Que ocho años no es nada

Noviembre de 1998. Apenas el tercer número de la revista Básquet Plus, y una perla en el medio de la publicación. En un bar porteño se juntaron cuatro periodistas de larga trayectoria en el ámbito del básquetbol argentino: Miguel Simón, Daniel Jacubovich, Marcelo Nogueira y Fabián García que realizaron una entrevista al presidente de la Asociación de Clubes de Básquetbol, contador Eduardo Bazzi.

Pick and Roll solo oficiará de ayuda memoria. La nota tiene aristas muy interesantes que vale la pena volver a leer. Si uno desprende el copete de esta propia nota y se sumerge en la entrevista, podría decir que la nota fue hecha ayer a la mañana.

A continuación transcribimos parte de la entrevista; preguntas y respuestas que no se perdieron en el tiempo luego de ocho años.

Algunos detractores de su figura cuestionan que usted no sea representante de un club ¿Esto, estatutariamente, sigue siendo necesario?
Hace ya dos asambleas que se modificó el estatuto, mediante el cual un presidente que no representa a una institución, puede ser reelecto sin necesidad de estar teniendo el mandato en un club.

¿Por qué no fue debidamente comunicado para evitar equivocaciones?
A lo mejor, puede haber sido una falencia de comunicación de nuestro departamento de prensa, que no le dio la debida trascendencia.

¿Qué le cuesta más: Alcanzar un logro o convencer a los 16 clubes de que ese logro es positivo?
Las dos cosas son difíciles. Si nosotros estuviésemos creando una Liga conformada por instituciones que no tuvieran un pasado y una tradición, todo sería más sencillo. Acá lo que ocurre es que tenemos una dicotomía muy importante, porque vamos de clubes como Boca Juniors hasta, con todo respeto, Libertad de Sunchales, que tienen una composición totalmente distinta. Entonces, poder asociar todo esto es una tarea muy difícil. Convencer a los dirigentes de que la AdC y la Liga están por arriba de todo lo demás no es fácil. Afortunadamente, cada vez son más los que piensan que el éxito de una organización fuerte, les va a garantizar su permanencia en la actividad.

¿El modelo de sociedades anónimas como existe en España, se pensó alguna vez para Argentina, con las excepciones que también se dan allí con el Real Madrid o el Barcelona?
Más que una sociedad anónima, aquí lo que necesitaríamos sería una sociedad deportiva, que tiene una reglamentación diferente a un ente comercial como lo es la anónima. De todos modos, yo creo que lo importante es conseguir recursos genuinos, y en eso estamos trabajando. Hay otro punto clave. Según nuestras estadísticas, que tienen errores pero no están alejadas del número real, el año pasado se cubrió solamente el 28 por ciento de la capacidad de los estadios en la serie regular. Hay que crear la necesidad de ver el espectáculo.

Ahora, para saber qué se puede hacer para que vaya gente a la cancha ¿no habría que conocer primero quién va a la cancha?
Eso es lo que estamos tratando de hacer. El que piense que el marketing es vender un cartel de publicidad está totalmente fuera de foco. Nosotros necesitamos hacer un trabajo conjunto para mejorar los tres puntos clave de la parte económica de los clubes: las recaudaciones, la publicidad y la televisión. Y en este último punto, si tenemos en cuenta a la Liga Italiana, vemos que prácticamente estamos en cifras parecidas en cuanto al contrato televisivo, cuando es un torneo del primer mundo y con un poder económico mucho más fuerte.

¿No siente que todavía se trabaja en una velocidad inferior a la que se necesita para hacer crecer el producto básquet?
No es tan sencillo cambiar la mentalidad del dirigente del básquetbol argentino, pero pretendemos que nos den un crédito por una temporada, para ver si estamos en una mejor posición que la que tuvimos hasta hoy. En algunos aspectos, me parece que la ansiedad es lógica, porque todos queremos ver resultados lo antes posible en cualquier orden de la vida, pero hay etapas que quemar.

Al fin y al cabo, no cambió la frase de León Najnudel que decía que la Liga era para el que podía y no para el que quería.
No cambió para nada. León siempre veía las cosas 10 años antes que pasaran. Y en eso tampoco le erró.

Pero Eduardo, ¿no se legisla más para el que quiere que para el que puede?
No, lo que pasa es que todavía se legisla más desde el punto de vista deportivo que desde el punto de vista comercial. Danos un tiempito.

Porque queda la sensación de que siempre los favorecidos son los de menos recursos.
Lo que se pretende es crear una consolidación de los 16 equipos que participan en la Liga A. Este es el objetivo prioritario. Que el club que esté participando, no tenga problemas de carácter económico. Si nosotros logramos alcanzar ese nivel medio, el avance va a ser muy importante, porque si comparamos los problemas económicos que tenían las instituciones 5 años atrás, con los que tienen ahora, la diferencia es enorme. Todavía falta. La organización central tiene que arbitrar los medios para garantizarle a cada club prácticamente del 60 al 70 por ciento de su presupuesto medio. Si una institución no puede cubrir el otro 30 por ciento, es porque no está capacitada, bajo ningún punto de vista, para participar de la Liga.

Está bien, pero creemos que se sigue gastando más de lo que se tiene y que ese crecimiento en los contratos se ha inflado de una manera que no tiene justificación. Los sueldos de muchos jugadores subieron en 5 años en forma no proporcional al crecimiento del nivel de juego. Entonces, nunca se va a cumplir eso de tener que cubrir solamente el 30 por ciento del presupuesto.
Sin ninguna duda. En la Argentina ha habido un hecho trascendental que provocó un quiebre en la conformación de los presupuestos de los clubes. En 1990, durante los 15 días de duración del Mundial de Argentina, los sueldos de los jugadores se fueron al doble de lo que eran. A partir de ese momento, comenzó el desequilibrio. Desde hace dos temporadas, la cosa parece estar equilibrándose. Hoy, tenemos en la AdC muchos más presupuestos equilibrados, que rondan los 700.000 pesos. Lo que pasa es que no podemos ser una isla dentro de la crisis económica mundial. A raíz de las caídas de las bolsas, se ha producido una reducción en los presupuestos de las empresas líderes muy importante. Coca Cola redujo en un 67 por ciento el dinero que destina a promoción de acá a marzo, lo que significa 2 millones de dólares menos en el mercado. Si una empresa como Coca Cola toma esa decisión, es indudable que la Liga lo va a sentir.

Pero usted habla de la bolsa y Coca Cola, ¿cuántos empresarios hay en los clubes?
Podríamos estar hablando de un 50 por ciento de los clubes. Está claro que tendría que haber un concepto empresarial en todos los equipos. Le voy a poner un ejemplo: Estudiantes de Bahía. Hay un antes y un después de la llegada de Guillermo Brandauer. Le cambió la cara por su personalidad y su manera empresarial de manejar las cosas. Si esto se expande, va a ser mucho más sencillo. Yo, por ejemplo, nunca tuve hasta ahora una discusión con el señor Brandauer en tres años que lo conozco. En cambio, existen otros dirigentes, con los cuales me peleo o tengo opiniones diferentes cada 5 minutos.

¿Qué cree que piensa un posible sponsor cuando en 15 temporadas de Liga, ha habido, por lo menos, 8 sistemas de competencia distintos?
Creo que fue producto de la evolución que necesariamente teníamos que tener para estabilizar a la Liga. Indudablemente, cometimos errores. Ahora queremos mantener una estabilidad.

¿Pero el sistema no debería ser consultar y después decidir, y no al revés?
Eso fue parte del crecimiento. Hoy se tiene más comunicación con la CoDiTEP, con los jugadores…

Menos con la prensa, con todos…
Con la prensa también tratamos de acercarnos últimamente. A mí no me molesta que me critiquen, cuando es constructivo. La persona que más me ha criticado en mi vida fue León Najnudel, pero lo hablábamos y siempre surgía algo positivo. Fue el primero que me dijo que la categorización no servía.

Pareciera que la AdC no tuviera demasiada conciencia de la importancia de la prensa. Sólo basta ir a una cancha para ver que el peor lugar de la cancha es para los periodistas. En cualquier lugar del mundo organizado, es exactamente al revés. Los horarios de los partidos son contrarios con la difusión. No nos ayudan para nada.
El básquet no se puede dar el lujo de no tener difusión, pero cuesta mucho hacérselo entender a los clubes. Las canchas donde se juega no son las mejores, como es el caso de Boca Juniors. Lo decimos siempre, pero todavía no tuvimos éxito. Yo, como presidente de la AdC, no puedo garantizar que cuando vayan a un estadio tengan el mejor lugar. Con respecto al tema de horarios, hemos mejorado, pero hay una realidad geográfica que no podemos cambiar. En el norte del país, lamentablemente un partido no puede empezar a las 8 de la noche, porque los gimnasios no están en condiciones para soportar el calor.

¿Pero para usted es más importante que vayan 200 personas más a la cancha a que al otro día ese partido salga en los diarios de todo el país?
Para nosotros, lo más importante es que haya difusión, pero el dirigente del club no tiene el mismo pensamiento. Y uno no puede limitar esa alternativa de recaudación cuando todavía no existe un ingreso por otro lado que lo cubra. También hay que concientizar a los dirigentes que deben tener una determinada cantidad de lugares de prensa. Es el libro Upa de razonamientos básicos. Pero no es tan sencillo.

¿No le preocupa que el básquet no termine de prender en la Capital Federal?
Creo que no le dieron al básquet la importancia que tenía, salvo Ferro en su momento, porque en Boca tenemos que aceptar que es una actividad secundaria, y en Obras recién se está volviendo. No hubo una apuesta firme. No existe un estadio acorde a la ciudad. La gente quiere ir a un lugar mejor. No es muy fácil ir a Boca o a Obras.

¿La televisión acompañó el crecimiento de la Liga?
Seguro. Y desde el punto de vista económico, mucho.

¿Cuántos equipos no tienen comprometidos sus derechos televisivos?
Sólo 4 o 5 los tienen comprometidos.

¿Cuáles son los objetivos a corto plazo del departamento de marketing?
Queremos lograr una red informática interconectada entre todas las canchas para el tema estadístico; vender las entradas a través de Ticketek para conocer la cantidad de público que asiste a cada estadio y efectuar algunas sponsorizaciones globalizadas. Yo tuve en estos días una charla muy dura con González (NdR: Primer jefe de marketing), porque él pensaba que con la sola decisión de la AdC, se le decía a un club, “tenés que poner un cartel acá o allá” y se lograba. Le dije que estaba equivocado, que los clubes no están concientizados.

Han pasado ocho años de esta publicación. Si uno tuviera que hacer una nota con el presidente de la AdC, debería reformular el 80% de las mismas preguntas. Lamentablemente no se notan cambios en las posibles respuestas.

24 de octubre de 2006. Aquí esta Pick and Roll, por allí anda como siempre Bazzi, presidente de la AdC, por ahí están desparramadas las mismas preguntas, por allá (muy lejos) queda el futuro. Pero por favor!, porque esa mirada inquisidora?!, por que hemos de preocuparnos?!, si al fin y al cabo: I Love this game.

Emanuel Niel y Pablo Tosal
www.pickandroll.com.ar