Aunque Estados Unidos aprendió a no sobrar los partidos y jugarlos con intensidad, no pudo ante el campeón de Europa. Lituania lo derrotó por 94-90 y lo puso al borde del cuarto lugar. Puerto Rico superó a Australia
En Sydney ´00, Sarunas Jasikevicius rozó la gloria con un triple imposible que hizo temblar la hegemonía de Estados Unidos. Cuatro años después, Jasikevicius ha tomado una dulce revancha guíando a Lituania a la victoria ante los estadounidenses.
El genial base anotó 12 puntos en los últimos tres minutos para darle la vuelta al encuentro y llevar a los bálticos al triunfo por 94-90. Saras finalizó con 28 puntos, 7/12 en triples y 4 asistencias
Contra Lituania, un rival invicto en la competición y campeón de Europa, el Drem Team esbozó el tipo de defensa que quiere utilizar para alcanzar el oro y expiar el pecado de la derrota ante Puerto Rico.
Al final del primer cuarto la planilla sólo recogía tres faltas del equipo norteamericano. Con todo y con eso, los bálticos, habían sorteado el chaparrón con una parte de su mente en el juego y la otra mitad concentrada en salir de los forcejeos y el avasallador despliegue protector de las barras y las estrellas.
También aguantaron el segundo tramo. El bote salvavidas es el mismo que todos los equipos van a hinchar: la zona. Para atacar una zona hay que manejar conceptos de baloncesto que se escapan a la capacidad de ejecución de los profesionales NBA. Lituania encontró refugio y tregua en esa disposición.
Frente a ella, los norteamericanos opusieron una circulación exterior propia de categorías muy tempranas de formación y, en último término, lanzamientos lejanos -muchas veces mal seleccionados- o penetraciones fiadas a la fuerza y la velocidad, pero poco ortodoxas.
Eso sí, con la fibra tensa en el otro lado del campo el contragolpe nace con mayor frecuencia y, en transición, que es el paradigma de la explosividad y la potencia, arrollan. A fin de cuentas, con el contragolpe lograron contener el mayor talento global lituano.
Parece mentira que después de treinta minutos Lituania, un equipo con buen físico, aunque inferior al norteamericano, acumulase más personales que sus combativos rivales. Así son las cosas. Extrañas muchas veces.
Por fortuna, la materia gris puede en ocasiones más que la fuerza bruta y el concepto cartesiano que los lituanos aplican a su baloncesto desembocó en los diez últimos minutos con un partido abierto (71-71 m.33), un recital de Sarunas Jasikevicius -diez puntos en 68 segundos (de 81-84 a 91-87)- y la segunda derrota olímpica de los estadounidenses.
Estados Unidos (90): Iverson (11), Marbury (8), Jefferson (20), Odom (11), Duncan (16) (FI) Boozer (10), James (-), Wade (6), Marion (3) y Anthony (5).
Parciales: 23-26, 44-49, 67-69 Árbitros: Mercedes Sánchez (DOM) y Sutulovic (SCG). Estadio: Helleniko Sports Complex ante unos 12.500 espectadores
Grecia no da ninguna opción a Angola
La selección de Grecia estará en los cuartos de final de los Juegos Olímpicos de Atenas tras superar a Angola por 88-56 en el duelo que cerró la cuarta jornada. Los helenos se jugarán ahora el segundo puesto contra Puerto Rico
Los griegos no podían permitirse ningún fallo más y la resistencia angoleña sólo duró cinco minutos. Desde ese momento, la defensa de los anfitriones fue un muro imposible de superar para el combinado africano, desacertado desde la línea de tres, su mejor virtud. Con un gran juego de equipo y buenos porcentajes en el tiro, los de Giannakis no pasaron ningún tipo de apuro ante un rival que no mostró su cara más luchadora, la ofrecida ante Lituania y Puerto Rico. Síntesis Angola (56): Edmar Victoriano 6, Walter Monteiro 6, Walter Costa 12, Victor Muzadi 6, Abdel Moussa 8 (FI); Olimpio Cipriano 3, Angelo Victoriano 3, Joaquim Gomes 7, Carlos Almeida 5 y Eduardo Mingas 0.
Parciales: 15-23, 25-43 y 35-67. Arbitros: Alejandro Chiti y Mike Homsy.
Arroyo empuja a Puerto Rico a cuartos ante Australia
Poco a poco se van perfilando las posiciones para los cuartos de final. Puerto Rico, siempre fiel a su juego eléctrico y rápido, pudo batir a Australia en un final de infarto. De esta forma, los boricuas se acercan a los cuartos de final sufriendo más de lo previsto después de haber superado en la jornada inaugural a los Estados Unidos
La escuadra oceánica necesitaba imperiosamente la victoria para no sepultar sus opciones de clasificación. El primer paso para conservarlas pasaba por ahogar la principal fuente de recursos ofensivos boricua, o sea, la línea exterior y, más concretamente, a Carlos Arroyo, uno de los líderes ofensivos del torneo olímpico.
Los australianos cumplieron con ese objetivo en una doble dimensión hasta que Puerto Rico casi daba todo por perdido. En primer lugar, borraron del campo al base de los Utah Jazz para adueñarse de la iniciativa. Arroyo necesitó diecisiete minutos para anotar su primera canasta. En segundo término, desconectaron todo el perímetro antillano y redujeron las posibilidades realizadoras de los caribeños a los hombres altos.
Cuando Arroyo dio por fin con el aro, a tres minutos del descanso, la diferencia corría en un margen entre los doce y los ocho puntos desde hacía muchos minutos (51-29).
Pero Arroyo, el hombre de los milagros, había acabado con un partido y había inaugurado otro, de sólo diez minutos, absolutamente decisivo para ambos equipos. Sin la ayuda de Shariff Fajardo -once puntos en el tercer cuarto- nada de lo demás habría servido.
El dramatismo inundó la cancha. Puerto Rico y Australia sólo podían lanzarse a tumba abierta a por la supervivencia olímpica. Los genios son genios por algo. En baloncesto, en gran medida, por su capacidad para hacer lo que otros no hacen cuando sólo vale meterla. Arroyo pertenece a esa clase de jugadores. Un costa a costa de máximo riesgo volvió a destapar su faceta de héroe.
Una centella roja surcó el aire delante de Sean Heal con la bandeja que arruinó a la selección australiana. Canasta y falta: 80-82, defensa perfecta y Arroyo, otra vez él, se la da a Santiago en la pintura. Nueva falta, dos tiros libres dentro (80-84) y, Puerto Rico, fiel a su estilo más propio, a cuartos.
Síntesis Australia (82): Heal (12), Smith (11), Saville (7), Nielsen (20), Bogut (15) (FI) Maher (-), Bruton (10), Andersen (7) y Rogers (-).
Puerto Rico (87): Arroyo (16), Ayuso (18), Fajardo (11), Ortiz (7), Santiago (20) (FI) Casiano (10), Hourruitinier (2) y Hatton (3).
Parciales: 23-13, 51-41, 68-65 Árbitros: Bultó (ESP) y Estévez (ARG). Estadio: Helleniko Sports Complex ante unos 6.500 espectadores.
»norma21/08/2004 00:00
me parece que los muchachos de ee.uu,ya se quieren ir para su casa,aqui no se juega por dinero,hay que sentir y mucho la camiseta,de cualquier manera todos son excelentes jugadores,pero creo que no estan comodos