Al final Boca siempre está

Boca cumplió: entró al Súper 8, el objetivo de todos los equipos en la primera fase, tras vencer a un aguerrido a Ciclista por 89-77. La gran figura fue Leo Gutiérrez, que la rompió desde el tercer cuarto. Una particularidad: Boca le ganó una vez y perdió otra con todos sus rivales.

El inicio del partido mostró a una visita con muchas ganas y un buen Fleming (7 puntos) para arrancar 8-2. Boca estaba desorganizado pero, por la calidad de sus jugadores y su supremacía cerca del aro (ocho de Leiva), metió un 15-0. En el segundo cuarto, Capelli mandó una zona 2-3 y Boca no tuvo variantes para quebrarla. En ese parcial tuvo siete pérdidas, su rival corrió bien la cancha y con nueve de Safar redondeó un 17-3 para sacar ocho.

En el tercer cuarto se vio al mejor Boca de la temporada. Puso mucha actitud en defensa con la presencia de un Leiva dominante cerca del aro y la presión en mitad de cancha; en ataque, tuvo a un Gutiérrez implacable (11 tantos). Con esas armas clavó un 20-0 en 5m30 para ponerse 60-48. En el último parcial, se dedicó a ratificar lo hecho antes. La siguió metiendo de afuera y mantuvo la intensidad defensiva para ganar sin problemas.

El punto negativo llegó luego de la chicharra. Cuando los jugadores iban hacia el vestuario, un hincha de Ciclista escupió a Spillers, que reaccionó. Luego se le sumó Leiva y ambos debieron ser detenidos por sus compañeros, mientras la gente los escupía. Por suerte, no pasó a mayores.

Síntesis
Boca Juniors (89): Raymundo Legaria 6, Gustavo Oroná 12, Maurice Spillers 18, Leonardo Gutiérrez 22, Martín Leiva 14 (FI); Lucas Cequeira 10, Lázaro Borrell 5, Matías Fioretti 2 y Lucas Ortíz 0. DT: Eduardo Cadillac.

Ciclista Juninense (77): Rafael Costa 8, Fernando Rodríguez 5, Diego Prego 14, Marcus Fleming 9, Quentin Smith 22 (FI); Selem Safar 9, Martín Pasquinelli 7 y Juan Cansina 0. DT: Adrian Capelli.

Parciales: 24-19, 40-48, 68-57
Árbitros: Daniel Rodrigo y Mario Aluz.
Estadio: Luis Conde - Boca Juniors.
Martín Seldes - Diario Olé

Imparable

El trío de norteamericanos de Obras Sanitarias (Byron Wilson nació en Indiana pero desde este año cuenta como jugador nacionalizado) rinde. Anoche, en Capital Federal, lo sufrió Quilmes que traía una racha de cuatro victorias en fila y ya estaba clasificado para el Súper 8.

Byron Wilson fue la figura del encuentro con 32 puntos (8/9 en dobles, 5/10 en triples y 1/1 en libres), pero el alero además contó con la incansable ayuda de Raheim Brown (26 con 10/16 en tiros de campo) y la polenta del guerrero Tyler Field (11 puntos, 11 rebotes y 4 asistencias).

Obras jugó bárbaro y se hizo difícil encontrar alguna que otra fisura. Pablo Dastugue se fue conforme porque su equipo rindió en gran nivel y sumó puntos importantes para el arrastre de cara a la segunda fase.

Quilmes no la tuvo fácil. El cervecero debió batallar contra su rival y contra sus propios problemas. En una noche mala, Sebastián Ginóbili sufrió una molestia en la espalda y apenas pudo jugar poco más de 12 minutos. La baja del Sepo se suma a la de Ramzee Stanton, ausente anoche en Capital Federal por lesión.

El local siempre llevó las de ganar (Quilmes solamente estuvo arriba en una ocasión) y manejó el trámite del partido. Obras apostó por su trío rendidor y cerrando los caminos en defensa se distanció por 7 (21-14). Wilson (7) y Brown (8) aportaron gol; mientras que Field (6 y 6 recobres) se adueñó de los rebotes y controló a los internos del cervecero.

La visita achicó al inicio del segundo cuarto pero a falta de 7m28 para concluir el primer tiempo, en una acción ofensiva, Ginóbili sufrió una molestia en la espalda que lo sacó del partido. Oscar Sánchez buscó variantes con Agustín Carabajal y Javier Martínez en la función de armador, pero su equipo no fue el mismo. Para colmo Esteban De La Fuente nunca pudo frenar a Wilson y Obras siempre estuvo cómodo en ataque buscando un tiro de alta efectividad.

En los últimos minutos, una ráfaga de Martínez y un buen desempeño de Pedro Calderón en la llave acercaron a la visita que se fue en desventaja a los vestuarios (40-38).

El segundo tiempo fue todo a pedir de Obras a punto tal que marcó 62 puntos en 20 minutos. Wilson y Brown fueron los principales responsables de semejante racha anotadora debido a que se combinaron para sumar 30 puntos en el complemento.

La gran efectividad del dúo local más las desatenciones defensivas que tuvo Quilmes sirvieron para que Obras gozara de una ventaja de 10 puntos (52-42). La visita pudo reducir el margen pero nunca le encontró la vuelta para defender a Wilson y Brown.

Obras golpeó fuerte al inició del último capítulo y con muchas vías de gol (Ezequiel Lamas y Patricio Rodríguez se sumaron al concierto de Wilson y Brown) sacó una máxima de 15 (96-81). Quilmes insistió con Chuckie Robinson (18 en el cuarto final para totalizar 24) pero no era la noche del cervecero (4/15 en triples); mientras que Obras siempre sacó algo positivo de cada avance (11/25 en triples).

El cierre del partido dejó un mensaje claro. Obras se dio cuenta que jugando así puede aspirar tranquilamente a un interesante puesto de playoffs. Quilmes, por dentro, sabe que fue una noche para olvidar rápido con lesiones y flojo en defensa.

Síntesis

Obras Sanitarias (102): Ezequiel Lamas 10, Patricio Rodríguez 8, Byron Wilson 32, Raheim Brown 26 (x), Tyler Field 11 (FI), Julián Olmedo 0, Daniel Chaher 10, Federico Pollio 3, Fernando Calvi 2, Julián Boris 0. Entrenador: Pablo Dastugue.

Quilmes (88): Sebastián Ginóbili 4, Juan Pablo Sánchez 17, Esteban De La Fuente 5, Chuckie Robinson 24, Pedro Calderón 16 (x) (FI), Javier Martínez 20, Diego Brezzo 0, Agustín Carabajal 2. Entrenador: Oscar Sánchez.

Parciales: 23-19, 40-38 y 66-57.
Jueces: Roberto Smith y Juan Fernández.
Estadio: Obras Sanitarias.

Juan Manuel Rodríguez
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