No hay peor astilla…

“La clave está en parar a Dominé y Sucatzky”, le dijo Alejandro Mangone a Pick and Roll en la transmisión de VIA 104 en la previa del partido. Y razón no le faltaba, el base y el escolta fueron los motores de un triunfo vital para Obras en su carrera por la permanencia.

El equipo que dirige Guillermo Vecchio fue el primero en encontrar un poco de orden a su juego y dentro de un partido malo, “sucio y desprolijo” (queríamos tanto al carpo!), sacó ventajas con su defensa zonal, las torpezas de Quilmes para atacarla y el aporte de Romero y Calderón.

La idea de juego de Quilmes se evidenció en los primeros 10 minutos. Entre Gray (7) y Chiappero (8) marcaron 15 puntos, lo condicionaron a Morris con tres faltas y pusieron el partido cerca de la tabla propia de Obras. Justamente el rival era todo lo contrario.

Como toda respuesta, el equipo “tachero” utilizó verbo “tirar” únicamente seguido del circunstancial de lugar “desde lejos”. Así fue escribiendo su propio destino 5/10 en triples sin rebotes ofensivo. Quilmes debió sacar más ventajas que el 25-21 final en el primer cuarto. Pero Pablo Gil lució errático, aún en situaciones ventajosas que habitualmente no falla.

El inicio del segundo cuarto fue un corre calles, mal ejecutado y apresurado por ambos bandos. Quilmes ni tuvo puntería desde los 6.25 y solo dos triples de De la Fuente aportaron gol desde lejos. Pero Obras igualó el desarrollo y el marcador con el ingreso de Calderón (7 pts) y Romero (6). Hasta ahí Dominé solo sostenía a la visita y Sucatzky lucía errático (1/5 en triples).

Quilmes no tiene eje. De jugar con sus internos pasó a olvidarse de ellos, Chiappero anotó dos puntos y Gray ninguno. Los problemas ofensivos del cervecero, irresoluto, le causan serios problemas en el retorno a defensa.

La paridad era el denominador común en el marco de un partido malo. El tercer segmento fue decisivo para el juego. Obras hizo la gran ventaja y se convenció que el camino que seguía era el indicado para ganar. Se encendió Facundo Sucatzky que se divirtió un rato con la marca del “Lobito” Fernández y luego ridiculizó a Juan Pablo Sánchez. Facundo metió 17 puntos en el cuarto jugando para él y haciendo jugar.

Quilmes no sólo lo sufrió al base rival en defensa, sino que agudizó su crisis para atacar una zona. Las responsabilidades ofensivas las asumió Pablo Gil, quien no tuvo una gran noche, y en menor medida Juan Pablo Sánchez, que tampoco tenía un noviazgo con el aro. El resto pasaba el balón. Encima a falta de 3:10 se lesionó Esteban De la Fuente en su tobillo (hoy le harán una placa) y el partido se puso cuesta arriba.

Cuando se quisieron dar cuenta la diferencia era de 12: 59-71, que se amplió a una máxima de 13: 61-74 a falta de 8.00. Bianchelli mandó a la cancha a Todd Williams por Gil, y el extranjero asumió protagonismo como “extranjero”. Con dos triples del “Lobito”, más uno de Sánchez y el aporte de Williams, más una defensa en zona 2-3, Quilmes recortó diferencia hasta igualar en 77 a falta de 3.00.

Después de tanto remar y con un estadio que se acompañaba la gesta heroica, un triple de Sucatzky un recupero con bandeja incluida de Morris en apenas 20 segundos le devolvió el liderazgo a Obras.

Desde allí (77/82 a falta de 2.30), Quilmes se fue consumido por los nervios, sus yerros y el partido se le fue de la mano entre apuros. Sucatzky se quedó con la batuta y manejó bien los últimos hilos. Pero al partido todavía le quedaba un último suspiro importante.

A falta de 40 segundos Obras ganaba por diez: 81-91. El lobito metió un triple, en la reposición le regalaron el balón a Gil que metió otro: 87-91. Sucatzky erró un libre y otro triple del lobito puso el partido a dos: 90-92 a falta de 21 segundos ocho décimas.

Pero Eduardo Dominé, infalible y concentrado convirtió dos libres claves. En la salida la subió el lobito (que convirtió 16 puntos en el último cuarto) y la tiró Juan Pablo Sánchez que tiró 2/8 en triples en la noche. Juampi erró el tiro y chau sueño de victoria. Dominé luego sentenció el juego desde la línea de simples.

Para Obras, significa dos puntos clave en la lucha por la permanencia y se alejó a un punto y medio (dos partidos) de Belgrano a falta de 6 fechas para el final. Quilmes, que al menos tuvo dos veces seguidas respuestas emocionales para el juego, sigue sin encontrar la forma de transformar partido en victorias.

Síntesis
Quilmes (90): G. I. Fernández 16, P. Gil 22, T. Williams 15, E. Gray 13 y C. Chiappero 10 (x) (FI). J. P. Sánchez 8, E. De la Fuente 6, M. Gagey 0. DT: J. Bianchelli - A. Mangone.

Obras Sanitarias (97): F. Sucatzky 28, E. Dominé 23, M. Sepúlveda 10, M. Webb 7 y C. Morris 6 (FI). P. Calderón 11, C. Romero 10, M. Riolfo 2. DT: Guillermo Vecchio.

Parciales: 25-21, 43-43 y 59-71
Árbitros: Fernando Sampietro y Juan Comelli.
Estadio: Once Unidos (público 600 espectadores aprox.)

Pablo Tosal
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