Volver a nacer

A veces crecer no significa cambiar todo, quizás dando vuelta la taba, la suerte empiece a darle la mano a un equipo que definitivamente no juega bien. Pero para explicar un partido que Boca gana sobre el final (O sionista pierde) sobresale como punto inicial su espíritu de lucha, su fe y la jerarquía de algunos jugadores.

Fue un duelo de defensas. Boca lo ganó defendiendo (que duda cabe), pero para llegar a maniatar a Sionista, confundirlo, fastidiarlo, fue necesario que Gabriel Picatto, el entrenador sustituto por el momento, se animara a meter cambios sin empacho, probando, buscando variantes. Y lo encontró con mucha inteligencia. Ahí vamos, esta es la cronología de los hechos:

Sionista fue mejor en el inicio porque jugó un básquet muy práctico, utilizando el reloj como aliado, la paciencia como virtud y el juego de pases para desarticular a la tibia defensa xeneize. Con Mariano Byró sacando claras diferencia sobre Oroná y Alexander sobre Leiva

La diferencia se hizo amplia muy rápido (21-9) y Picatto tuvo que pedir su primer minuto como técnico. Boca forzó muchas situaciones y cuando tenía un tiro claro tuvo pésimos porcentajes (3/9 en dobles y 2/9 en triples). Sobre el final del primer cuarto el técnico fue encontrando la fórmula que le daría resultado: Fioretti sobre Byró y Spillers sobre Robinson. Con la aparición de Borrel por Leo Gutierrez, y Cequeira por Legaria, Boca armó un bloque defensivo muy sólido que empezó a remar el partido desde la lucha.

En el segundo cuarto los puntos de Borrel, más un par de triples de Cequeira y Fioretti, le dio la igualdad en 28 al tanteador. Svetliza no pudo aguantar más el descanso de Byró más la vuelta del alero Michael Robinson (que no entrenó al mediodía porque estaba muy resfriado) y el regreso de la media cancha titular le dio un poco de aire a la ahogada ofensiva celeste.

Boca no era un maravilla atacando, todo lo contrario, su juego orillaba lo anárquico, y la palabra “sociedad” parecía no existir en el vocabulario xeneize. Más de lo mismo. Sionista sin mucho sacó 8 al final del primer tiempo (40-32).

Cuando el segundo tiempo nació Picatto se jugó por los resultados del primer tiempo. Siguió Fioretti sobre Byró y Spillers con Robinson (impecables) pero las dos grandes deudas del primer tiempo comenzaron a jugar y defender: Legaria y Leiva. Leo Gutierrez se emparejó con el “Chino” Zilli y Boca fue un muro. Sionista, con paciencia trató meter la bola abajo. No pudo. Probó de tres, sin suerte. ¿Entonces? Tardó 6:16 para convertir el primer punto (mediante un libre de Zili) en el cuarto. En ese tiempo, Boca colocó un parcial 12-0 que le dio la delantera (40-44).

La noble virtud de Sionista fue no caer en la desesperación después de estar más de seis minutos sin anotar. Tuvo coraje, le dio la pelota a Zilli y consiguió faltas para mandarlo a la línea. Siguió defendiendo y salvo dos triples de Leo Gutiérrez casi no lo lastimaron. Sobre el epílogo del tercer cuarto, en apenas un minuto y medio consiguió tres dobles seguidos que le dieron un poco de aire a la ventaja que había perdido (53-47)

En el último cuarto otra vez Boca salió con una defensa rabiosa que dejó a su rival otros 5 minutos y 22 segundos sin convertir. El primer doble de los paranaenses llegó tras una conversión con falta adicional de Mariano Byró cuando restaban 4:38.

Pero Boca también tenía su cruz encima. No puedo atacar suelto, luce trabado, sin juego ofensivo. Las cosas no se arreglan de la noche a la mañana. Con todo el viento a favor y una gran defensa Boca no podía dar vuelta el tanteador (56-54 abajo). Sin embargo contó con un jugador distinto que le dio la luz que el equipo no tenía.

Lázaro Borrel jugó un último cuarto exquisito y mucho se le debe adjudicar a Picatto que lo bancó en cancha alternando de alero con Leo Gutiérrez y Leiva de Pivote. Luego, para cerrar el partido y ante la escasa puntería de Leiva en el tiro libre, Spillers entró de alero, Lázaro y Leo se repartieron la lucha en el poste bajo. El Cubano tuvo en 10 minutos la siguiente planilla: 11 pts (2/2 en dobles, 7/8 en libres), 4 rebotes, una tapa, 3 recuperos y una pérdida.

La secuencia del final fue una película en cámara lenta. Ganaba Sionista (59-58) y Lázaro Borrel intenta un triple que termina con falta de Byro. En la línea de libres convierte dos de tres y lleva el tanteador arriba Boca por uno (59-60). En la contra, lo cortan con fuol a Mariano Byró que desde la línea erra el primero y convierte el segundo (60-60). Ataca Boca con 30 segundos y Lázaro Borrel perdió el balón.

En lo que debía ser la pelota del final, Sionista consiguió un doble rápido de Michael Robinson a falta de 7 segundos (62-60) que parecía le daba el triunfo a los celestes. El alero que erró todo durante el partido se llevaba los laureles por su coraje de buscar la embestida del final.

Sin embargo Boca repuso rápido, Fioretti se la dio a Leo Gutiérrez que corrió por la calle derecha del ataque, se paró de tres y con doble marca encima lanzó un tiro muy elevado que pegó en el tablero y se metió con apenas un segundo y medio por jugar. En la reposición nada pudo hacer Sionista. Boca encontró un triunfo de ensueño que va curando heridas y le da un espaldarazo a su nuevo entrenador. Una novela que continuará.

Síntesis
Sionista (62): Gustavo Roque Fernández 1, Mariano Byró 25, Michael Robinson 9, Quincy Alexander 11, Alejandro Zili 12 (FI) Pedro Franco 2, Federico Radavero 2, Diego Ferrero 0, Daniel Hure 0 y Agustin Carnovale 0. DT Sebastián Svetliza

Boca Juniors (63): Raymundo Legaria 0 (x), Gustavo Oroná 0, Maurice Spillers 6, Leo Gutiérrez 15 y Martín Leiva 6 (FI), Lázaro Borrel 18, Matías Fioretti 8, Luis Cequeira 9 y Jonatan Slider 0. DT Gabriel Picatto

Parciales: 22-14, 40-32, 53-47
Árbitros: Chitti – Rodrigo y Tarifeño
Estadio: Ruca Che (1900 espectadores)

Pablo Tosal
www.pickandroll.com.ar