Eufória mezclada con mesura. Así se define la cara de Carlos Delfino, entrenador de Alma Juniors, tras la victoria 96 a 82 sobre Regatas de San Nicolás. Es que ganar los primeros partidos siempre es importante, más aún si se logra en casa.
Olvidadas las seis derrotas por Copa Argentina, rápidamente el triunfo abrió otro sendero: el de la tranquilidad. la misma que trata de imporner el papá del jóven NBA:
“La Copa nunca fue una meta”, soltó enseguida carlos en conferencia de prensa. “Estamos todavía en preparación. Hoy se cumplió un gran papel pero no somos los mejores ni tan malos después de este partido.
Su voz suena segura y no le faltan elogios para sus jugadores. negri y Tomatis lo acompañan en conferencia, aunque los elogios son repartidos:
”Si defino el partido creo que lo ganamos en equipo. La defensa fue la clave, sobre todo en el tercer cuarto cuando recuperamos muchos rebotes y sacamos la diferencia“.
Entrecortada su palabra por dos de los jugadores que más respondieron (negri y Tomatis), Delfino también destacó el tabajo del norteamericano: ”se está adaptando y no le fue mal. Mejora día a día. Hoy ganó muchas pelotas y corrigió muchos errores del primer tiempo en la segunda mitad.
El traje blanco que usó durante el partido ya no lo tiene más. Parece que se sacó un peso de encima en la noche calurosa de Esperanza. El peso de ganar el primer partido de la temporada, en casa y después de las derrotas en Copa Argentina. Ahora se viene Unión en Sunchales. ¿Se iniciará una cábala marca registrada?