Primero hay que saber sufrir

La liga esta pareja, es cierto, tanto como que a Boca le cuesta obtener un triunfo de local desde que lo sacaron de la bombonerita. No le ha tomado la vuelta ni a la cancha de Ferro ni a la de Obras Sanitarias. En el partido que completó la duodécima fecha Boca sufrió hasta el final ante un equipo que sabe mucho de luchar, no encuentra los triunfos y se ve cada vez más relegado en la tabla.

Funes, quien cada noche aprovecha al máximo sus minutos y disimula lo de Quinteros: ayer hizo ocho puntos en los últimos cinco minutos, incluido el doble del triunfo; Bishop aportó 13 puntos valiosos; y sorpresivamente el pibe Ortiz, quien jugó tantos minutos (23) como en los otros 24 juegos y tuvo una sólida tarea en la base, con carácter y tranquilidad. Ellos, con un Sandes que generó juego, la presencia interna de Leiva y algo de Quinteros, alcanzaron con lo justo para vencer 71-70 al ordenado y batallador Central. Y para darle paz a un equipo que necesita dar más.

El primer cuarto fue cerrado, parejo, luchado (como el partido) 16-15 a favor de Boca. Paolo Quinteros no encontraba el aro y Boca padecía los bajos porcentajes de su goleador (0-5 de cancha). Pero el local se mantuvo con el juego interior de Martín Leiva (siete en el primer cuarto) y su defensa. Desde temprano se notó que el equipo de Demti llegó a Buenos Aires a mejorar su performance defensiva con una marca férrea.

En el segundo parcial la visita tuvo poca efectividad (13-33 de cancha en la etapa) y sobrevivió con Villares (ocho) y Melo (ocho). Carlos Duro movió el banco por necesidad y urgencia y encontró respuestas en Bishop (siete puntos), Sandes (cuatro) y Funes (cuatro). Ortiz entró por la lesión de Cequeira (hombro izquierdo) y le quitó por momentos la base a Diego Alba de flojo partido.

El segmento fue equilibrado hasta los segundos finales donde apareció por primera vez Paolo Quinteros marcando dos triples consecutivos que estiraron la ventaja a seis puntos, los que finalmente marcaron la diferencia final al término del primer tiempo.

En el tercer cuarto se vio lo mejor de Boca, con Sandes habilitando bien a Bishop y Leiva en la zona pintada. En un momento pareció que Boca se escapaba. Sacó 12 puntos, pero antes del final Villares siguió con la mano caliente y mantuvo la diferencia de seis puntos: 41-35.

En tramo final Central siguió remando de atrás en el tablero y con Villares y Díaz de abanderados lograron pasar al frente 60-59 a falta de 5 minutos. Funes tomó el protagonismo que antes era de Quinteros y el ex Atenas metió seis puntos seguidos: 69-65 a 2m10. La visita no se acobardó y aprovechó cuatro libres fallados (por Strong a 1m18 y Leiva a 47 segundos) y un triplazo de Riolfo a 58, para ponerse ahí del batacazo. Abajo 70-69, el tiro de Quinteros salió de adentro y Funes dio un salto descomunal, se quedó con el rebote y puso el doble a 4.5 segundos.
Central, en la última, no pudo ni tirar y zafó Boca.

Por central la figura fue Eduardo Villares quien anotó 25 puntos y se consagró como el goleador del partido. También tuvieron una buena actuación Gabriel Díaz, que marcó 12 puntos y Dionisio Gómez, que anotó 14. El que no rindió y tampoco anotó tantos fue Tyler Smith. El americano blanco ya había jugado flojo en Mar del Plata y anoche tampoco apareció.

Boca se quedó con una victoria tan necesaria como el agua, pero sabe que desde el triunfo todo se corrige con más tranquilidad. Y tiene mucho que corregir.

Síntesis
Boca Juniors (71): Diego Alba 2, Paolo Quinteros 10, Fernando Malara 5, Carlos Strong 4, Martín Leiva 13 (FI); Matías Sandes 8, Anthony Bishop 13, Luis Cequeira (lesionado) 2, Fernando Funes 12 y Lucas Ortíz 2. DT: Carlos Duró.

Central Entrerriano (70): Martín Trovellesi 5, Eduardo Villares 24, Gabriel Díaz 12, Dionisio Gómez 14, Patricio Simoni 2 (FI); Martín Melo 8, Tyler Smith 0, Bruno Oprandi 0 y Maximiliano Riolfo 5. DT: Fabio Demti.

Parciales: 16-15, 41-35 y 57-51.
Árbitros: Alejandro Ramallo y Roberto Smith.
Estadio: Obras.

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Fuente: diarios Olé y El Argentino