16, 48-26 y 68-43.
Jueces: Alejandro Chiti y Roberto Settembrini.
Estadio: La Bombonerita.
Serie: 1-1.

Juan Manuel Rodríguez
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