Ni en taxi lo agarran

De nuevo Quimsa

La Fusión perdía 79 a 70 a menos de 6 minutos para el final del encuentro, pero puso en la cancha todo el corazón y de la mano de un definitivamente recuperado Federico Radavero y otra gran actuación de Quincy Alexander, consumó tal vez la victoria más importante de visitante en lo que va de la competencia.

Dentro de un partido que mostró cierta paridad a lo largo de todo su desarrollo, Quimsa fue superior en el primer tiempo, en el que sobre la base de una buena defensa y a jugar con criterio la pelota en ataque, estuvo siempre al frente en el marcador.

De todas maneras, el partido no se pareció al del martes pasado, ya que Obras tuvo a un Lázaro Borrel mucho más activo y, sobre todo, efectivo, y por ese motivo el equipo santiagueño no pudo establecer diferencias más claras, por lo que se fue al descanso ganando por sólo 5 puntos (44-39).

El tercer cuarto ya fue mucho más parejo desde el inicio, aunque Obras dejó evidenciar una reacción, sobre todo por los aciertos de Gustavo Fernández y Alejandro Coronel, en tanto que Quimsa se sostuvo con un Juan López que tuvo varios aciertos.

Pero sobre el final de esa etapa, el equipo santiagueño tuvo un bajón y eso le permitió a Obras remontar y terminar ganando 67-66 el parcial.

En el cuarto final, los primeros minutos parecieron volcar la historia definitivamente a favor de Obras, que sacó la diferencia máxima de 9 puntos, pero a este Quimsa no hay que darlo por muerto nunca, y en los 5 minutos finales metió un parcial de 22 a 6 para lograr otro triunfo fenomenal.

Síntesis
Obras (85): Fernández 15, Coronel 18, Chaer 4, Olivares 11, Borrell 20 (fi) Chahab, Danessa 12, Taffarel 3, Rivero, Senitzky 2. DT: Pablo Dastugue.
Quimsa (92): Olmedo 14, Small 9, Pedemonte 5, Ingratta 5, Alexander 25 (fi) Jones, Amicucci 2, Radavero 17, Cajal 2, López 15. DT: Marcelo Richiotti.

Parciales: 19-20 / 39-44 / 67-66.
Estadio: Obras.
Árbitros: F. Vito- N. Fama.
Diario El Liberal

Con el segundo cuarto

Estudiantes basándose en un gran segundo cuarto sacó las diferencias suficientes para vencer a Unión por 87 a 82.

El albo salió a la cancha casi dormido, mientras que el visitante apostó a su juego interior. Esa escena duró solo dos minutos, hasta que el técnico local pidió tiempo muerto. Desde allí, el juego fue otro. El local se mostró mucho más activo y el visitante se olvidó de poner el balón en la pintura, intentando sólo desde el perímetro.

La salida de Leonardo La Bella en ese cuarto, producto de un golpe que sufrió cuando chocó contra Whearty, no le quitó liderazgo de juego al dueño de casa. Con Gil encendido, llegó a estar arriba por 23 a 16, aunque cerró ese cuarto 25 a 18. En el segundo acto volvió La Bella a la cancha, y el bahiense se hizo dueño y señor del encuentro. Del otro lado, solo el corazón de Matías Tomatis hacia fuerza para dar vuelta una situación que cada vez se ponía peor. Pero como el ex Quimsa no anduvo derecho desde la línea de libres (en ese cuarto solo en dos ocasiones tuvo 2/2) la ventaja se fue agrandando cada vez más. La misma llegó a ser de 23 unidades (45 – 22). Si el primer cuarto había sido muy cortado por la cantidad de faltas pitadas (17), el segundo, sin ser más corto, mostró un par de antideportivas (ambas bien pitadas en prejuicio de La Bella) y una falta técnica, al juvenil base de Estudiantes (lo vio Dinamarca insultar a Toriano).

En ese segundo periodo se suscitó una jugada que deja mucho que desear por parte de los jueces. Mauro Rotschy penetra hacia el canasto, consigue el doble y además obtiene la falta. Va a la línea por el punto de bonificación, y mientras Ibañez señaló que seguía el juego después del lanzamiento, Dinamarca marcó que quedaba un libre más. Rotschy tiró, erró, Skibski tomó el rebote, lanzó, erró, volvió a capturar el balón, volvió a lanzar y anotó, ante la atenta mirada de los jugadores locales que no hacían nada y ante Ibañez, que mientras se producía el segundo intento hizo sonar su silbato.

Según nos contó Javier Skibski, lo único que decían los jueces en ese momento era “nos equivocamos”, pero en vez de darle un segundo tiro libre a Unión, o la reposición de banda ya que había sido el conjunto verde el que había capturado el rebote, no dieron por válida la conversión del “ruso” y le dieron salida de fondo a Estudiantes.

Pero la historia no termina allí, ya que luego del entretiempo, los hombres de negro revieron la sanción y antes de comenzar el tercer cuarto fueron a la mesa de control y le dieron por válida la anotación al interno visitante.

La vuelta de vestuarios siguió mostrando grandes diferencias en puntos, aunque Estudiantes comenzó a caer en errores que no se le habían visto en el cuarto anterior. Facundo Brizuela no tuvo tanta participación en ataque, producto de que el balón no le llegaba, y por consiguiente, el local abusó del tiro de tres. Unión, sin cambiar demasiado el libreto, también tenía a Whearty en la pintura como gran espectador de todo, siendo Mauro Rotschy el gran abanderado del cuarto para el conjunto verde.

Ya ubicados en el último cuarto, el bicho comenzó a limar la diferencia que tenía en contra de 15 unidades, siempre de la mano de Rotschy. Estudiantes siguió equivocando su camino, y con el tiro de tres que nunca entraba, le daba la chance al visitante para que corriera, acortara la distancia y no tuviera el reloj en contra. De esa manera, el elenco sunchalense se puso a solo siete unidades (78 – 71 y 80 - 73). Pero una ráfaga del base suplente Hernán Etchepare sentenció el juego. Con un triple, y un par de libres convertidos le dio la diferencia suficiente al albo para cerrar el juego. Juego que debió haber ganado de manera más holgada, y juego que se podría haber complicado aún más, si Matías Tomatis sumaba alguna unidad en ese último cuarto.

Síntesis
Estudiantes (87): La Bella 12, Gil 15, Álvarez 2, Perryman 16 y Ojeda 1 (inicial); Etchepare 12, Brizuela 6 (X), Aguirrezabala 13, Larrañaga 5, Scheines 5 y Camargo 0. DT: Álvarez.
Unión (82): Toriano 8, Rotschy 22, Tomatis 21, Segura 10 y Whearty 9 (inicial); Luchino 3, Skibski 4, Isola 4, Astrada 1, Caravelli 0, Giovanna 0. DT: Arduh.

Parciales: 25 – 18 / 52 – 35 / 75 – 60
Árbitros: S. Ibañez – Dinamarca.
Estadio: Dr. Osvaldo Casanova.

Completando el TNA1, en Venado Tuerto, Olimpia MAMI, que no mejora en la Segunda Fase, fue derrotado 73 a 72 por Racing-Echagüe en tiempo extra (habían empatado en 64). El local fue más durante tres cuartos, pero se quedó en el cierre y cedió ante un rival peligroso que tuvo como figura a Sebastián Arbillaga (27 tantos y 11-11 en libres).

Síntesis
Olimpia (72): Emiliano Maldonado 3, Matías Cudós 4, Selem Safar 7, Micah Brand 15, Diego Casemayor 19 (fi); Javier Ceci (x) 6, Damián Palacios 12 y Julián Espeche 6. DT: Víctor Daitch.
Racing-Echagüe (73): Sebastián Arbillaga 27, Ezequiel López 7, Tory Reed 11, Andrés García (x) 2, Santiago González 3 (fi); Matías Aluzzo 10, Nicolás Suárez 5, Bruno Mártire 6, Pablo Israeloff 2 y Alejandro Eiguren 0. DT: Juan Pablo Boadaz.

Parciales: 15-4, 35-24, 50-43 y 64-64.
Árbitros: Raúl Imosi y Jorge Sultani.
Estadio: Olimpia.
AdC

Onda verde para Ferro

Echagüe desaprovechó una gran oportunidad de ganar su primer partido como visitante. Porque pese a no jugar bien, siempre estuvo en carrera y en ciertos pasajes al frente del marcador, pero Ferro, sin demasiado brillo, tomó mejores decisiones sobre el final y en Caballito se quedó con el triunfo por 86 a 77 por la séptima fecha del TNA 2.

Echagüe comenzó muy dormido a jugar el partido y producto de esto, Ferro, con muy poco, logró establecer una mínima ventaja. El equipo de Caballito no tuvo un buen panorama colectivo y por eso apeló a la capacidad individual de algunos jugadores. Encontró el desequilibrio gracias a la impecable tarea de su extranjero Truscott (12 puntos en el primer chico) y Federico Arce (8), quienes convirtieron 20 de los 22 puntos que marcó el conjunto de Caballito en el cuarto inicial.

Fue esta, la única diferencia que se dio dentro de la cancha entre un equipo y otro en un primer tiempo muy flojo y con muchos errores. Echagüe cambió la actitud en el segundo parcial, mejoró en la marca y luego de estar 9 puntos abajo logró pasar al frente en el tanteador, 38-34. Mucho tuvo que ver en ese aspecto el trabajo de Leandro Portillo y Sebastián Porta, quien logró ganar el duelo en la zona pintada y eso le dio la posibilidad a su equipo de salir rápido y meter goles fáciles.

De todos modos, Echagüe no mostró una recuperación en lo grupal, sólo fueron momentos de lucidez que contrarrestaron la irregularidad de su rival. Tal vez, si hay que hablar de justicia, la igualdad en el tanteador tras el primer tiempo es el resultado más indicado (38-38).

El tercer parcial fue muy parejo, como el primer tiempo, pero mejoró mucho el juego de los dos equipos. Rasio y Portillo interpretaron que Mitchell era el jugador a buscar en ofensiva, porque el americano fue la vía de gol en los primeros minutos. Ferro también comprendió que su extranjero era el arma desequilibrante y a través de él, logró establecer la paridad en el juego. Sobre el final, Rasio convirtió un triple y luego, en una salida rápida, logró establecer una mínima diferencia para irse arriba en el último cuarto. Un parcial que no desentonó con el resto del partido pero que tuvo un factor determinante para establecer un ganador. Y fue la tranquilidad que tuvo Ferro para resolver las ofensivas, porque no fue mucho menos desprolijo que Echagüe para atacar, pero sí tuvo a un Federico Ferrini que entendió muy bien en qué momento había que golpear, definiendo él o recurriendo al hombre mejor ubicado.

Síntesis
Ferro (86): Diebold 0, Lamarque 20, Ferrini 15, Arce 10 y Truscott 21 (inicial); Baeza 0, Catapano 6, Pardal 14 y Crocce 0. DT: Alejandro Pepiche.
Echagüe (77): Portillo 12, Ledesma 12, Fernández 3, Romano 5 y Faltoni (inicial); Rebecchi 0, Rasio 16, Porta 11, Mitchell 18, Bertonchini 0 y Horst 0. DT: Horacio Seguí.

Jueces: Leyton-Niedfeld.
Estadio: Héctor Etchart.
Sebastián Gálligo – Diario Uno.

Emanuel Niel
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