Con el alma

Dentro de los 58 clásicos de la historia liguera y los 6 de Copa Argentina, la victoria anoche de Quilmes tendrá un rinconcito especial, de esos que se recuerdan en la memoria colectiva por mucho tiempo.

Peñarol en la previa tenía las de ganar, incluso llegó a sacar 13 puntos en el partido (23-36), pero Quilmes lo dio vuelta y superó todos los obstáculos posibles para dar un prueba de amor con su gente conmovedora.

La rotación de siete jugadores a Quilmes le cayó cómoda. Increíble pero real, los dirigidos por Javier Bianchelli tomaron conciencia de la escasez de rotación y hubo sacrificios múltiples. Inútil sería nombrar a uno. Quilmes para ganar anoche jugó como un equipo.

Además, el técnico se vio en la obligación de “bancar” a jugadores que con rotación larga no hubieran permanecido en cancha. Fue el caso de Juan Pablo Sánchez, que la pateó en el primer tiempo y fue un puntal para definir el juego.

Peñarol comenzó imponiendo presencia con la personalidad y el gol de Sebastián Rodríguez (9 puntos) que luego le dejó la posta a Joseph Bunn (11) que lastimó la segunda parte del primer cuarto. El rompimiento y la descarga fue el arma favorita de los de Narvarte. Quilmes defendía poco y atacaba mal. La diferencia del 7 (22/29) fue “barata” al final de los primeros 10 minutos. Los 10 puntos de Savoy fueron claves.

Peñarol ganaba con el sustento de sus dos máximos artilleros, defendía muy duro la primera línea de la pelota, y tenía maniatado a Quilmes, hasta tomar una distancia de 13: 23-36. ¿Qué podía fallar? ¿Cómo podía darse vuelta una historia así?.

Hubo dos cambios claves. Savoy pasó a jugar de alero, con Chiappero y Calderón. Wilson de escolta y Pierdominici en la base. Y el otro fue la apuesta a la defensa zonal. Quilmes que le costaba mantener su trapecio, se solidificó con el rebote y obligó a Peñarol a salir a tirar.

Los milrayitas cometieron el error de confiar demasiado en su gol perimetral y terminaron el segmento con 2/10 en triples. De apocó, sin mostrar mucho en ofensiva Quilmes comenzó a arrimar. Con Calderón en el juego interior y con dos triples de Byron Wilson.

Narvarte también entendió el error, por eso las primeras tres pelotas del segundo tiempo Peñarol las jugó abajo con Tyler Field. Como el pivote respondió parcialmente, Quilmes tomó el rebote y corrió el contraataque por primera vez. Dos mandadas de Lauro y otra vez Byron Wilson hizo que Quilmes pasara al frente por primera vez y de perder 42-45 llegó a 50-45 maniatando a su rival.

Allí se descompensó del todo Peñarol. Comenzó la guerra de nervios para resolver sobre la marcha los problemas que se presentaron y se quedó corto en todo. Cuando defendía, no tenía gol, cuando anotaba, Quilmes también.

Entonces Narvarte decidió emparejar el partido con lucha. “A falta de juego buenas son tortas” debe haber pensando el coach que sacó a Bunn y mando a la cancha a su quinteto más defensivo con Barrios, Field y Farabello juntos.

“Fetivamente” diría el doctor, Narvarte no le erró al pronóstico y el partido entró en un terreno de lucha que le dio emoción. Ambos se quedaron sin gol, pero Quilmes sobrevivió con los libres de Byron Wilson.

En el segmento final volvió Bunn y Quilmes alternó defensas zonales (cajón y uno sobre Tato) con defensas zonales mas convencionales y marcación hombre a hombre con “cambio” en casi todas las cortinas. Peñarol entre frustrado y confundido, no encontró claridad en todo el segundo tiempo, pero dos triples de “Lolo” Farabello lo pusieron en carrera después de que Quilmes tomara un luz máxima de 6: 76-70.

A falta de 2 minutos y medio la distancia era solo de 2 puntos: 78-76. Desde allí Quilmes encontró respuesta en Calderón, Sánchez y por su puesto Byron. Peñarol en nadie. Ataque tras ataque las ofensivas milrayitas iban quedando en las manos de Claudio Chiappero, que anotó solo dos libres en el partido pero bajó 16 rebotes y fue infranqueable en defensa.

Peñarol terminó frustrado por su 7/29 en triples (24%). Trató de resolver todo sus problemas de equipo con arrestos individuales pero anoche no fue el mejor día para ninguno de ellos. Quilmes supo cambiar a tiempo y encontró en cada situación un bastión con el icono saliente de Byron Wilson.

Síntesis
Quilmes (87): Leandro Lauro 9, Juan Pablo Sánchez 17, Byron Wilson 25, Patrick Savoy (lesionado) 12 y Claudio Chiappero 2 (FI); Pedro Calderón 19, Esteban Pierdominici 3 y Nicolás Greco 0. DT: Javier Bianchelli.

Peñarol (80): Sebastián Rodríguez 18, Mariano Byró 11, Juan Manuel Locatelli 5, Joseph Bunn 23 y Tyler Field 14 (FI); Claudio Farabello 6 (x), Pablo Barrios 3, Fernando Tittarelli 0 y Marcos Mata 0. DT: Guillermo Narvarte.

Parciales: 22-29, 39-43 y 62-58.
Árbitros: Pablo Estévez y Roberto Smith.
Estadio: Polideportivo “Islas Malvinas” (5800 espectadores).

Pablo Tosal
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