Peñarol no subestima, mata

Hubo dos aspectos que sobresalieron en la noche marplatense del Polideportivo. En principio y como elemento fundamental (y aquí la palabra encierra su uso lógico, porque tiene un carácter fundacional), Peñarol no subestimó al rival y lo jugó con enorme seriedad. Segundo, fue el juego de uno que sabe y puede contra la lucha de uno que quiere y pelea. Ganó el juego, por peso específico.

El local, sabía que los resultados de los equipos del fondo de la tabla contra los punteros eran producto en gran parte de una merma en el rendimiento propio por subestimación del rival. Así Ben Hur cayó en Olavarría, al igual que Conarpesa, Boca ante Gimnasia por la Sudamericana, anoche mismo Ben Hur ante Belgrano y el propio Peñarol que en Olavarría cayó por “cancherear” todo un tiempo, que terminó pagando con la derrota.

En la Liga Nacional no hay rivales accesibles, pero dentro del marco de la lógica existen condiciones las cuales no se pueden alterar. Estudiantes es un equipo que sufre para hacer 85 puntos (promedia 79.7 pts en la liga, y 80.6 en la segunda fase). Del otro lado Peñarol es el equipo más ofensivo del torneo (91.2 pts).

De visitante, y con sólo un extranjero las chances estaban a favor de Peñarol, de todas maneras la gran virtud del local fue demostrarlo en cancha. No sin antes sufrir bastante.

Recién llegado de Estados Unidos, el extranjero Eric Martín le dieron el papel protagónico más demoledor. Hernán Laginestra lo mandó a marcar a “Tato” Rodríguez. El goleador de la visita no sólo debía anotar sino que además defender al goleador rival.

Y los primeros 10 minutos fueron todos de él. Anotó 10 puntos (2 triples) y lo borró a “Tato” (2 pts, 1/4 de cancha). Pero el desgaste le costó dos faltas y el cansancio. Así mismo todo Estudiantes abusó del foul (11 en el primer cuarto). Por Locatelli y por Field Peñarol ganó el primer cuarto (21-18)

En el segundo se despertó la gran estrella: Sherrel Ford, que convirtió 17 de sus 26 puntos, en un repertorio de recursos ofensivos ilimitados. A Sebastián Rodríguez le cambiaron la marca (Matías Barberis y Edgardo Sesma) y el base metió 12 en el segmento.

De todas maneras Peñarol sufrió con sus propios vaivenes y la buena defensa del “bataraz”. A falta de 4:00 sacó 11 pts de diferencia: 41-30, pero la visita se puso a uno (43-42) en dos minutos con Mansilla e Iglesias. Narvarte pidió tiempo muerto y Ford destrabó el problema. Parcial 11-0 y a descansar tranquilo.

El tercer segmento fue de definición. Lo igualaron en 18, pero nada cambió. La rotación desde el banco no desmembró al local. Hubo una calida ovación para vuelta de Claudio “Lolo” Farabello, después de la fractura en la mano. Aún con un buen juego asociado, Peñarol entró al último cuarto con cero puntos de sus relevos.

Desde la ventaja del segundo cuarto, Estudiantes no puso nunca en riesgo al local. Sus argumentos se morían en un Iglesias que jugó con el alma pero con un desgarro abdominal, la soledad de Martin en el goleo y el escaso aporte del resto en ofensiva.

El último cuarto fue un trámite que los dos cumplieron a reglamento y cuando hubo un poco de tiempo (Peñarol ganaba por 23 a falta de 4:00, 88-65), empezaron a desfilar los juveniles por el campo. Allí la brecha decreció hasta el resultado final.

Promediando el último cuarto Ford pisó mal y se torció el tobillo saliendo definitivamente por precaución, pero se lo vio irse caminando del estadio, una vez concluido el partido, por lo que se intuye que la lesión no le impedirá jugar el viernes que viene contra River, verdadera final para definir el ingreso a lo cuartos de final.

Síntesis
Peñarol (97): Sebastián Rodríguez 25, Juan Manuel Locatelli 10, Alejandro Coronel 7, Sherell Ford 26, y Tyler Field 15 (FI) Marcos Mata 0, Fernando Titarelli 0, Pablo Barios 7, Claudio Farabello 7, Pablo Solís 0, Matías Bonfiglio 0 DT: Guillermo Narvarte.

Estudiantes (O) (83): Juan Manuel Iglesias 11, Eric Martin 21, Mariano Fierro 4, Gerardo Barrera 4 y Alejandro Diez 3 (FI) Leonardo Diebold 3, Edgardo Sesma 2, Sergio López 0, Matías Barberis 13 DT: Hernán Laginestra.

Parciales: 21-18, 54-42 y 72-60
Árbitros: Daniel Rodrigo-Javier Mendoza.
Estadio: Polideportivo (1500 espectadores aprox.)

Pablo Tosal
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