Se cae Ciclista

Segunda derrota consecutiva de Ciclista, que cayó ante Náutico Hacoaj, por la sexta fecha de la Zona Sur del Torneo Nacional de Ascenso. El conjunto capitalino venció por 88 a 67, en un partido disputado en La Bombonerita, como preliminar del cotejo entre Boca Juniors - Peñarol.

El elenco rojiverde, que venía de perder en Venado Tuerto frente a Olimpia, no pudo recomponer la imagen que había insinuado en los primeros cuatro enfrentamientos de la temporada. Ciclista se mostró desconocido, con escasa actitud para sobreponerse a los instantes adversos. Apenas en el tercer cuarto, con una actuación soberbia, insinuó alguna posibilidad de cambiar la historia, que por entonces ya venía complicada. Descontó gran parte de la ventaja, pero no logró repetir en la parte final del encuentro.

Síntesis:
Náutico Hacoaj (88 ): Oyarzún 8, Lamarque 14, Chaer 21, Género 10, Jones 22 (iniciales); Bertolino 0, Tendlarz 11, Sapochnik 2. DT: Carlos Ballester.

Ciclista (67): Carabajal 11, Belvedere 14, Bernabei 16 (X), Casemayor 4, Martina 7 (iniciales); Lamas 4, Arce 9, Jonson 2, Matteini 0. DT: Adrián Capelli.

Parciales: 25 – 18 / 53 – 31 / 67 – 55
Árbitros: Cameronés – Sultani.
Estadio: Luis Conde (Bombonerita)
La Verdad


El Nacional venció a Echagüe-Saladillo por 74 a 62. Volvió a regalar el primer tiempo.

La fusión Echagüe-Saladillo cosechó su cuarta derrota consecutiva, (la segunda como local) y no puede corregir la falencia de regalar el primer tiempo (ya le había pasado con Estudiantes y Ferro) y pese a despertar en el segundo no le alcanzó.

Esta vez fue El Nacional, equipo bahiense, quien con un contundente 45 – 25 en el primer tiempo logró controlar a los dirigidos por Fabián Cubito. Eso sí, debe rescatarse, al menos, que luego de estar al borde de la humillación (en el juego y el tablero), y con gran vergüenza deportiva, se logró revertir la pésima imagen inicial. No debe desmerecerse las virtudes de hombría y coraje que hicieron levantar al público local.

Es una incógnita si este equipo se levantará, de cara a la segunda rueda, pero lo seguro es que si lo hace, protagonista principal será la gente de Saladillo. Anoche, y por un buen rato entró en éxtasis, al ver la magnífica recuperación del equipo. Por supuesto, técnicamente, anoche se hizo agua por todos lados, pero emocionalmente, se llegó a picos máximes, acaso inimaginables cuando comenzó esta aventura de la fusión entre el club capitalino y el local Ciudad.

¿ Qué se puede decir del partido? Hay que empezar hablando de la visita. El Nacional lo “paseó” a Echagüe-Saladillo durante todo el primer tiempo. No sólo le sacó 20 puntos de diferencia, sino que lo apabulló en todos los aspectos del juego. A partir de una férrea actitud defensiva, nacieron los ataques veloces y certeros.

En los dos parciales iniciales hubo un solo equipo en la cancha; mientras la visita hacía todo bien, el local deambulaba sin ton ni son por la cancha. La columna vertebral del equipo de Juan García fueron Federico Pollio (21 puntos; 11 rebotes; 3 recuperos); Shanne Jones (22; 7; 2) y Lucas Martina (10; 4; 2); ellos fueron los comandantes de esta Armada que pasó por Saladillo.

Lo peor del perdedor fue la sensación de impotencia que dieron los jugadores. Se perdieron todos los rebotes defensivos, pelotas de contragolpes, y directamente no se tuvo presencia en el cesto contrario.

Hasta que parece que el shampoo “Cubito” hizo efecto en el entretiempo y ya en el tercer parcial se vio a otro Echägue-Saladillo. Manny Clifton fue la bandera, a partir de él comenzó la recuperación. Con agallas, y acompañado por Andrés Garcia, Diego Eiguren y Ezequiel López el milagro se creyó posible.

Metieron un parcial de 11 a 3 y sobre la finalización del tercer parcial, un triple de Diego, puso las cosas 57 a 42. Aprovechando ese envión, y gracias a las prestaciones de los juveniles, Nelli y Mártire, se llegó a sólo cuatro puntos 59/55, cuando restaban cinco minutos de juego. El “Negro” Manny Clifton estaba en todo su esplendor y halló en Eiguren y García a sus socios ideales.

Lástima que Sebastián Pardal tuvo una pésima noche y abajo del tablero falló por dos veces para acercarse en el tanteador.

Ese fue el momento del éxtasis, el estadio se convirtió en una caldera, más de 700 personas gritando a todo pulmón por un equipo que ha vuelto a revivir en toda su alma. Esta remontada espectacular nació de haber puesto una presión infernal en defensa, doblando y hasta triplicando a los internos bahienses en la zona pintada.

Pero El Nacional demostró que también tiene “carpeta” para capear el temporal. Un triple de Pollio, doble y falta que consigue Jones, y la actitud de Martina y Bianco en defensa, alcanzaron para despegarse del marcador otra vez. Ahora sí, no hubo respuestas para Echagüe-Saladillo, rápidamente diez puntos de diferencia, y el final que los sorprende a doce unidades.

Otra vez perdidosos y de local, pero al menos fueron 20 minutos que se le pudo jugar de igual a igual a unos de los candidatos de la zona y tal como venía la mano, no es poco haberlo conseguido. Es que del papelón al éxtasis hay como veinte puntos de diferencia.

Síntesis:
Echagüe-Saladillo (62): D. Eiguren (9); Ezequiel López (10); Sebastián Pardal (11); Andrés García (14); Manny Clifton (12) –fi- Damián Rodriguez (3); Roberto Nelli (2 ); Bruno Mártire (1); Matías Aluzzo (0); Sebastián Bordoli (0); Alejandro Eiguren (0).

EL Nacional (74): Lucas Martina (10); Federico Sureda (1); Lucas Bianco (8); Nicolás Ojeda (5); Shanne Jones (22) –fi- Federico Pollio (21); Enrique Marina (5); Juan C. Rivero (2); Sebastián Farias (0); Matías Oyhamburu (0); Ramiro Heinrich (0).

Árbitros: Leyton, Lorenzo.
Parciales: 13/27 – 12/18 – 17/12 – 20/17.
Estadio: Jacobo Urso
Público: 700
Adrián Urús - Rubén Basabe
www.clubciudadsaladillo.com.ar www.lasintesis.com.ar

Incidentes en Santiago

Durante todo el encuentro se vivió un clima enrarecido en el estadio Ciudad, hogar de Quimsa, donde el banco de Tucumán BB tuvo que soportar todo tipo de hostigaciones durante el juego.

De la tribuna local arrojaron botellas de plástico, escupitajos y las agresiones verbales ya conocidas en el ambiente. Cuando el banco del equipo visitante reaccionó ante un nuevo brote de salivazos que conectaron a un jugador y al asistente José García, estos y no los espectadores fueron reprimidos por la policía.

A 40 segundos del final y con el partido definido el técnico Daniel Jaule (Quimsa) pidió minuto, cosa que molestó mucho al visitante ya que el tiempo muerto se tomó cono una falta de respeto y con el ambiente caldeado todo sumaba. La cosa continuó después en el vestuario, cuando la policía local agredió al jugador Mario Yane (Tucumán BB).

Para completar el manual de “Así no se debe tratar al rival” la salida del visitante se produjo 1 hora y media después con la reiteración de agresiones por parte del público local. La pregunta es ¿¡Hasta cuando señores¡? Menos mal, que ganó Quimsa.
Mauricio Salvador - Tucumán

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