Guaita quiere triunfar en el TAU

Ojeroso y con la voz cansina. Las secuelas del maratoniano viaje de casi 24 horas hicieron foco en el rostro de Diego Guaita, el primer jugador elegido por el Tau Cerámica tras el acuerdo firmado con Boca Juniors. El ala-pívot argentino, de 21 años, llegó ayer a Vitoria acompañado de Iñaki Iriarte. El técnico vitoriano será el encargado, hasta el 12 de julio, de pulir al jugador de 2,04 metros.

“Vengo a aprender y hacer todo lo que sé. Mis expectativas son grandes e intentaré hacer lo mejor posible. Voy a darlo todo porque estoy con muchas ganas”, fueron sus primeras palabras en tierra vitoriana.

Guaita desconoce aún cuál va a ser su futuro. En principio, el Fernando Buesa Arena no parece que sea el destino inmediato de su viaje. La intención del Tau pasa por cederlo a un equipo de la LEB para poder curtirse en los campeonatos españoles y dar, más adelante, el salto a la ACB. “El club no me ha dicho nada de lo que tiene pensado hacer conmigo. Estoy a la espera, pero con muchas ganas de trabajar”, reconoció.

La posibilidad de jugar cedido en algún equipo es algo que no lo preocupa. “Vengo a hacer lo mío. Luego, el club y mi representante decidirán dónde termino. Voy a hacer todo lo posible para ir a un lugar donde pueda jugar”.

Imitar a Scola y Nocioni

Pese a que todos los indicios apuntan a que deberá pasar una serie de años fogueándose en otros conjuntos (como en su día hicieron Scola, en el Gijón, y Nocioni, en el TDK Manresa), Guaita se ha marcado un reto a largo plazo. “Mi meta es triunfar en el TAU. Los argentinos que han venido acá han hecho un buen papel y trataré de imitarlos. Por lo menos, acercarme a lo que han hecho”.

El jugador, que está a la espera de lograr la nacionalidad italiana, se definió como un ala-pívot fuerte en defensa y con un muy buen tiro exterior. Entre sus defectos descubrió que “ahora soy muy explosivo, pero eso se puede arreglar con trabajo”. Tal y como reconoció, donde mejor se desenvuelve es en la pintura. “Toda mi vida he jugado en el interior, pero desde que llegué a Boca me encontraron otras virtudes y lo aprovecharon para sacarme fuera”.

Por último, afirmó que dejar Boca había sido duro y se acordó de Matías Sandes, el otro argentino que entrenó en Vitoria. “Tiene condiciones para jugar acá y en cualquier otro equipo”.

Fuente: El Correo Digital