Se podía sospechar con que Argentina no se exigiría al máximo en el último partido clasificatorio del grupo “A” ante Serbia y Montenegro. Al campeón olímpico no le cambiaba nada su ubicación como primero de su zona. Sin embargo, el amor propio y cierta rivalidad pudieron más que la especulación y los argentinos jugaron sin guardarse nada. Declaraciones de los protagonistas.
Para Emanuel Ginobili este partido fue “una prueba, porque veníamos de partidos fáciles y acá tuvimos una oposición importante. Si bien para nosotros no significaba mucho y no teníamos presión, jugamos a muerte. Fue una buena prueba, además por la rivalidad que nació entre ambos equipos, que nos sirvió para seguir creciendo. Estoy orgulloso de este equipo, que sin nada que perder, dejo todo en la cancha”.
El escolta argentino, que termino con 13 puntos, analizo el partido: “En el primer tiempo cometimos varios errores defensivos y ellos nos quisieron llevar a un juego friccionado, algo que es normal para un equipo que esta necesitado de ganar. Así nos sacaron una ventaja. Nosotros estuvimos mas frescos al final, aprovechamos que los árbitros dejaron jugar mas en el cierre y no fallamos los tiros clave”. Sobre su altercado con Igor Rakocevic, Ginobili manifestó que “fue por una jugada rara y peligrosa, porque me engancho, me trabo el codo y se me cayo encima. Me pudo lastimar y por eso le reclame al arbitro y cruce algunas palabras con el”.
Cuando Ginobili no estuvo en cancha su reemplazante fue Carlos Delfino y el santafecino tuvo una actuación fundamental, con un pasaje de tres triples seguidos que pusieron a Argentina nuevamente en juego, tras estar 8 puntos abajo en el marcador. “Fue un partido caliente, por la historia reciente, por la derrota en Singapur y porque nos conocemos mucho. Lo tomamos casi como un clásico y dejamos todo por ganarlo, aunque no nos dejara más que la satisfacción personal de la victoria. Quedo demostrado que seguimos teniendo hambre y que no nos aflojamos nunca. En ciertas forma fue una revancha de la paliza que nos dieron en la preparación y además los mandamos a jugar el cruce con España”.
Sobre su tarea decisiva, Delfino no quiso profundizar, aceptando que “esta vez me toco a mi un mayor protagonismo, como antes a Chapu (Noción) o a Walter (Herrmann). Esto demuestra que el equipo cuenta con muchas variantes y la virtud del equipo es saber explotar al hombre que esta en un buen momento. Anote varios triples, pero tambien ayude en la defensa sobre Rakocevic, logrando que no reciba en el final. El partido lo ganamos con defensa”.
El entrenador Sergio Hernandez valoro la actuación de Delfino: “Me alegro por el. Se lo merece, porque trabaja duro en cada entrenamiento, esta siempre dispuesto a ayudar al equipo en la tarea que le encomendamos y demuestra que es muy competitivo. El muere por jugar, aunque siempre esta apoyando a Manu (Ginobili)”.
Otro hombre determinante en el tramo final fue Ruben Wolkowyski. Su excelente marcación sobre Milicic en el cierre fue otra de las claves de la victoria. “Ellos salieron a jugarse la vida para no terminar cuartos, pero Argentina opto por no renunciar a la victoria. Peleamos como si ella dependiera la clasificación. Terminamos invictos algo que hace bien a nuestra imagen para los octavos de final”. En su análisis fue “un lindo partido, parejo, duro y difícil que nosotros resolvimos bien, con una defensa al limite de la falta. En los últimos minutos trate de negarle la recepción a Milicic por delante y eso los complico. Ellos no hicieron cambios y Rakocevic y Milicic llegaron cansados al cierre, lo que es determinante en este nivel. Argentina demostró que tiene recambios de garantía”.
Sobre el partido, Hernández opino que “las claves estuvieron en una mejor defensa al final sobre Rakocevic, con la que lo agredimos y no lo dejamos que el tuviera la iniciativa. También la de Wolkowyski sobre Milicia y la entrada de Delfino, que nos dio poder ofensivo”.