Libertad se lo llevó por poco

Por un rebote. Así de cerca estuvo Unión de forzar un suplementario. Iba de punto pero casi hace saltar la banca. Hubo que esperar casi una década para revivir el clásico pero no defraudó. Gran marco de público, grandes jugadas y equipos que se no se guardaron nada. Lo que venga de ahora en más es gratis para los dos: uno porque estuvo ahí nomás, el otro, porque fue más pero ahí. Fue tan parejo que nadie puede anticipar qué ocurrirá esta noche.

Puede comentarse el partido de ayer arrancando desde los días previos, las cargadas, expectativas y el placer de unos y otros por recuperar el clásico tras nueve años, por poder finalmente medirse en un campo de juego. Puede iniciarse todo con el marco imponente de estadio lleno, de cantos, gritos y cargadas que duraron toda la noche. Puede hacerse también a través de la búsqueda de explicaciones y argumentos sesudos que sirvan de análisis. Pero mejor, emprender la crónica por lo que fue: un clásico.

Esa pequeña palabra encierra todo lo que se vivió. Dos equipos que se jugaron a todo o nada, presionados por la historia, la hinchada, la camiseta y el futuro. Lo ganaba uno, se escapaba el otro. Nadie sabía bien qué ocurriría en cada jugada porque no solo dependía de los jugadores sino también de los árbitros, que tuvieron demasiada participación y del piso que se las rebuscó para ser protagonista a fuerza de humedad y panitadas.

Con 34 segundos por jugar, el partido está 82 a 86 en favor de la visita. La presión sobre Cavaco surte resultado y Unión recupera la pelota. Desde el suplicio de la línea, Tomattis pone a dos a los “Verdes” y todo está abierto. Atrás quedó la diferencia de once puntos que supo cosechar Libertad. A la salida, Martin convierte otros dos libres y Tomattis camina cuando restan 25 interminables segundos. Parece todo definido pero no, el que se patina, ahora es Martin, el base de Libertad y Lucchino anota una bandeja volada. Otra vez a dos puntos y con 7.9 segundos por jugar.

Lo que resta del partido no es más que lo que todos esperaban de un clásico: Carroll con dos libres, emboca uno con toda la suerte, marra el segundo y parece que es de Unión pero Cavaco agarra el rebote. Otra vez el foráneo a la línea: 86 a 89 y cinco segundos de partido.

Desesperado, Lucchino cruza la cancha y prueba de tres, pega en el aro y de milagro no entra. Final. Partido para Libertad pero los que festejan son los locales porque estuvieron ahí nomás. También festejan los visitantes, porque fueron el más, aunque ahí. Festeja la ciudad porque recuperó el clásico y hoy tiene otro, de yapa.

Muchas faltas sancionadas, en este caso, no equivale a decir que el partido fue friccionado ya que varios jugadores aún se preguntan qué cobraron los árbitros. Lo cierto es que tuvieron un rol destacado en la primera parte, junto con la humedad del piso, que hacía que todos se resbalaran por igual. Las pelotas perdidas se volvían recuperos del otro sector y a correr de nuevo, pero para el otro lado.

Desde afuera, las tribunas alentaban sin parar, con las consabidas cargadas y muchísimos papelitos. Desde adentro, los de Arduh demostraban que sabían defender, controlaban el goleo liberteño y trataban de correr. Así pudieron imponer su ritmo y hacer que el encuentro se jugara en su terreno.

Tras el descanso largo, los “Tigres” buscaron ser más criteriosos. Mejoró Ceruti y con él lo hizo Libertad, que llegó a escaparse once puntos arriba (61-72). Allí hubo corridas, volcadas y triples de los visitantes. Luego fue el turno de Isola de cargarse el equipo al hombro y junto a Tomattis no solamente ponerlo en juego sino amenazar con darlo vuelta.

Fue la noche de Isola, que embocó muchas y muy buenas. Fue la noche de la gente, que se fue ronca de tanto gritar. Fue la noche del clásico que todo lo puede, que todo lo trata, que todo lo entrega. Y lo mejor de todo es que no fue la única puesto que en horas habrá otra que promete ser igual.

Síntesis
Unión (86): Matías Tomatis 24, Mauro Rotschy 1, Gastón Lucchino 6, Jackie Rogers (x) 9, Leonardo Segura 13 (FI); Miguel Isola 22, Javier Skibski 7, Jorge Toriano 0 y Román Medina 4. DT: Osvaldo Ardúh.

Libertad (89): Sebastián Ginóbili (x) 17, Mariano Ceruti (x) 14, Ryan Carrol 10, Ariel Zago 7, Jeffrion Aubry 8 (FI); Roberto López (x) 15, Diego Cavaco 12, Gustavo Martín 6 y Jorge Benítez 0. DT: Gonzalo García.

Parciales: 22-24, 42-40 y 58-65.
Árbitros: Roberto Settembrini y Sergio Ibáñez.
Estadio: Unión de Sunchales.

Ariel Balderrama
Foto Diego Rosso (Sunchales hoy)