¿Será así todo el año?

Larga vida al clásico del país. Más de 3500 personas le dieron calor al amistoso previo a la Liga con carácter de copa oficial. Se vio un espectáculo mucho mas digno de la tradición de este derby, lejos de la pobre noche de la primera fecha de esta Copa.

Y si el juego no tuvo más emoción fue porque Quilmes tuvo su noche para el olvido. El partido se abrió en el segundo cuarto y Peñarol tomó diferencias ante un rival que penó como nunca su falta de gol. Con el resultado abierto por 20 puntos de distancia solo quedó el costado emocional y la lucha de los dos. Pero el ganador se definió mucho antes del final.

Lo gana Peñarol porque supo poner en aprietos a la ofensiva cervecera. El equipo del negro Romano, en la vorágine de cambios y de lesiones lentamente va mostrando cosas de atrás para adelante. En la defensa tanto en individual como en zona va sacando réditos para vivir luego de un ataque que bien o mal meterá 75 puntos.

Salvo en el último cuarto, Peñarol no permitió segundas instancias (4 rebotes ofensivos en 30 minutos para Quilmes) sobre la descomunal cantidad de tiros errados por el rival. La virtud de proteger el canasto lo llevo a Peñarol a salir rápido y cuando no pudo correr no forzó balones y paró muy bien la pelota (apenas 9 pérdidas en total).

En el primer cuarto sacó diferencias porque tuvo bien repartido el goleo y se aprovechó de un Quilmes que ya mostraba la cara de lo que sería el resto de la noche (3/7 en libres, 5/11 en dobles y 1/2 en triples). Marcos Mata emparejado en un duelo de aleros con Ramzee Stanton lentamente fue convirtiéndose en el jugador más determinante del juego. Mientras el partido fue parejo, Mata fue el mejor jugador de la cancha.

En el segundo cuarto se produce el quiebre que no sería definitivo por la distancia de 15 puntos a falta de 20 minutos no dice mucho, pero si marcó de manera decisiva la tendencia: Quilmes no tenía gol y Peñarol debería rifar el partido para perderlo.

El milrayitas ensayó con todo éxito una zona presión que salía ahogando el traslado desde el campo rival y una vez en su propia cancha se recostaba en 2-3. Ante la carencia de tiro exterior de Quilmes (0/3) formó un bloque compacto cerca del aro. Y con la larga dotación del plantel no tuvo empacho en meter la mano y cometer faltas para mandarlo a la línea de libres donde el cervecero también fallaba (22/38, 57% con Robinson 5/12).

Para el equipo de Oscar Sánchez en el podio de la decepción se ubican Sebastián Ginóbili, Javier Martínez y Ramzee Stanton, su media cancha titular. En el medio del descalabro, los relevos Juan Pablo Sánchez y Agustín Carabajal entraban en un equipo partido tratando de ser la salvación. Nada pudieron hacer.

Quilmes lanzó 16/39 en dobles 41%, 2/18 en triples 11% y 22/38 en libres 57%. Muchos de los tiros no fueron forzados, aunque la defensa de Peñarol exigió siempre, la carencia de gol del cervecero por momentos fue alarmante.
Una vez que el partido tomó la tendencia absoluta de 20 puntos quedaron algunas cosas para destacar. La actuación de Juan Manuel Locatelli (10 puntos y 9 rebotes) fue la que hace mucho no se ve, con mucha entrega, sacando diferencias cuando fue marcado por Ginóbili e incluso Stanton.

Peñarol sufrió contra la zona de Quilmes del último cuarto y aunque el partido estaba definido sirve como signo de atención. Sólo quiso vulnerarla con triples (4/18 en el partido). De todos modos el milrayitas cuenta con dos joyas: Marcos Mata y Alejandro Diez son juveniles y entregan cosas como si fueran un titular más. Mientras Quilmes se queda con la preocupación de un partido muy pobre en ofensiva, Peñarol pone proa rumbo a la ilusión. Falta Pittman, Osborne debe mejorar su físico y ahora viene Gimnasia de Comodoro. Como para seguir la novela.

Síntesis
Peñarol (76): Sebastián Rodríguez 14, Juan Manuel Locatelli 10, Marcos Mata 14, Gabriel Mikulas 6 (x) y Jason Osborne 9 (FI), Matías Pelletieri 6, José Muruaga 4, Sebastián Festa 3 y Alejandro Diez 10 (x). DT Carlos Romano

Quilmes (60): Sebastián Ginóbili 7, Javier Martínez 14, Ramzee Stanton 9, Chukie Robinson 9 y Pedro Calderón 15 (FI); Diego Brezzo 4, Juan Pablo Sánchez 0 y Agustín Carabajal 2. DT: Sánchez.

Parciales: 21-16, 41-26, 57-37
Árbitros: A. Chitti – G. Tarifeño
Estadio: Polideportivo Islas Malvinas (Publico 3600 espectadores)
Autor: Pablo Tosal (ptosal@pickandroll.com.ar)

Estudiantes por mucho y por poco

El histórico elenco de la Liga Nacional tuvo un primer tiempo arrollador, donde lideró cómodamente y llegó a sacar 17 puntos de luz. En el segundo, por errores propios y virtudes de El Nacional, su diferencia se llegó a reducir a un solo punto, y si bien estuvo complicado en lo táctico, se quedó con el encuentro por 85 a 75.

Para el conjunto que orienta Guillermo López, el partido pasó de ser todas certezas a muchas incertidumbres, en un lapso de tiempo realmente sorprendente. El partido comenzó mejor para el visitante, que rápidamente se fue arriba 8 – 0 en el tanteador, producto de ofensivas bien aceitadas y buenas defensas en el poste bajo local.

A través de Mario Sepúlveda y algo de Federico Ferrini, el CEN buscaba equiparar la balanza, aunque se siguieron viendo diferencias. Si bien el primer chico culminó 21 a 16 favorable al huésped, en el campo de juego la ventaja era mayor.

Y esa brecha se plasmó en el segundo periodo. Nuevamente el arranque fue para Estudiantes, esta vez por 11 – 0, para sacar 16 de luz (32-16). El dueño de casa no solo no encontraba la forma de resolver en ataque, sino lo que es peor, no podida frenar la ofensiva de su rival.

El debut del saltarín colombiano Stalin “Stalo” Ortiz fue muy bueno, ya que no solo se brindó con penetraciones explosivas y un par de bolcadas impensadas para jugadores de su tamaño, sino que además su aporte en defensa fue meritorio, frenando el avance de Federico Ferrini. Con un desolador 48 a 33 el anfitrión se fue al descanso largo con un horizonte negro.

Pero los nubarrones se fueron disipando a medida que corrió el tercer chico. Es que el albo entró dormido, luego se complicó solo, y para cerrar un cuarto preocupante no tuvo respuestas ante la férrea defensa impuesta por los de Juan Andrés García. De ir perdiendo por 17, el celeste se puso a cinco restando un minuto, y finalmente entró al último acto abajo por seis, 61 a 55.

Las cosas no mejoraron para el flamante ascendido a la Liga “A”. En menos de dos minutos de comenzado el periodo final, su rival se puso a uno (62 a 61) y le comenzó a pisar los talones, sin poder pasar al frente. Las faltas comenzaron a jugar un papel fundamental por ambos lados.

En el conjunto que hará las veces de local en el balneario de Monte Hermoso, no terminó el juego Federico Ferrini, mientras que con cuatro fules quedaron Sebastián Farías y Anthony Evans. En el de calle Santa Fe, Gerardo Barrera, Fernando Titarelli y Mariano Pizzo debieron dejar el rectángulo de juego, mientras que al límite quedaron Calvester Ferguson y Hernán Etchepare.

Estudiantes logró poner una diferencia de cinco a su favor, aunque nunca terminó de cerrar el encuentro. En principio, por la buena defensa presión del otro equipo, y en parte también, por los errores de sus bases (tanto Titarelli, como así también Etchepare).

De todas formas el visitante se pudo quedar con el triunfo y de esta manera cortó una racha de tres juegos sin poder ganarle, al que algunos consideran, su nuevo clásico rival.

Síntesis:
El Nacional (75): Sahdi 7, Ferrini 15 (X), Sepúlveda 10, Zago 10 y Evans 12 (inicial); Heinrich 4, Farías 14, Saavedra 0, Gutiérrez 0 y Ugarte 3. DT: García.

Estudiantes (85): Titarelli 8 (X), Pizzo 8 (X), Franco 9, Barrera 11 (X) y Ferguson 12 (inicial); Scheines 0, Etchepare 7, Ortiz 22, Ghirardi 8, Amore 0 y Paletta 0. DT: López.

Parciales: 16 – 21 / 33 – 48 / 55 – 61
Árbitros: Mendoza – Gabe.
Estadio: Norberto Tomás.
Autor: Emanuel Niel (eniel@pickandroll.com.ar)

Fotografía: Majo Gil - Depto. de Fotografía de Pick and Roll

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