Gibson Les Paul

La semana “trágica” que auguraban todos para Gimnasia de Comodoro cerró con un triunfo de los que revitalizan y fortalecen. Gimnasia venía cansado por tanto viaje y fastidioso por la serie de reprogramación de partidos, sin embargo cerró su gira con un gran triunfo en Once Unidos ante Quilmes en un juego que pareció de Play off por la capacidad de lucha de ambos.

La pelota del final fue para Esteban De la Fuente, que emulando a Nocioni en el Mundial ante España, falló el tiro del final en soledad que le hubiera dado la victoria. Así de apasionante es el básquet que te da o te quita todo en un segundo.

Quilmes hizo los mismos méritos que Gimnasia para ganar, en rigor de verdad un tiro final no puede cambiar todo un partido, pero Gimnasia se llevó el oro y se apoyó en el oficio de siempre de Pablo Moldú, la vuelta al escenario grande de Charles Jones (estuvo seis partidos entre bambalinas) y el goleo del escopetero Leandro Masieri (5/9 en triples) convirtiendo dos triples claves en el final. Pero el cartel de estrella se lo lleva Wendell Gibson, no porque su tarea hay sido decisiva por sí sola pero si porque Gimnasia va encontrando el pivote que buscó durante el año con varios recambios frustrados.

Juega con una rodillera negra en su pierna derecha, no puede correr la cancha por que no está bien, no es rápido, pero juega con mucha actitud, pasa muy bien el balón al perímetro, sabe de básquet, se mueve bien de espaldas y tiene mucho timing en el rebote ofensivo, condimentos todos para hacer de Gibson un jugador que Gimnasia necesitaba.

Primero mandó Quilmes, defendiendo y corriendo, pero después el partido se emparejó siendo palo y palo hasta el final. Cuando Gimnasia tiró la zona 2-3 con ajustes (se demoró un cuarto en hacerlo) Quilmes se fue quedando sin respuestas ofensivas en el ataque estacionado, apelando otra vez al triple. Mientras entró, tuvo vida, pero luego padeció mucho su falta de puntería. Al final cuatro triples lo pusieron en juego de nuevo y casi le dan el triunfo (10/23, 43% en total).

Los datos salientes del primer tiempo fueron los 12 puntos de Chukie Robinson en el primer cuarto, donde Gimnasia defendió hombre a hombre, el mal porcentaje de la visita (13/34 en tiros de campo, 38%) tirando sólo dos tiros libres en los primeros 20 minutos. El mal ingreso de Eloy Martin (1/4 en dobles y 0/2 en triples) coincidió con lo peor en ofensiva de Quilmes, guiado por las asistencias de Martínez (5) y puntos casi exclusivos del perímetro. El 38-30 estaba apoyado en los porcentajes de uno y de otro.

En el tercer cuarto un parcial 13-2 en el inicio dio vuelta el juego y Gimnasia pasó al frente. El patagónico encontró los triples olvidados (comenzó 4/5 el cuarto), mientras Quilmes era solo Esteban de la Fuente (12 pts en el parcial). Gimnasia ganó el segmento 24-19 y achicó a tres (57-54).

En el segmento final, Gimnasia rápidamente tomó la delantera (57-61) con un parcial 7-0 y la tarea de Moldú que comenzaba a agigantarse. Quilmes respondió con otro parcial 7-0 para devolver favores. Así fue el partido una lucha de iguales, con dos boxeadores diestros tirando las mismas manos. Quilmes sufrió mucho la floja noche de Ramzee Stanton que en los 20 minutos que estuvo en cancha pasó desapercibido. Juan Pablo Sánchez otra vez fue importante en su relevo.

Justamente un triple de Juampi, parecía que comenzaba a sentenciar la historia a favor de Quilmes (72-67 a falta de 3.00) sobre todo cuando Scales (flojísimo) erró dos libres. Moldú fue a la línea de libres y convirtió uno sólo (72-68), pero allí ocurrieron dos cosas, Quilmes fue obligado a tirar de lejos, falló y en la contra Masieri clavó dos triples consecutivos con su sello. En un minuto y medio el partido era todo de Gimnasia (72-74).

Quilmes erró uno triple más en las manos de Martínez (que había metido dos bombas en el cuarto) y Jones con un exquisito rompimiento por el eje distanció a Gimnasia 72-76 a falta de 38 segundos. Cuando no había que esperar más que el festejo comodorense, Juan Pablo Sánchez corrió la cancha y tiró un triple arriba de su marca, lo metió y achicó a uno: 75-76 a falta de 28 segundos, en la reposición el paraguayo Javier Martínez le robó a Cocha la pelota de las manos y tiró solo una bandeja que pasó de lado a lado, fueron todas las manos a buscar el rebote, la pelota chocó en la cabeza de Masieri y se fue por el fondo. Increíblemente Quilmes estaba por uno abajo a falta de 24 segundos. Es decir, el cierre en sus manos.

Gimnasia utilizó perfecto las dos faltas que tenia para dar, bajando el reloj a solo 13 segundos 2 décimas. En la última, Quilmes se jugó una penetración pero Gimnasia defendió como el muro español en Japón, la pelota fue al corner donde esperaba solo De la Fuente quien venía 2/4 en triples. Esteban tomó el tiro de tres puntos que bailó en el aro, la pelota le cayó a Martínez quien ensayó un disparo siendo bloqueado por Moldú. Game Over. Largo festejo para Gimnasia, resignación y revancha en una semana para Quilmes.

Síntesis
Quilmes (75): Sebastián Ginóbili 12, Javier Martínez 10, Ramzee Stanton 2, Chukie Robinson 16, Pedro Calderón 11 (FI); Esteban De La Fuente 12, Agustín Carabajal 3 y Juan Pablo Sánchez 9. DT: Oscar Sánchez.

Gimnasia (76): Gabriel Cocha 5, Pablo Moldú 16, Charles Jones 19, Wendell Gibson 13, Ruperto Herrera 0 (FI); Leandro Masieri 17, Jervaughn Scales 4, Nicolás De Los Santos 0, Eloy Martín 2, Santiago Haag 0 y José Alessio 0. DT: Fernando Duró.

Parciales: 22-14, 38-30, 57-54
Árbitros: Diego Rougier y Juan Fernández.
Estadio: Once Unidos (1700 espectadores)

Foto: Majo Gil (mjgil@pickandroll.com.ar)

Pablo Tosal
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