A pesar de no contar con minutos de acción, Walter Herrmann está feliz de hacer parte de la franquicia de Charlotte y entiende que todo hace parte de un difícil proceso de adaptación a la liga más competitiva del mundo. El alero de los Bobcats habló sobre sus primeros meses como novato.
¿Cómo has manejado esta situación de no poder jugar durante la primera parte de la temporada? Bueno llegué al equipo sabía que iba ser difícil contar con minutos de juego. Tanto el grupo técnico como mis compañeros de equipo han tenido mucha paciencia conmigo, me han ayudado mucho, he aprendido mucho. Al comienzo fue muy duro por el idioma, hoy en día entiendo prácticamente todo. Ha sido un proceso de adaptación, he tenido la suerte de estar en equipo donde todo el mundo te alienta y te apoya.
¿Cómo te sientes anímicamente hoy en día? La verdad que muy bien. A pesar de no estar jugando, el estar entrenando con el equipo ha sido muy importante. Yo me he tomado este año con mucha tranquilidad, se que es un proceso por el que tengo que pasar, para ganar la confianza del entrenador y poder jugar minutos en el futuro.
¿Qué te ha dicho el cuerpo técnico del equipo sobre esta situación? Básicamente, que siga trabajando como lo he hecho. Este equipo está armado, afortunadamente es un equipo joven. Ellos me han dado toda la confianza del mundo, siempre te están motivando para seguir trabajando ya que la temporada es muy larga y en cualquier momento puedes tener la oportunidad de entrar a la cancha y por eso debes estar al 100%.
¿Cómo te sientes en Charlotte y cómo te ha parecido este proceso de transición en la NBA? La ciudad de verdad que me encanta. Las ciudades muy grandes no son mis preferidas, así que Charlotte es ideal, es muy tranquila, se vive muy bien y la gente nos ha recibido con mucha amabilidad. Cuando llegamos a esta ciudad tanto mi esposa como yo no hablamos ingles, entonces al principio fue difícil, pero hoy en día ya podemos comunicarnos con la gente.
¿Has tenido la oportunidad de ver a hablar con Michael Jordan? Si, en los partidos de pretemporada él estuvo con nosotros, lo hemos saludos, luego en algunos entrenamientos también suele estar, así que ha sido como un privilegio tenerlo cerca?
¿Cómo fue ese primer encuentro con M.J.? Fue increíble, yo la verdad tampoco soy de exteriorizar mis emociones, solo con darle la mano y presentarme, con eso ya me alcanza, fue inolvidable.
¿Alguna vez también jugabas con el número 23, tenia alguna relación con Jordan? El número 23 fue porque en el primer All-Star en Argentina me asignaron ese número y entonces cada All-Star en mi país jugaba con el 23. Luego cuando fui a Málaga decidí jugar con el 23, aproveché que la liga había cambiado el reglamento, anteriormente solo se podía elegir hasta el número 15. Así que use el 23 durante dos temporadas. Luego volví al número 12 y ahora tengo el 5 con los Bobcats.
¿Tu fuiste alguna vez campeón de volcadas, quién crees que hace las mejores volcadas en la NBA? La verdad es que no te puedo nombrar uno solo porque aquí hay muchos. Michael Jordan era uno de mis favoritos. Ahora Vince Carter cuando hizo la volcada en el All-Star dejando su brazo colgado en el aro. He viso volcadas muy buenas cada noche en esta liga.
¿Te gustaría participar en un campeonato de volcadas en la NBA? No, yo no tengo nada que hacer frente a los ‘dunks’ que ves aquí.
¿Durante la pretemporada Bernie Bickerstaff afirmó que no estaba preocupado por tu puntería en los lanzamientos porque sabía que tarde o temprano tú serías un jugador efectivo, qué piensas de esto? Yo día sigo trabajando para mejorar mis lanzamientos. Lo que estoy haciendo es tratar de aprovechar al máximo todos los entrenamientos, para estar listo cuando me den minutos de juego. El baloncesto es un deporte donde siempre debes seguir mejorando, él día que llegues al límite y no puedes mejorar más, ese día tienes que retirarte.
¿Siempre te has destacado por tus lanzamientos de larga distancia, cómo te has adaptado al arco de tres puntos de la NBA? Al principio fue duro, porque estás lanzando casi un metro más atrás de la línea habitual en Europa. Sobre todo desde 45 grados hacia la parte central del arco es donde es más complicado y sientes más la diferencia. En los laterales no lo percibes tanto, así que desde las esquinas realizas los lanzamientos con la misma fuerza.