Pistonean los Spurs

Cuando todo hacía parecer que los Spurs marchaban rumbo a la conquista de un nuevo título, su motor les empezó a “ratear”, y volvió a caer en las redes defensivas del equipo de Larry Brown, que jugó con determinación tras la igualdad de la serie.

El mal momento de Duncan, sumado a la pasividad de Parker que sólo aparece por pinceladas, dejan con demasiada responsabilidad a Ginóbili que, esta vez, no pudo contar con los salvadores triples de Horry. El argentino estuvo activo, punzante y hasta tuvo momentos de esplendor, pero terminó languideciendo ante la muralla construida por los Pistons, que cerraron su aro con una gran actitud. Sólo encontró en algunos pasajes explosivos de Bren Barry al socio que necesitaba, pero no fue suficiente.

La visita mantuvo a Billups con alto rendimiento desde la base, esta vez bien secundado por Hamilton, pero la diferencia la hizo con Rasheed Wallace, que no sólo rindió bajo su tabla, sino que además apareció dando soluciones en ataque, resolviendo por las puertas traseras, o con certeros tiros frente al aro.

Los últimos campeones no se doblegarán fácilmente. Envalentonados anímicamente por haber ganado en una cancha en la que no lo hacían desde 1997, se demostraron que no es imposible festejar lejos de casa. Criteriosos en el traslado de la pelota, con pocas pérdidas. Vehementes en la marca. Pacientes para “comerse” algunos pitazos y dañinos a la hora de buscar el aro de los Spurs. Mantendrán la fórmula sostenida en la figura de su gran base, el hombre que hasta ahora a hecho la diferencia, por sobre la magra serie disputada por Parker.

Ginóbili deberá apelar nuevamente a su talento y a su bravura para contagiar a los suyos. El camino está trazado. “Siganme los buenos” parece decir un gigante que de Chapulín tiene poco, aunque para poder calzarse un nuevo anillo, necesitará del resto del equipo. No lo dejen solo....

Carlos “Cachacho” Pascual
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