Viaje rápido y entrenamiento nocturno

El plantel argentino arribó al hotel Urawa Royal Pines a las 11.20 del viernes, luego de un viaje de una hora y 40 minutos en el tren bala desde Sendai. Al llegar a la concentración el equipo argentino se encontró con la complicación de que el ingreso al hotel se realizaría a las 13, al mismo tiempo en que debía cumplir con su entrenamiento. Ante esto, se decidió pasar la práctica para las 18 y que el equipo pudiera descansar tras el almuerzo, ya que la salida desde Sendai lo obligó a despertarse a las 6.30.

En entrenador Sergio Hernández explicó que “fue un error de la organización, que superpuso el horario de entrada al hotel con el de la práctica y no había tiempo material para hacer las dos cosas. Nos ofrecieron una sala para que el equipo se cambiara, pero lo rechazamos porque nos pareció desprolijo. Finalmente hicimos una gestión para que nos cambien el horario y conseguimos pasarlo para la tarde”.

Una vez instalado en el hotel, las habitaciones se distribuyeron de idéntica manera que desde la concentración en Santa Fe para la disputa del Super 4: Oberto-Wolkowyski, Ginóbili-Scola, Sánchez-Gutiérrez, Herrmann-Delfino, Nocioni-Gutiérrez y Prigioni-Farabello. El resto se ubicó así: García-Alvarez, Grippo-González Chamosa y Cassettai-Vartanián, mientras que Hernández, Tolcachier y el presidente de la delegación, Federico Hausberger, se ubicaron en habituaciones individuales.

En el entrenamiento en el Saitama Super Arena, estadio con capacidad para 21 mil espectadores, el equipo argentino realizó ejercicios de lanzamientos y trabajos físicos regenerativos con el preparador físico, Manuel Álvarez, durante una hora. De regreso al hotel los jugadores Fabricio Oberto, Pepe Sánchez y Walter Herrmann y el entrenador Sergio Hernández atendieron a la prensa argentina durante media hora.

Luego de la cena el equipo tuvo una reunión de video, en la que se les presentaron las características individuales de los principales jugadores de Nueva Zelanda y los sistemas ofensivos del equipo, a partir de lo cual se determinó la estrategia defensiva argentina. Además se vieron acciones de los últimos dos partidos disputados ante los neocelandeses, en los Juegos Olímpicos y el amistoso disputado en Buenos Aires.

Sobre el cruce de octavos de final ante Nueva Zelanda, Hernández sostuvo que “somos dos equipos que jugamos diferentes. Ellos proponen un juego de vértigo, intenso y de muchos tiros de tres puntos, mientras que nosotros jugamos más controlados, aunque en este Mundial estamos bien en triples. Tenemos que sacarlos de su ritmo y bajarles el goleo, dejándolos en 60 ó 65 puntos. En la defensa volverá a estar la clave”.

Nueva Zelanda terminó en el cuarto lugar del grupo B, disputado en Hiroshima. Luego de perder sus primeros tres partidos ante España, Angola y Alemania, logró una victoria angustiosa ante Japón y otra ante Panamá en el cierre, con las que aseguró su pase a octavos de final

Uno de los temas recurrentes en las horas previas al partido Argentina-Nueva Zelanda es el inusual horario de las 10 de la mañana en el que se disputará. Para prepararse para el encuentro, el plantel argentino se despertará a las 7 de la mañana, desayunará a las 7.45 y a las 8.30 saldrá para el estadio, ubicado a 25 minutos del hotel.

Pepe Sánchez declaró que “no es normal que en el básquetbol profesional se juegue a esa hora y mucho menos en un Mundial. Nos obligará a modificar hábitos y seguramente no dormiremos bien, porque no vamos a poder dormirnos muy temprano. Pero será igual para los dos equipos, por lo que nadie tendrá ventajas”.

Sobre el mismo tema, Carlos Delfino, fue más categórico: “Es un papelón que pongan un partido a ese horario, porque los jugadores no estamos acostumbrados a jugar tan temprano. Es una instancia decisiva de un Mundial y parece que no sirvió de nada ganar nuestro grupo”.

Alejandro Pérez - Prensa CABB