Campana dignifica

Para la política, será un tipo novel, sin experiencia. Uno del montón. Seguramente recibirá críticas y tal vez no logre destacarse. Pero lo cierto es que a Héctor Campana anoche un selecto auditorio cordobés lo aplaudió a rabiar mientras daba su mejor discurso en el ámbito que conoce por naturaleza: el campo de juego.

Lo del “Pichi” fue sencillamente conmovedor. Si no, ¿cómo puede entenderse que un veterano de 39 años, con todo lo que ello significa para el físico por la acumulación de partidos, se destacó por sobre el resto al momento de sacar las papas del fuego? Porque es verdad que Alexander (16) y Pittman (33) cocinaron el huevito, pero Campana se lo comió él solo. Entiéndase en la analogía, se comió a Uberlandia.

Tres rebotes peleando con los grandotes. Dos de ellos consecutivamente en ataque y asistencia a Funes para un doble a poco del cierre. Además, el tablero en defensa para quedarse con el gong de la campana (¿será el nocaut para los brasileros?). Esa entrega mostró por qué es quien es en este ambiente.

Después, la otra veta, la de siempre. La del goleador temible y certero. El “killer” metió los últimos seis puntos de su equipo, todos desde la línea de libres. ¿Que le tembló la mano? ¿A quién? Los años no vienen solos. Casi ni transpiró. Y eso que hizo 17 puntos. Dicen que lo que importa no es la cantidad sino la calidad. Comprobado cien por cien.

“Uno está contento con todas las cosas que aporta. Este tipo de partidos hay que jugarlos con mucha garra. Tenés que jugar cada pelota como si fuera la última”. Es la filosofía traducida en declaraciones post partido de y por Campana para Atenas. Un mensaje para el duelo que se avecina y que podría dar a los griegos el tri sudamericano. Poner todo, que a los brasileños les duele más la actitud que el juego.

“Sabemos que nos queda un escalón, un partido y es muy difícil. Este equipo es muy bueno. Tenemos que saber controlar la ansiedad. Seguramente esta cancha va a estar mucho más llena que hoy. En la medida que podamos abstraernos de la gente, hacer nuestro juego, estar tranquilos en los momentos claves, sobre todo si va parejo o si vamos atrás, podremos enfrentar este tipo de partidos”, manifestó el goleador.

Atenas está muy cerquita. Desniveló la serie basado en tres patas: los dos extranjeros (uno, Pittman, lastimando de afuera; otro, Alexander, taladrando en la pintura) y Pichi. Cuando el pívot tuvo que salir por faltas en un momento en que el local se alejaba, el panorama se ennegreció de repente. Quedaban siete minutos y el tablero marcaba 75-68 para el argentino. Por si fuera poco, Osella estaba cargado de faltas. Antes, los de Mario Milanesio debieron remontar un caída parcial en el entretiempo sorpresiva, cosa que hicieron de hecho con un tercer cuarto notable.

De ahí en más, pasaron tres minutos pésimos. Intercambio de errores y un pequeño descuento del visitante (78-73). Atenas la zafó con el surgimiento de la primera pata (Pittman) y sus corridas hacia el aro. Así, pudo obtener un rédito de nueve (82-73) y preparar el terreno para la salida a escena del gran Campana.

Pichi hizo todo lo nombrado y más. Levantó al público y bajó la moral de Uberlandia todo. Helio Rubens, caliente como siempre (no sabe vivir el básquetbol de otra manera el excelente entrenador) no pudo revertir con sus tiempos muertos una sensación que se instaló de a poco en sus jugadores. “Acá y hoy, imposible ganar”.

A los triples de Rogerio y Valtinho, Atenas respondió con dos conversiones rápidas. A los cortes con falta, con un parcial de 10/10 en libres (4 de Pittman y los últimos 6 de Campana), demostrando una suficiencia notable.

Será un poco aventurado, tal vez. Estarán lo que se quieran tapar la boca. Los supersticiosos, los que tienen miedo. Los cautelosos también. Pero hay que decirlo. Atenas, el griego, el bicampeón de la Liga Sudamericana, lo tiene todo para gritar: ¡Campana presidente! Por voto unánime.

Síntesis

Atenas (97): Facundo Sucatzky 16, Fernando Funes 4, Josh Pittman 33, Quincy Alexander (x) 16, Diego Osella 10 (fi); Héctor Campana 17, Guillermo Lábaque 1, Alejandro Reinick 0 y Pablo Moya 0. DT: Mario Milanesio.
Uberlandia (90): Tony Lee Harris 10, Valtinho (x) 22, Rogerio 11, Brasilia 10, Janjao 6 (fi); Estevam 14, Helinho 11, Juliano 6 y Cambraia 0. DT: Helio Rubens.

Parciales: 25-24, 44-45 y 71-68.
Arbitros: Uslenghi (Uruguay) y Torres (Colombia).
Estadio: Polideportivo Carlos Cerutti.

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