Una cumbre que molesta al básquet… y a todos

“La cumbre cambiará la vida de los marplatenses”, decían los sofistas de los medios atados a la comuna y al multimedio del multiemprendedor coruñés. “Un antes y un después de la cumbre”, sostenían y sostienen los mandatarios del poder.

Lo único que ha logrado (y logrará) la Gran Farsa de La Cumbre, es molestar en todo lo que puede a los quehaceres cotidianos. Plazas que se tiran abajo para hacerse de nuevo, policías en todos lados, veredas que cambian sus baldosas, más policías, construcción de puentes que no conducen a ningún lado y muchos policías de la provincia de Buenos Aires que dejan de vigilar en sus respectivas localidades, llegan a Mar del Plata y convierten a otros municipios aledaños en Disneylandia para los delincuentes.

Como no se dice oficialmente es bueno aclarar que Mar del Plata en relación directa y Argentina por consiguiente están desde el lunes pasado en permanente estado de Zona de alerta máxima. Hasta la Policía Federal Argentina tendrá participación en el acontecimiento de los Presidentes que se sacarán una foto muy cara ante el monumento de Los Lobos Marinos.

El Ministerio de Planificación aportó 100 millones de pesos para esta IV Cumbre de las Américas. ¿Parece mucho, no?. Lo más importante no es lo que hablarán, de hecho solo firmarán porque ya traen todo hablado (solo debatirán algunos aspectos del ALCA), sino lo más importante es la increíble tarea de seguridad a la que se verá sometida.

Dentro del marco de Maxi Seguridad que tendrá Mar del Plata con el operativo que comenzó el lunes 24, detrás de las elecciones, la Policía de Buenos Aires suspendió todo evento deportivo desde el 24 hasta el 6 de noviembre dentro de la Provincia. Así quedaron (entre otras cosas) cuatro fechas de Liga Nacional.

La reprogramación obliga a Peñarol a juntar las cuatro fechas con la finalización de la primera fase y por lo tanto jugará 10 partidos en 21 días en el mes de noviembre. En el medio un viaje a Comodoro, Madryn y jugar un partido cada dos días.

A su vez, todo lo que rodea a los partidos se ven afectados, el periodismo que tiene que programar un viaje a Comodoro y Madryn con Quilmes y otro con Peñarol, las fechas que se desdoblan e imposibilitan estar en todos lados, los dirigentes que deben alquilar el estadio y depender de las fechas “no tomadas”.

En el medio, quedan cosas muy graciosas, como este sábado que Bersuit Vergarabat hará un show en el estadio Polideportivo para más de 6000 personas solo con personal de seguridad privada. Amparados en que el Coprosede no tiene poder sobre lo que no es deporte, los organizadores locales facilitaron que el grupo haga su gran espectáculo.

Peñarol ofreció jugar el viernes en el Polideportivo con 60 efectivos de seguridad privada, entendiendo además que habrá menos personas que en el recital de la Bersuit y que Ciclista tampoco traería un gran caudal de gente como para invertir aún más en seguridad y considerar el partido como peligroso. Aún así, la lógica no existió “Y si es no, es no. Punto”.

Según manifestó el dirigente de Peñarol, Alfredo Miño, en declaraciones a Pick and Roll “Eduardo Bazzi, presidente de la ADC fue anoticiado del tema, y puesto en conocimiento del problema de Peñarol y accedió a rever las fechas del calendario”. Es posible que Peñarol reprograme el comienzo de la segunda fase (viernes 25 ante Belgrano y domingo 27 ante Argentino), dándole un respiro de una semana al menos al equipo.

Por lo tanto, jugaría un tandem de 8 partidos seguidos, un respiro de unos 7 días y luego otro tandem de partidos consecutivos, no es lo ideal pero es lo que puede el calendario.

Punto y aparte para lo deportivo. Para lectores que se quedaron pensando en los primeros párrafos de esta nota en cuento a la postura contraria contra la Cumbre es bueno aclarar que no se trata de negar la evidente publicidad mundial que Mar del Plata tendrá “gratis” ante los ojos del mundo.

Indigna mucho más saber que nada cambiará por más cumbre que se haga. Que los chicos seguirán muriéndose de hambre y que los gestos de poder siempre intervendrán en donde se le antoje por petróleo, espacio, o lo que fuere. Que lo que verdaderamente mata es la Hipocresía con que todos los medios defienden a la cumbre y a la reunión de Presidentes. Por menos plata que la expuesta se hubiesen hechos obras que verdaderamente sirven.

La realidad indica que por más Cumbre que haya, no habrá lógica que defienda una reunión donde no se debaten los temas importantes. Mientras tanto, es bueno recordar el personaje central de la fascinante novela de Tomaso di Lampedusa “El Gato Pardo” donde decía: “Hace falta que todo cambie para que todo siga igual”.

Pablo Tosal
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