¿Quién es este jugador?

El Lunes arrancó en Bahía Blanca, la edición número 77 del torneo local de básquetbol, que organiza la ABB (Asociación Bahiense de Básquetbol). Año tras año, este torneo que transcurre desde abril a diciembre y se divide en dos certámenes, despierta mucha atención dentro del ambiente basquetbolero de la ciudad. Es por ello que siempre la primera fecha tiene un marco espectacular de gente, el cual se repite en todos los escenarios.

Esta adjetivación (espectacular) quedó chica para el show que se vivió en la cancha de Pueyrredón. Allí, el local, recibió la visita del actual subcampeón del certamen, Villa Mitre, que mantuvo la base y se reforzó con un par de nombres de peso. Aunque esa noche, todos quedaron atrás.

Cuatro camarógrafos, dos fotógrafos y siete medios fueron a cubrir el partido; todos por el mismo móvil: Hernán Abel Montenegro. El “loco”, que bajó 14 kilos en dos meses, volvió al torneo local luego de nueve años, y con más de tres de inactividad. Su última aparición fue en la Liga Nacional, con Estudiantes, en la 02/03, por el cuarto juego de la llave de permanencia, ya que no pudo estar en el quinto y definitorio ante Ferro debido a un fuerte estado gripal.

El estadio, al cual se le agregaron dos tribunas ante la expectativa que generaba el retorno de uno de los mejores jugadores bahienses y argentinos de todos los tiempos, contó con un lleno absoluto. Casi 1000 personas se dieron cita ante un encuentro que conjugó algunos factores, que en la previa, no se tenían en cuenta.

Para el retorno de Hernán, se dio, que este compartiera la cancha con otros cuatro ex Liga Nacional. Por Villa Mitre, el caso de Fernando “El Flaco” Lliteras, quien interviniera en la Liga del 85. Por Pueyrredón estuvieron Ricardo Segal (5 temporadas, su última la 91/92), Sebastián Acosta (jugó la 00/01) y Eddie Roberson (3 temporadas, su última, la 01/02).

A estos hay que sumarles a Leonardo Renzi (2 temporadas, su última, la 04/05) y Roberto Canutti (jugó la 03/04), quienes disputaron el TNA. Como para completar el marco, en los bancos de suplentes otros dos viejos conocidos de la LNB. Por el lado del local, Sergio Errazu, hermano de Mario, quienes estuvieron en Gimnasia y Esgrima de Comodoro Rivadavia; mientras que por el visitante estuvo un ex jugador de la Liga, quien con esta suma su segunda temporada como coach: Martín Ipucha.

El histórico pivot de 2.08 ingresó como inicial y de entrada se hizo notar. Con mucha presencia en la pintura, Montenegro culminó los dos primeros cuartos con 15 puntos, encabezando la ofensiva de Villa Mitre. Si bien se contracturó en los primeros minutos, se lo vio bien en lo físico y conservando tanto el toque especial como la visión de cancha. Finalmente, su planilla terminaría con más de 30 minutos en el parquet, 32 puntos, 9 rebotes, 5 pérdidas y 3 recuperos.

“Estoy preocupado porque me contracturé en el primer cuarto. Eso es cuando uno hace cosas de pendejo. Hay que asumir que uno tiene cuarenta años y hay unos giros que ya hace rato que dejé de hacerlos, y hay que dejar de hacerlos porque no voy a poder terminar de jugar” comentó cuando salió del vestuario, un siempre auto crítico Montenegro.

“Me sentí bien. Me siento ágil, me siento liviano. Me falta jugar, me falta ritmo de cancha, me falta jugar con el equipo. Pero para un primer partido no me sentí mal. Obvio, tengo que volver otra vez mentalmente al juego. Hay situaciones de juego que no estoy dominando, y que tengo que dominar”.

“El clima fue divino. Jugar para esta gente, para toda la gente a cancha llena le sirve a la liga local, creo que le sirve a todo el mundo, no importa quien lo logre o quien lo haga”.

Finalmente, a la pregunta ¿valió la pena volver? Hernán muy contundente dijo: “Si ¿cómo no va a valer la pena?. Yo cuando veo esto, veo la gente, veo la cancha llena, la alegría… (un parate en el diálogo, una mirada panorámica, y un suspiro de satisfacción siguieron a la última palabra) lástima que no le pudimos dar la victoria”.

Días atrás, en La Nueva Provincia, el diario de Bahía Blanca, el ex centro de la selección nacional afirmó que el problema no es cuando te putean, sino, cuando dejan de hacerlo. “Ahí retirate, porque ya no provocas odios ni amores. Que te ignoren es lo peor que puede pasarte”.

A criterio propio, creo que Hernán Abel Montenegro puede dormir tranquilo, ya que siempre va a generar cosas. A favor o en contra, tanto de sus comentarios como de su persona, el “loco” es un histórico de nuestra Liga, y por ello, su imagen, esté donde esté, siempre producirá reacciones.

Uno de los jugadores más talentosos y vistosos que tuvo nuestra liga, volvió al romance de las canchas, y hoy señores, yo brindo por eso.

Emanuel Niel
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