Peñarol – Quilmes (2do juego)

Estamos asistiendo a una nueva clase de partidos, los que se definen en un tiempo, y terminan por 20 o más puntos de diferencia como si nada pasara. Que Peñarol o Quilmes ganen por una diferencia mayor a 15 puntos ya representa un hecho histórico dentro de los clásicos.

Por tercera vez en la temporada, Peñarol logró sacarle 20 puntos de diferencia a favor en un tiempo y dominar el juego de principio a fin. Como si tal cosa fuera un mero hecho anecdótico.

¿Podrá Quilmes emular lo realizado en el tercer juego de la serie regular donde estuvo a tiro de ganar, demostrando que puede darle batalla a un Peñarol que se muestra mucho más sólido?

La pregunta es el eje de la serie. Lo preguntan, los hinchas de Peñarol, lo hacen los hinchas de Quilmes, los periodistas, y hasta los propios jugadores.

En ocasión del primer partido, el técnico de Peñarol horas antes del inicio, no sabía como formaría su rival, pero su preocupación era que su equipo mostrara lo que es, sin depender de nadie. Diez minutos antes del juego, uno de los técnicos de Quilmes, Alejandro Mangone, no dio a la prensa la formación inicial. Buscaban la sorpresa. Incluso trataban de sorprenderse ellos mismos.

Es que el termómetro de la serie no miente. Todo pasa por lo anímico. Peñarol se siente como un gigante de ojos azules. Su potencial emotivo esta intacto luego de perder el ingreso a los cuartos de final de forma directa.

A los dos minutos de partido y con el tablero 7-4, Ford tomó un lanzamiento de tres puntos con apenas 6 segundos de posesión y sin rebote ofensivo. El tiro lo convirtió, pero el resultado del lanzamiento es anecdótico. El hecho más saliente es que lo tomó!. La confianza es el 90% de todo. El resto es puro cuento.

Y Quilmes no cree en si mismo. No se tiene confianza. Y es muy difícil que las indicaciones tácticas, estratégicas se apliquen si todo lo que se hace es a medias tintas. El primer triple de Quilmes vino después de errar 11.

De nada sirve el porcentaje final de triples. Quilmes debía meter al menos tres de los primeros 10 que tiró cuando el partido se está definiendo, para no quedar atrapado en la diferencia que Peñarol maneja luego con autoridad.

“La diferencia que hubo entre uno y otro es porque nosotros hicimos mejor las cosas, y fueron en cuatro de los cinco partidos, no creo que eso sea obra de la casualidad”, le dijo Guillermo Narvarte a Pick and Roll después del partido.

Sin embargo, cuando el partido terminó, los jugadores de Peñarol se reunieron en el centro del campo, apenas festejaron el primer punto de la serie y fueron rápidos a los vestuarios. “No podemos festejar, sólo ganamos un partido, sabemos que Quilmes tiene un buen equipo y no queremos darles chance de que aparezcan”, sostuvo después el capitán del equipo, Sebastián Rodríguez. Unos metros más allá Claudio Farabello dejo toda una sentencia: “Estamos preparado para una guerra”.

Peñarol respeta su libreto y es fiel a su convicción.

Quilmes no se hace respetar, porque ni siquiera se respeta a si mismo. Pierde la línea y lo que es peor desconfía plenamente de que tiene que hacer. Si por momentos busca seguir una línea, lo hace sumergido en un mar de dudas. Sin líder, dentro y fuera de la cancha, no tiene forma de conseguir un hombre que lo guíe en la tormenta.

Esta será la serie de los hombres por encima de la táctica. Hasta acá aparecieron los de Peñarol: Rodríguez y Ford no tuvieron parda. Todo Peñarol fue un sello de autoridad.

Para los que gustan del ajedrez

Es verdad que el básquetbol requiere de situaciones tácticas-estratégicas. No se puede ganar solo luchando. Por eso, revelamos de manera desordenada (por imposibilidad de darle un orden de prioridad) algunos aspectos básicos de la serie.

* Juan Pablo Sánchez fue la marca de Tato Rodríguez. Quilmes probó un rato con un “cajón y uno” sobre él y las rotaciones defensivas fueron vulneradas por el gran juego de pases de Peñarol.

* Cuando salió el Lobito Fernández (de mal partido en apenas 6 minutos), su reemplazante, Luis Cequeira fue superado por el juego físico de su rival ocasional (Locatelli, Farabello o Coronel). Luego Fernández no reingresó más al juego.

* Pablo Gil no pudo con la marca de “Tato”, sumado al mal juego ofensivo, lo suyo fue la gran deuda de la noche para su equipo. Todd Williams fue el tercer marcador del base rival.

* En defensa, Peñarol negó el pase a Evric y Chiappero en el poste bajo y cuando la bola ingresó, prefirió cerrar a sus perimetrales regalando el tiro exterior. Quilmes, cuando tomó la invitación lo hizo con porcentajes muy pobres (2/18, 11%).

* El único argumento de Quilmes que mostró empuje, gol y determinación fue Claudio Chiappero en su ingreso en el segundo cuarto: 7 puntos y 3 rebotes ofensivos. Pero la dupla técnica optó por dejarlo en el bando en el tercer cuarto.

* De los dos, Peñarol fue el único que quiso ponerle ritmo al partido. Cada vez que pudo uso el contraataque como arma efectiva. Quilmes hizo todo más lento en busca de orden táctico.

* El atrape del pick and roll de Quilmes sobre “Tato”, ya sea por el eje de cancha o por los costados, fueron siempre mal ejecutados. Al respecto cabe una acotación: en la clínica internacional de entrenadores realizada hace tres años en Capital Federal, el ex técnico de la Kinder Bologna y de “Manu” Ginóbili, Ettore Messina, estuvo tres días explicando el atrape del pick and roll en las áreas antes dichas. Requiere de suma concentración y hasta un ángulo preciso de pies para que salga correctamente. El atrape de Quilmes siempre fue vulnerado con un pase y jamás pudieron atrapar el balón.

Las historias de bloqueos, posteos, penetraciones, líneas de pases, ajustes defensivos, situaciones críticas, etc. seguirán esta noche siendo la excusa de algo superior: El básquetbol en su estado puro con estadio lleno, nervios y una pasión divida en dos.

Probables Formaciones
Peñarol: Sebastián Rodríguez, Juan Manuel Locatelli, Claudio Farabello, Sherrel Ford y Tyler Field. DT Guillermo Narvarte

Quilmes: Luis Cequeira, Juan Pablo Sánchez, Todd Williams, Esteban De la Fuente y Evric Gray. DT Bianchelli – Mangone.

Hora: 20.40
Árbitros: Alejandro Chitti – Diego Rougier

Pablo Tosal
www.pickandroll.com.ar