Es sólo una cuestión de actitud

Gimnasia y Esgrima de Comodoro tuvo muchísimos inconvenientes para arribar a la Ciudad de Buenos Aires. Todos sus foráneos –incluso los nacionalizados- tuvieron que emprender viaje vía terrestre en el día de ayer para llegar a la Capital Federal unas horas antes del partido. Esto atentó con el rendimiento de los jugadores sureños que llegaron a pedir el reemplazo debido al cansancio.

“No es excusa, pero tuvimos problemas con el traslado y se nos complicó el panorama” expresó Fernando Duró a la salida de los vestuarios luego de la derrota de su equipo.

El entrenador de Boca, Carlos Duro pudo contar con Martín Leiva pero luego debió sacarlo ya que el ex jugador de Ferro se encuentra con un cuadro de anginas y con fiebre. Así y todo, el pívot jugó unos minutos pero evidenció que no podría permanecer mucho en el juego.

Por tal motivo, los xeneizes saltaron a la cancha con Diego Alba, Quinteros, Fernando Malara, Matías Sandes y Antonhy Bishop. Sin Leiva en el quinteto inicial, Boca necesitaba alguien que haga el juego sucio y se podría sentir mucho la ausencia de éste como en el encuentro frente a Ben hur por la Liga Sudamericana.

El conjunto verde de Comodoro arrancó el partido de manera demoledora. Pablo Molde era el encargado de marcar a Paolo Quinteros y lo hizo correctamente. En el primer cuarto los sureños metieron 5/8 en triples. Esto le facilitó tomar distancia y a dominar el partido a su manera.

Por otra parte, el elenco auriazul estaba sin ideas, superado por la efectividad desde el perímetro de la visita y cayó en un pozo que lo llevó a perder 32-12 sobre el inicio del segundo cuarto. Inmediatamente, los xeneizes achicaron la diferencia en quince puntos y lograron terminar por ésa cantidad de puntos abajo al cierre del primer tiempo.

El marcador favorecía a la visita por 45-30 y se observaban caras largas en los locales que se retiraban hacia los vestuarios con mucho desconcierto. En contraposición estaban los dirigidos por Fernando Duró que estaban confiados de arrebatarle un triunfo a Boca. Desde el banco, Leandro Masieri (4/6 en triples en este pasaje del juego) le dio oxígeno a los verdes que cuando tuvieron el momento para agrandar la diferencia jugando al poste bajo, optaron por los tiros de tres y la efectividad comenzó a caer.

Diez minutos le bastaron a Carlos Duro para convencer a sus jugadores que el partido no estaba perdido y que podían darlo vuelta si cambiaban la actitud y jugaban como ellos saben.

El quinteto Cequeira, Quinteros, Malara, Sandes y Bishop volvieron de los vestuarios hechos unas fieras. En poco más de dos minutos y medio clavaron un parcial de 13-0 para quedar a sólo dos puntos, 45-43.

Los comodorenses se quedaron verdes. Tardaron tres minutos en convertir en el tercer cuarto y fue desde la línea de los suspiros con dos libres de Rupero Herrera que se vistió de caudillo en este tramo del encuentro.

En el tercero de los capítulos Boca igualó la cantidad de puntos que había logrado en el primer tiempo y así cerró 60-59.

El ingreso de Kenneth Williams por Leonardo Peralta fue clave. El ex- NBA mostró sus credenciales, comenzó a hacerse respetar y a ser uno de los principales “héroes” de la noche. Con trece puntos y cuatro rebotes apareció junto a Bishop (15 tantos y 13 rebotes) y Paolo Quinteros (19 unidades) para darle una importante victoria a Boca de cara a quedar entre los primeros cuatro.

Síntesis
Boca Juniors (84): Diego Alba 2, Paolo Quinteros 19, Fernando Malara 8, Matías Sandes 6, Anthony Bishop 15 (FI); Leonardo Peralta 4, Fernando Funes 2, Luis Cequeira 15 y Kenneth Williams 13. DT: Carlos Duro.

Gimnasia (75): Gabriel Cocha 13, Pablo Moldú 6, Charles Jones 5, Ruperto Herrera 10, Damon Thornton (x) 8 (FI); Jervaughn Scales 10, Leandro Masieri 21, Santiago Haag 2 y Matías Barberis 0. DT: Fernando Duró.

Árbitros: Darío Rodríguez y Raúl Imosi.
Parciales: 12-27, 30-45 y 60-59.
Estadio: Ferro Carril Oeste

Alejandro Paredes
aleparedes72@hotmail.com
Especial para Pick and Roll


Una función a toda orquesta

Regatas Corrientes no dejó dudas ante Peñarol: lo venció cómodamente por 83-72 y trepó al 9º puesto beneficiado por la derrota de Estudiantes, de Olavarría, su rival de mañana. Chuckie Robinson se impuso en el duelo de artilleros ante Joseph Bunn y las 3000 personas que fueron a alentar a los de Carlos Bualó despidieron al equipo con un cerrado aplauso.

La expectativa que generó Regatas después de su “doblete” de visitante era enorme. Acaso como consecuencia de ello fue que el Estadio de los Sueños lució anoche repleto, radiante, vestido de gala para recibir al –a priori– complicado Peñarol, de Mar del Plata.

Regatas ahora suma 48 puntos, media unidad más que Estudiantes, Peñarol y Quilmes, que se acopló al pelotón con su éxito frente a Deportivo Madryn. En consecuencia, depende de sí mismo para mantener ese lugar en la tabla y, si Ciclista no le gana a Libertad mañana, tiene la posibilidad de quedar entre los ocho primeros.

Apenas al principio Peñarol demostró algo más de solidez para la marca y se puso 6-2. Algunos destellos de Pittmann, con penetraciones punzantes, fue el argumento más requerido (8 puntos en el primer cuarto); así los marplatenses trataron de manejar el score, aunque por escasa brecha. Hasta que, promediando el parcial, Regatas impermeabilizó su zona pintada, cediéndole espacios en el perímetro a su rival. Por suerte, la apuesta le salió bien porque Peñarol sólo metió un triple en 6 intentos.

Entonces, al asegurar los rebotes, Regatas pudo ensayar réplicas claras. Dentro de ese contexto sobresalió Robinson, un especialista para definir en contragolpe, que sumó nueve en ese lapso.

Precisamente con una acción de foul y gol del ala pivote estadounidense el local pasó al frente y terminó ganando por 20-18 los primeros diez minutos.
De todas maneras, Regatas mejoró en el segundo chico. En dos minutos ya se puso a siete (27-20) mediante una gran defensa y prolijidad en ataque, apenas alterada por un par de balones mal entregados.

El tema fue que no pudo saborear mucho la diferencia porque Peñarol empató en una ráfaga, con otro triple de Barrios y la aparición en escena de Bunn. Sin embargo, justo cuando más lo debe demostrar, Regatas hizo un curso acelerado de madurez de modo que nada parece repercutir en su ánimo: siguió defendiendo con acierto en el hombre a hombre –Bunn fue el único al cual doblaron en ocasiones– y en ataque se lucieron Brown (9) y Robinson (7) para tomar distancia de 43-35 al finalizar el primer tiempo.

Salvo la ineficacia alarmante en tiros desde la línea de 6.25 metros (0-8 hasta el tercer cuarto), el partido que hacía Regatas era para aplaudir. Clausuró la llave y anuló el juego interior de Peñarol, más allá de lo que pudo sumar el obstinado Bunn –a veces pareció luchar solo contra el mundo–.

Una ventaja más que alentadora tomó Regatas en 22:35 de juego, el tablero indicaba 49-35 y el aliento de las tribunas no se hacía esperar. Chuckie siguió inspirado y con el aro entre ceja y ceja; entre Reinick y Centeno se complementaban para atajar a Bunn; el recambio otorgaba dividendos; todo funcionaba a pedir de Bualó y compañía.

La impotencia de Peñarol quedó reflejada en el técnico que le cobraron a Sebastián Rodríguez en el tercer período. El equipo de Narvarte no encontraba la respuesta y su capitán se dirigió de mala manera con el juez Mendoza, que enseguida lo sancionó.

Por entonces Regatas se dedicaba a manejar la diferencia mientras el reloj se consumía. Pero de repente, mediante una arremetida del propio Rodríguez (ocho seguidos) y el acompañamiento de Bunn y Barrios, los “milrrayitas” lanzaron la última amenaza: se pusieron 68-75 con dos minutos y medio por delante. Fue allí cuando surgió un verdugo inesperado como Alejandro Reinick, quien clavó 5 tantos al hilo y frenó la reacción. Después, entre Agudo y Oroná se encargaron de sepultaron las intenciones de Peñarol y, por contrapartida, darle vida a las esperanzas regatenses.

Síntesis
Regatas Corrientes (83): Hernando Salles 9, Javier Martínez 6, Cleotis Brown 12, Chuckie Robinson 28, Alejandro Reinick 14 (FI); Gustavo Oroná 9, Ricardo Centeno 0 y Edgardo Agudo 5. DT: Carlos Bualó.

Peñarol (72): Sebastián Rodríguez 18, Juan Manuel Locatelli 4, Joshua Pittmann (x) 15, Joseph Bunn 22, Pablo Barrios 10 (FI); Mariano Byro 0, Claudio Farabello 3, Fernando Titarelli 0 y Marcos Mata 0. DT.: Guillermo Narvarte.

Parciales: 20-18, 43-35 (23-17), 60-49 (17-14) y 83-72 (23-23).
Árbitros: Fernando Sampietro y Leonardo Mendoza
Cancha: Estadio de los Sueños.
Carlos Zeniquel (h) Diario “época”