Paraguayo! Paraguayo!

Quilmes no entró en el Super Ocho aún, pero consiguió cosas importantes en vista al futuro. En el primer tiempo dominaba el partido con distancia de once puntos, cuando Madryn se puso en juego y pasó al frente en el epilogo, tuvo la personalidad necesaria para saber jugar un final cerrado ante su gente. Quilmes crece con sus debilidades, con sus fuerzas y con una localía que ya lleva cuatro partidos invictos. Por su parte Madryn demostró, una vez más, que con un equipo diezmado tiene mucho para dar.

Y para redondear una semana triunfal y la quinta victoria al hilo encontró un nuevo emblema, un jugador “todo corazón” que rápidamente se ganó a la gente por su personalidad para jugar finales: Javier Martínez.

El paraguayo mostró sus credenciales en el final con Boca en el partido televisado del miércoles pasado. Clavó tres triples en el último cuarto. Ahora, lo hizo de nuevo, salvo que esta vez sostuvo a Quilmes en el segundo cuarto (en lo mejor del cervecero) y dio un broche de oro al juego cuando Madryn amenazaba con llevarse todo.

Quilmes es el Rey del segundo cuarto. Porque por lo general jugando un buen basquet llega a sacar diferencias que oscilan entre 10 y 15 puntos, pero luego en el segundo tiempo su estigma crece a medida que no puede meter la bola desde lejos y las defensas rivales se cierran mucho. Si algo ha logrado este equipo de Oscar Sánchez es aprender a cerrar partidos que se le presentaron favorables y que por algún motivo se le complicó.

El primer cuarto nació con un par de desaciertos arbitrales de la dupla Ramallo – Chavez perjudicando al visitante. Burgos se puso con tres faltas (la última no existió) y una evidente falta no cobrada a Maciel derivó en un técnico a Andy Rodríguez cuando Quilmes peor la pasaba (21-25). El cervecero aprovechó todo y cerró el primer parcial 26-25.

La estrategia de Quilmes era atacar la zona interior para provocar el desgaste de Rodríguez y Burgos y le salió perfecto, porque al cabo del primer tiempo, Robinson terminó con 15 puntos, Calderón 12 y los dos internos de Madryn sumaron tres faltas cada uno. Como Sanders (11 pts en el primer cuarto) le anotaba con facilidad a Stanton el “Huevo” Sánchez mandó a De La Fuente sobre el alero visitante. Esteban lo defendió hasta sacarlo del partido. Sanders solo anotó un doble y un libre en el resto del juego.

Con la defensa de De la Fuente sobre Sanders, el ingreso de Javier Martínez (9 pts) y la tercera falta de Andy Rodríguez, Quilmes sacó una diferencia de 9 con que cerró el primer tiempo (51-42). El equipo de Fabio Demti no encontraba la formula para destrabar a sus tiradores, tenía un gran problema con sus internos y el partido se le hacía cuesta arriba.

En el tercer cuarto el Deportivo Madryn jugó un basquet muy inteligente. Con Maximiliano Maciel de ala pivote y el regreso de Burgos, la visita bancó la parada, defendiendo hombre a hombre. Treise, Sanders y Cadillac completaron una media cancha mucho más fuerte para la marca. Quilmes atacó con sus internos (Robinson 4 pts y Calderon 8), pero salvo algo de Carabajal (5) el resto no dio nada. Una mejor circulación del balón, buenas cortinas, dieron como resultados dos triples de Jonatan Treise y uno de Burgos para que Madryn achicara a solo tres (70-67).

En comienzo del cuarto final todo pintaba negro y amarillo. Burgos había aguantado el tercer cuarto con tres faltas, volvía Andy Rodríguez y el partido estaba igualado.

Un doble de Cadillac y otro de Burgos lo pusieron al frente a Madryn 70-71 a falta de 8.00, cuando el cervecero salió del minuto pedido por su técnico formó una defensa zonal 2-3 que terminó con un triple de Burgos (70-74). Fueron los únicos 15 segundos que Quilmes defendió en zona ya que rápidamente volvió a la marca individual.

Desde allí el partido se hizo gol y gol (72-76) hasta que Quilmes dio vuelta la historia con un parcial 8-2 (80-78) con una combinación entre Martínez y Robinson. El paraguayo, además de sumar en ofensiva debió distribuir el balón por la floja noche de Ginóbili.

La defensa del cervecero no permitió que la bola llegara limpia a los pivotes rivales y con la quinta falta de Andrés Rodríguez comenzó a definir el juego. De todos modos, a falta de un minuto apenas ganaba por 2 (84-82). Martínez jugó una ofensiva que debía terminar en Calderon o Robinson pero Madryn se cerró bien, el balón cayó en Martínez con tiempo agotado y desde siete metros y con la marca de Treise encima, clavó un triple (87-82) a falta de 45 segundos que marcó 5 puntos en la “escala de Richter” por el alarido de la gente que explotó en Once Unidos.

Esos cinco puntos de diferencia los administró hasta el final (90-84) con dos libres de Robinson y dos de Sepo Ginóbili para decorar el resultado, pero lo importante, el sustento de la victoria se quedó en la participación del paraguayo (7 pts) en el momento decisivo del partido. La bronca que masticaba la gente de Madryn era entendible, sin Ryan Carrol y sin Claudio Chiappero jugó un partido perfecto, aguantó con poco y vio de cerca la victoria.

Síntesis
Quilmes (90): Sebastián Ginóbili 4, Juan Pablo Sánchez 4, Ramzee Stanton 14, Chukie Robinson 23, Pedro Calderón 20 (FI); Agustín Carabajal 5, Javier Martínez 16, Diego Brezzo 2 y Esteban De La Fuente 2.

Deportivo Madryn (84): Jonatan Treise 12, Cristian Cadillac 18, Williams Sanders 14, Andrés Rodríguez 15 (x), Alejandro Burgos 14 (FI); Maxiiliano Maciel 11 y Sebatián Bernasconi 0. DT: Fabio Demti.

Parciales: 26-25, 51-42, 70-67
Árbitros: Alejandro Ramallo y Jorge Chávez.
Estadio: Once Unidos (Espectadores 1700)

Autor: Pablo Tosal
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Con el sueño intacto

Si uno perdió cuatro de sus primeros cinco partidos de local, no viene jugando bien y quiere tener chances de entrar al Súper 8, lo mejor que le puede pasar es recibir a Estudiantes. Los bahienses no habían ganado en sus cinco visitas. La historia se repitió ayer y Boca superó al equipo de López por 89-73. Ahora debe vencer dos veces a Ciclista y esperar otros resultados para ingresar al torneo de Neuquén.

Desde el primer cuarto, Estudiantes mostró sus debilidades en el poste bajo. Cada vez que Boca le llevaba la pelota a Leiva (siete en el parcial) o a Spillers, eran puntos. Pero también Boca tiene graves problemas de juego. Con cuatro pérdidas seguidas del local (no estaba bien Legaria) y los triples de Titarelli, la visita lo dio vuelta. Cuando entró Cequeira (iban 22-25), paró la pelota y le volvió a dar juego a los internos, la clave de Boca. Así metió un parcial de 12-0, antes del descanso largo, con siete puntos de Borrell, de buen ingreso. Los 12 tantos de Ortiz mantenían cerca a los bahienses.

El complemento empezó mejor para Estudiantes. Boca se equivocaba y el visitante, con sólo intensidad empató el juego en 43. A los 26m llegó la jugada de la semana: Levy recibió la bola en línea de tres con la marca de Gutiérrez, con una linda finta se lo sacó de encima y clavó una volcada terrible —en la cara de Leiva— con un salto de tres metros. Un buen lapso de Oroná (nueve en el tercero) le dio la ventaja de seis a Boca (61-55). Estudiantes estaba a cuatro (66-62) a 7m del final, cuando Leo metió una bomba para abrir un parcial de 7-0 y sacar una diferencia que Bahía nunca pudo acortar.

Quedaron muchas dudas por su desorganización y su rendimiento pero Boca sigue con chances.

Síntesis
Boca Juniors (89): Raymundo Legaria 17, Gustavo Oroná 11, Maurice Spillers 8, Leonardo Gutiérrez 12, Martín Leiva 16 (FI); Matías Fioretti 7, Luis Cequeira 7, Lázaro Borrell 11 y Lucas Ortíz 0. DT: Eduardo Cadillac.

Estudiantes (73): Fernando Titarelli 8, Stalin Ortíz 23, Mariano Franco 18, Gerardo Barrera 6 (x), Jamaal Levy 8 (FI); Hernán Etchepare 6, Martín Ghirardi 2, Calvester Ferguson 2, Javier Scheines 0 y Mariano Pizzo 0. DT: Guillermo López.

Parciales: 17-19, 41-34, 61-55
Árbitros: Marcelo Latorre y Oscar Brítez.
Estadio: Luis Conde - Boca Juniors.
Martín Seldes - Diario Olé