Regatas - River Plate

Siempre se dijo que el ritmo vertiginoso de la Liga Nacional de basquetbol ofrece pocas pausas. Y qué mejor para recomprobarlo con el duelo de esta noche entre Regatas (46 puntos, record 10-16) y River (50.5, con 14-11), justo dos equipos que necesitan –cada uno en busca de su objetivo– retomar la senda del triunfo, luego de perder sus respectivos compromisos del domingo ante Boca, por 75-63, y Central Entrerriano, por 100-90.

Nuevamente TyC posará sus cámaras en el Estadio de los Sueños –será la tercera ocasión en la temporada 2004/05– para llevar las imágenes en directo a todo el largo y ancho del territorio argentino, de lo que acontezca hoy, a partir de las 20.30, oportunidad en que se completará la 26ª fecha de la segunda fase.

Indicamos que ambos tienen distintos objetivos y explicamos porqué. Mientras Regatas necesita sumar de a dos para prácticamente ‘abrochar’ su pasaporte a los play offs, River tiene todavía chances de acceder directamente a cuartos de final –o sea, clasificar entre los cuatro primeros de la fase regular–. De allí la relevancia del match.

La derrota con Boca se la podría catalogar de previsible y no debería hacer mella en Regatas. Menos cuando falta cada vez menos para definir quienes juegan las series post temporada, quienes logran permanecer en la “A” y quienes descienden al Torneo Nacional de Ascenso (TNA), categoría a la cual el equipo “remero” parece escaparle definitivamente.

Incluso hay que poner de relieve la gran defensa sobre el campeón vigente de la liga. Si bien el partido jamás ofreció lujos y estuvo signado por las imprecisiones.

En el debe, como otras tantas veces, quedará la ineficacia de Regatas en ofensiva. La escasa paciencia para trabajar los sistemas, el peso casi nulo del juego interior –quedó claro que los “xeneizes” con el ‘lungo’ Martín Leiva en cancha, son otra cosa– y ello sumado a la noche ‘negra’ de los perimetrales, forzó a un final favorable para el equipo de Sergio Hernández, que aún no está descartado para dirigir la prestigiosa selección argentina. Apenas se destacaron en este rubro Mike Robinson, con 17 puntos y Martín Melo, 15.

Defender a jugadores de la talla de Paolo Quinteros, el americano Byron Wilson, el ascendente Matías Sandes o el mismo Leiva no es tarea fácil. Pero también hay que decirlo que River, el escollo de hoy, no ofrece tantas variantes –sin dejar de reconocer el potencial “millonario”– quitando al rionegrino Julio Mazzaro (viene de meterle 33 a Central) o la dupla extranjera “S-S” (Carlos Strong y Herman Smith).

Entonces será clave tener controlado ese tridente. La estrategia debe ser la misma que la mostrada en la primera rueda, cuando Regatas sorprendió en la Capital Federal y selló una victoria contundente por 79-54, la primera oficial ante River que siempre había festejado en los cruces del TNA.

En aquella ocasión, los dirigidos por Silvio Santander cumplieron al pie de la letra: anularon a Mazzaro, Strong y el por entonces temible anotador Víctor Thomas, quien posteriormente fuera reemplazado por Smith. Eso, sumado a un goleo repartido en el que sobresalió Robinson con 19 tantos, generó el mejor ‘golpe’ de Regatas en calidad de visitante (y claro... sobra una mano para contar los éxitos “remeros” afuera).

Pero dejando de lado la confianza, cada partido es una historia aparte y Regatas debe tenerlo muy presente para no lamentarse en el futuro inmediato.

Párrafo aparte para el público correntino, el mejor sin dudas de la Liga Nacional, que hizo ‘explotar’ el reducto del parque Mitre el domingo y, tal como se le recomendó durante toda la semana, se comportó a las mil maravillas.

Al menos no se notó que arrojaran proyectiles al rectángulo de juego, ni tampoco se invadió al término del partido, aunque en esto tuvo mucho que ver la organización que propuso Regatas con agentes contratados de manera privada. Ojalá en todos los espectáculos la gente se comporte de esta manera.
Fuente: Diario Época (Corrientes)