Lo dejó con la Boca abierta

Los dos equipos traían realidades diferentes apenas comenzada la Liga, la necesidad era de Boca que jugó un partido 40 minutos concentrado y luchando cada balón. Peñarol también lucho el partido, pero por algún motivo se quedó trabado en las serpentinas y guirnaldas de los festejos del clásico. Peñarol nunca estuvo en jugo. Ni un solo minuto de toda una larga noche.

Seguramente costará en toda la Liga ver que un equipo domine a Peñarol desde el minuto cero y el milrayitas se quede sin respuesta. Máxime si se tiene en cuenta que fue justamente al revés, Peñarol dominando casi a voluntad a Boca apenas 13 días atrás en Rosario, acaso perdiendo un partido que no merecía perder.

Pero anoche en el estadio Polideportivo Boca no dejó dudas porque respondió de la manera más sencilla y eficaz a cualquier planteo estratégico. Con Peñarol apoyado en una defensa hombre a hombre buscaron el juego interior de Martín Leiva y el pick and Roll entre Legaria y Gutiérrez. Cuando Peñarol fue a zona, apareció el perímetro que se negó en la final de la Copa Argentina. Leo Gutiérrez destrabó el juego con tres triples de su sello. Tomó el eje de cancha y clavó tres puñales seguido en el corazón de la defensa milrayitas.

Con un triple más de Legaria y otro de Martín Leiva y ante el escaso volumen ofensivo de Peñarol que chocó toda la noche contra su oponente la distancia del primer cuarto marcó la tendencia del partido: 25-13. Boca y Peñarol sabían que no estaban jugando el mismo partido que el de Rosario. Las urgencias ahora eran de Peñarol y Boca dominaba los tiempos de juego.

El asistente Gabriel Picatto dirigió el equipo porque el técnico Eduardo Cadillac tuvo una fecha de suspensión por su expulsión ante Madryn. El coach movió el banco muy temprano y con la primera distancia larga (9-18 a falta de 4:00) justo cuando Carlos Romano pidió minuto para frenar la lluvia de triples de Gutiérrez, Picatto lo mandó al banco y puso a Lázaro Borrel para combatir (sin éxito) las diferentes alternativas zonales de Peñarol.

En el segundo cuarto siguió probando el local con triángulos y zonas de diferente imagen (1-2-2, 2-3) ajustes, todo un repertorio de salidas no convencionales para buscar que Boca tropezara en algún momento. De todos modos, incluso errando la visita mucho más (6/12 en dobles y 1/5 en triples) Peñarol no pudo correr la cancha.

Cuando Leo Gutiérrez volvió al juego apenas faltaba 1 minuto para que termine el primer tiempo y poco pudo hacer. Boca ganó el cuarto 16-15 porque su defensa siempre exigió a Peñarol a lanzar incómodo.

Martín Leiva fue un claro dominador del juego aéreo, y a su lado apareció Maurice Spillers, que más allá de su plástica forma de correr la cancha y atacar de contraataque resultó muy útil a la hora de defender. Romano con la ausencia de Locatelli se fastidió mucho en la posición del alero. Luego de sentarlo a Mata, probó con el terceto Mikulas – Osborne y Diez al mismo tiempo, alternando Mikulas – Osborne con Pelletieri. Pero poner un equipo alto en cancha no le solucionó a Romano sus problemas ofensivos (aunque se equilibró en defensa).

En el segundo tiempo la diferencia se fue ampliando y el partido se terminó en el tercer cuarto. Aunque la diferencia al cabo del tercer parcial era de 21 puntos (63-42) la impotencia que mostraba Peñarol dejaba la clara imagen que podían jugar toda la noche y nunca lo alcanzaría. Peñarol quería barajar y dar de nuevo.

En el tercer parcial con otra ráfaga de Leo Gutiérrez se terminó todo. El medallista olímpico clavó otros dos triples y sumó 17 puntos en un ratito (había tirado entonces para 22). Peñarol buscó ahora con un terceto liviano en el perímetro (Rodríguez-Festa y Muruaga) y ni así. Quiso acortar las distancias pero sus tiradores tuvieron una noche fatal (Festa 0/6, Mata 0/3, Pittman 1/4) Sólo Muruaga (3/5) y Rodríguez (2/4) mantuvieron buenos porcentajes. Con 7/24 en triples (29%) y la sin peso en el juego interior, Peñarol apenas sumó 62 puntos.

Boca se quedo con su primera victoria en el torneo. Llegó condicionado por la doble derrota de local (uno en Santa Fe) y la exigencia sobre este equipo es mucha. El debut de Maurice Spillers ratificó que este alero con sus actuales compañeros rendirá y muy bien. Con una actuación así ¿quién duda de Boca ahora?.

Síntesis
Peñarol (62): Sebastián Rodríguez 14, Marcos Mata 0, Joshua Pittman 14, Matías Pellettieri 5, Jason Osborne 8 (FI); Gabriel Mikulas 5, Alejandro Diez (x) 2, José Muruaga (x) 9, Sebastián Festa 0, Nicolás Lauría 3 y Valentín Blanco Vecchi 2. DT: Carlos Romano.

Boca Juniors (84): Raymundo Legaria 8, Gustavo Oroná 8, Matías Fioretti 8, Leonardo Gutiérrez 21, Martín Leiva (x) 10 (FI); Lázaro Borrell 9, Maurice Spillers 9, Luis Cequeira 7, Jonatan Slider 4, Lucas Ortíz 0, Julián Aprea 0 y Martín Miner 0. DT: Eduardo Cadillac.

Parciales: 13-25, 28-41, 42-63
Árbitros: Roberto Smith y Juan Fernández.
Estadio: Polideportivo Islas Malvinas (2500 espectadores)
Autor: Pablo Tosal (ptosal@pickandroll.com.ar)

Foto: Gentileza Diario Olé.

El albo, de primera

Estudiantes cumplió ante su público. Utilizando las tres “G” (ganar, gustar y golear), sumó su primer victoria en el retorno a la elite del básquetbol nacional, destacándose los 34 puntos logrados por Stalin Ortiz, mientras que Ciclista tuvo en Diego Prego con 20 a su caballito de batalla. La mala noticia para el local fue la lesión de Mariano Pizzo.
Sabido es que para aspirar a algo dentro de este certamen, por muy chiquita que sea esa meta (o muy grande, todo depende de la importancia interna que se le de) es necesario tener una base. Esa base se puede materializar, por ejemplo, en los triunfos en condición de local.

En su primera presentación como local, el albo no titubeó. Si bien el juninense mostró claros síntomas de extrañar a Chima Igwe (suspendido por una fecha) la victoria estuvo al margen de la presencia del segundo refuerzo foráneo del equipo que orienta Adrián Capelli.

El primer cuarto mostró paridad y eficacia en ambos costados de la cancha. El bahiense aprovechaba los ataques rápidos, los cuales encontraron siempre mal parada a la defensa visitante; mientras que el huésped, quemando mpás segundos en su cuenta de posesión, siempre se las ingenió para concretar sus puntos desde la pintura (vía Fleming o penetración perimetral).

En ese arranque Mariano Pizzo sintió un dolor muy fuerte en su abductor y no regresó al parquet. Si bien recién el martes se le realizará el chequeo correspondiente para saber cual es la lesión y la gravedad que reviste, hay muchas posibilidades de que sea un desgarro.

Sin dudas, el factor desequilibrante de todo el partido se vio en el segundo acto, cuando el histórico de la liga se plantó en zona, congestionando la pintura y obligando al verdirojo a probar suerte desde los 6.25, cosa que no estuvo de su lado en toda la noche. Con su cilindro dominado y clausurado, Estudiantes comenzó a escaparse en el tanteador, llegando a marcar un parcial de 13 – 0 (42 – 31).

Los primeros puntos del cuarto para Ciclista llegaron de las manos de Bruno Oprandi, cuando restaban 3:35 para ir al descanso largo. Esa sequía (solo 11 puntos en 10 minutos) hizo que el tercer parcial comience con ventaja para el dueño de casa, por 48 a 42.

A través de Marcus Fleming, que convirtió todo lo que tiró en ese tercer segmento, el conjunto de Junín no se resignaba a bajar los brazos, aunque Estudiantes seguía fino para el aro, sobretodo en sus lanzamientos de tres puntos. Con una conducción sólida, el base juvenil Hernán Etchepare condujo al albo casi todo el cuarto, dándole descanso a Fernando Titarelli.

Si bien en la faz anotadora Ciclista mejoró en relación al cuarto anterior, paradójicamente fue el periodo en el cual menos puntos aportó Prego (2) y quizás ese fue uno de los factores por el cual conjunto del Coliseo del Boulevard no pudo dar vuelta las cosas, e incluso estuvo abajo por 14 (64 – 50).

Debido al buen manejo de la diferencia que supo realizar el anfitrión, los últimos 10 quedaron para la anécdota, y a su vez para apreciar que el diluvio que se desarrollaba fuera del estadio se trasladó dentro, debido a que por dos minutos (aproximadamente) cayó rocío en la cancha (imagínese la fuerza con que caía la lluvia fuera).

Datos
Estudiantes tuvo 20 de 27 (74%) en libres y 9 de 19 en tiro de tres puntos (47%) en relación con el 10 de 18 (56%) desde la línea, y el 8 de 25 (32%) de tres por parte de Ciclista.

El albo bajó 36 rebotes (13 ataque – 23 defensa), contra los 20 que capturó el juninense (7 ataque – 13 defensa). Si bien ningún jugador visitante salió por faltas, seis de ellos quedaron al límite (Martina, Costa, Prego, Oprandi, Safar y Rodríguez).

Síntesis:
Estudiantes (95): Titarelli 12, Pizzo 0, Ortiz 34, Barrera 12 y Ferguson 8 (inicial); Leevy 4, Franco 11, Ghirardi 10, Etchepare 2 y Scheines 2. DT: López.

Ciclista (78): Costa 8, Rodríguez 5, Prego 20, Fleming 17 y Martina 11 (inicial); pasquinelli 7, Safar 8, Oprandi 2 y Cansina 0. DT: Capelli.

Parciales: 29 – 31 / 48 – 42 / 70 – 61
Árbitros: Bautista – Martinetto.
Estadio: Dr. Osvaldo Casanova.
Autor: Emanuel Niel (eniel@pickandroll.com.ar)

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