El general en su laberinto

La gran victoria de los Pistons anoche no sólo fue en el campo basquetbolístico sino que además, y por como se dio el juego, han sacado una ventaja importante en el aspecto psicológico ya que se recuperaron de los dos juegos en los que cayeron en San Antonio y le han creado una telaraña defensiva tal, tan plagada de obstáculos que Greg Popovich y los suyos son ahora un mar de dudas.

Las claves de ésta nueva derrota de los Spurs no sólo se encuentra en la imposibilidad de franquear la defensa de los anfitriones sino que además tiene serios problemas en la contención de su propio aro ya que en el tercer enfrentamiento le hicieron más de 90 puntos siendo la primera vez que pasaron ese límite en finales y anoche le convirtieron más de 100. Por lo tanto los inconvenientes son además de ofensivos también en al defensa. Dos rubros que los Spurs manejaban muy bien. Los Pistons han hecho un desparramo en la mente de sus adversarios. Le comieron la cabeza y acaso este sea el principal jeroglífico a resolver

Los Spurs volvieron a ser una máquina de perder pelotas y fabricar contragolpes para que los dueños de casa se hicieran un festín nuevamente con los ataques rápidos. La tarea de los Wallace (13 rebotes) en defensa borrando a Duncan de la pintura, la faena de Prince y compañía para enjaular a Ginobilli o Parker más la explosión ofensiva de Billups (17 puntos y 7 asistencias) junto a la sorpresiva asociación en estos menesteres de ataque de Mccassy son la postal del juego, más el aporte de Hamiltón que brillo más en el final

Luego de los dos primeros minutos de estudio en dónde los Spurs marchaban adelante en el marcador comenzaron los desaguisados y sólo en el primer episodio Manu (que acusó dolor en su rodilla por aquél golpe con Prince) y los suyos ya acumulaba 7 perdidas para cerrar el acto incial perdiendo por 23 a 17.

El desmoronamiento llegó pronto ya que en los primeros 5 minutos del segundo cuarto Spurs no marcó puntos y le sacaron un parcial de 14 a 0. Algunas patriadas de Parker y los esfuerzos de Ginóbili le permitieron quebrar la racha adversa pero no pudeiron evitar marcharse al descanso cayendo por 51 a 36.

En el tercer acto Popovich se ve sorprendido por Lindsay Hunter que desde la banca salta para hacer una ráfaga de 9 puntos y ampliar más aún las distancias. El encuentro culmina con paseo y goleada y con una incertidumbre total sobre como detener a los Pistons que parecen haber encontrado el camino para dirigirse hacia el titulo sin que Manu vuelva a molestarlos. ¿Podrá el argentino junto a su equipo cambiar la historia? Es preciso que lo hagan al menos en el peso del juego si no pueden en el resultado porque otra vapuleada como la de anoche los haría viajar a San Antonio con toda la presión de no poder caer en ninguno de los dos encuentros.

Carlos cachacho Pascual
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