Con mucha dificultad Argentina superó a Nueva Zelanda 98-94 y consiguió el pasaje a los cuartos de final. La selección superó una meritoria actuación del rival que marco paridad en el segundo tiempo.
Autor:Pablo Tosal (ptosal@pickandroll.com.ar)
Los Juegos Olímpicos no le dan respiros a nadie. No hay fecha Libre en ninguna jornada, y Argentina lo entendió. Se esforzó al máximo y sacó adelante un difícil partido ante Nueva Zelanda con un buen cierre de juego.
De todas maneras, la actuación Argentina fue con intermitencias, y claro está que la jerarquía de las individualidades invita a pensar que los neocelandeses están por debajo de nuestras aspiraciones. Pero si alguien duda de la potencia de los Tall Black que le pregunten a Serbia y Montenegro.
Desde el inicio Argentina mandó en el tanteador, pero nunca con una ventaja determinante. Aprovechó la mano caliente de un Chapu Nocioni que metió dos rápidos triples, pero jugó apenas 6 minutos y se sentó a descansar casi todo el primer tiempo.
Argentina sacó una rápida diferencia de 12-6 un parcial 10-2, Nueva Zelanda tomó el liderazgo del partido (16-14) para llevarse el primer cuarto por dos: 25-23.
La rotación desde el banco de suplentes ayudó al técnico argentino, Rubén Magnano, quien encontró en Gabriel Fernández, Walter Herrmann y como siempre en Luis Scola, el aporte necesario para dar vuelta la historia.
El parcial favoreció a los nuestros por 24-17, merced también al pobre porcentaje de los neocelandeses en triples. Pero Cameron, el fornido ala pivote rival, estaba apagado, pero guardó todo para la parición final.
El segundo tiempo fue muy parejo, donde ambos equipos alternaron, errores y aciertos. En los “Kivis” aparecieron Pero Cameron y Phillip Jones. El primero comenzó a lastimar con los aciertos de tres puntos (6//10en triples), mientras que Jones (4/8 en dobles y 4/6 en triples) dividió su faceta, desde adentro y desde afuera.
Argentina sobrevivió por que su ofensiva “vivió a todo gol” con el renacer de Emanuel Ginóbili (19 pts), y Luis Scola (25 pts). El triángulo Ginóbili – Oberto – Scola funcionó a pleno en el segmento final.
Oberto desde el poste bajo alimentó muy bien a Scola quien se hundió en el corazón de la defensa zonal rival, o bien cortaba la defensa desde el eje atacando con decisión el aro.
Lo más positivo del triunfo, amen de la clasificación para los cuartos de final, de cara al futuro es la tranquilidad con que la selección pudo solventar el final. Los Tall Black lograron una serie de triples preocupantes (14/30, 47% en total), pero Argentina no se durmió y cerró bien el juego.