Necesitaba un triunfo así

Tanto los jugadores como los hinchas de Quilmes necesitaban un partido rápido y ganarlo para olvidar el mal paso con Peñarol. El cuerpo técnico buscó que no se perdiera la buena senda que llevó a Quilmes otra vez como segundo de la tabla. Ambas cosas se consiguieron con un partido vibrante, mal jugado por momentos, pero con un nivel emotivo muy alto, alimentado por una actuación arbitral que enojó a todos, a los locales y a los visitantes. Y con mucha razón.

Estudiantes es uno de los tres equipos que tienen record a favor de visitante (6-4). Dicho privilegio solo es potestad del puntero Peñarol (6-5) y justamente su rival de anoche, Quilmes (9-3). Además el equipo de Guillermo López tiene el cuarto mejor récord de la segunda fase (14-8). Si la Liga Nacional se hubiera “salteado” la primera fase, Estudiantes estaría luchando el cuarto puesto con Libertad. Todo esto fue un caldo de cultivo para un partido de alto calibre que no defraudó por la emoción.

Quilmes sabiendo de la velocidad de ejecución del contraataque de Estudiantes planteó un partido con tiros cortos en ofensiva para tener un balance prolijo a defensa. El partido comenzó parejo (9-9) hasta que Quilmes se despegó con una defensa muy dura sobre Jamaal Levy y aprovechó los yerros de la ofensiva visitante que forzó mucho sus lanzamientos. Quilmes tuvo rebote y espacio para su arma favorita: el contraataque. En un pasaje de 4 minutos clavó un parcial 13-5 para sacar una diferencia de 8 al final del primer cuarto: 22-14.

En el segundo cuarto, el técnico visitante comenzó a meter mano en la formación titular de manera normal, pero su equipo lejos de encontrar respuestas se desconcertó del todo. Trent Strickland hizo su debut pero entró muy frío (0/3 de cancha) mientras el resto aportaba poco y nada. En tanto Quilmes, ya desde el primer cuarto, debió utilizar a Diego Brezzo por Calderón que en un ratito se puso con tres faltas. El ingreso de Martínez fue positivo para darle mayor caudal de juego ante un apagado Sebastián Ginóbili. El Pulga Agustín Carabajal también fue importante y De la Fuente convirtió un triple para ampliar la distancia a 9 puntos (33-24) a falta de 4 minutos.

Después de probar sin suerte con un rato de zona, Estudiantes se puso mucho más firme para marcar hombre a hombre y entre Mariano Franco y un descomunal Jamaal Levy (12 puntos, 9 reb, 2 tapas) pudo limar una distancia que se hizo de 10 (41-31) al final del primer tiempo para cerrar 41-36 y darse un poco de vida para el segundo período. El primer tiempo fue como dos equipos espejos, con ambición de correr y lastimar cerca del canasto, flojos en el tiro perimetral (2/9 Quilmes y 2/10 Estudiantes) y con el goleo repartido en casi todos los puestos.

En el segundo tiempo el partido se hizo de un nivel técnico mas bajo, más desprolijo pero altamente emotivo. La necesidad de ganar actuó de manera evidente en el local y sus nervios, pero hubo un condicionante que no estaba en los planes: la baja actuación arbitral. Cobraron de manera errónea para cada lado, hasta convertir el partido en un pandemonium.

Así se perdió la poca tranquilidad que quedaba, los equipos perdieron la línea y los técnicos estaban más ocupados en protestar que en dirigir. El tercer cuarto le favoreció al Albo con el despertar de Trent Strickland quien sumó 10 pts en el parcial, pero especialmente aprovechó la expulsión de Oscar Sánchez cuando faltaba 1:20 para que termine el tercer parcial. El origen de la expulsión nace cuando Marcelo Latorre va a secar una pelota en el banco suplente visitante. Allí el técnico Guillermo López aprovecha para quejarse airadamente. Oscar Sánchez sale disparado de su banco, reclamando que era la segunda vez que el técnico visitante lo abordada al árbitro, resultado: un técnico a cada uno.

Un par de jugadas después, a Quilmes le cobran una falta en ataque y Brezzo lanza la pelota contra su propio tablero en señal de protesta, cuando la pelota cae, el Huevo la patea de bronca y se gana el segundo técnico y expulsión.

Entonces Quilmes se desmadró. Perdió a su técnico y por completo el juego. Estudiantes aprovechó para establecer un parcial 14-4 y de perder 58-53 (cuando lo expulsan a Sánchez) pasó a ganar 62-67. De todos modos Quilmes reaccionó con el ingreso de Carabajal para frenarlo a Titarelli, por Sepo Ginóbili, luego Sepo entro por Martínez y finalmente Martínez reingreso por Carabajal.

El local defendió muy duro y provocó que Estudiantes no pueda meter la bola en la pintura, ante el alarido de la gente, que se sacó la mufa de encima. La visita tomó malos lanzamientos y se quedó sin rebote, con poca injerencia de Levy. Además los tiros libres fueron fundamentales, Quilmes pasó al frente con 8/10 desde la línea, mientras su rival tiró 1/6 en libres.

El tablero marcaba 75-71 a falta de 1:50 cuando “Beto” Martínez, asistente de Sánchez, pidió minuto. La recta final fue un juego de nervios y de posesiones. Quilmes llegó a la última bola tres arriba 79-76 pero Brezzo erró dos libres, en la reposición Titarelli metió dos libres (79-78) y Stanton debió ir a la línea donde también erró los dos libres. Con seis segundos en el reloj Titarelli corrió la cancha pero su tiro con tablero salió torcido. Final agónico y muy festejado por la gente de Quilmes, que vuelve a tener un motivo para sonreír después de haber pasado un miércoles de perros.

Síntesis
Quilmes (79): Sebastián Ginóbili 6 (x), Juan Pablo Sánchez 2, Ramzee Stanton 15, Chukie Robinson 26, Pedro Calderón 7 (FI); Javier Martínez 9, Agustín Carabajal 2, Diego Brezzo 6 y Esteban De La Fuente 3. DT: Oscar Sánchez

Estudiantes (78): Fernando Titarelli 16, Pablo Gil 5, Mariano Franco 11, Jamaal Levy 21 y Gerardo Barrera 8 (FI); Ariel Scolari 2, Trent Strickland 10, Nicolás Paletta 0 y Javier Scheines 5, Mariano Pizzo 0 Herán Etchepare 0. DT: Guillermo López.

Parciales: 22-14, 41-36, 62-60
Árbitros: Marcelo Latorre – Javier Mendoza
Estadio: Once Unidos (1100 espectadores)

Pablo Tosal
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Séptimo al hilo

Deportivo Madryn batió a Belgrano de San Nicolás por 92-84 y llegó a la séptima victoria al hilo ante su público; mientas que su derrotado alcanzó la 17ma derrota en fila como visitante y se acerca al TNA.

Ryan Carroll, autor de 25 puntos (4/7 en triples), y Jonatan Treise (22 unidades y 6 asistencias) fueron las figuras del aurinegro. En Belgrano sobresalió Fernando Funes con 18.

Síntesis

Deportivo Madryn (92): Jonatan Treise 22 (x), Ryan Carroll 25, Maximiliano Maciel 12, Andrés Rodríguez 13, Alejandro Burgos 13 (FI), Claudio Chiappero 3, Cristian Cadillac 4. Entrenador: Fabio Demti.

Belgrano (84): Nicolás Ferreyra 6, Carlos Colla 6 (x), Federico Marín 11, Albert Burditt 17 (x), Jason Keep 12 (FI), Fernando Funes 18, Maximiliano Riolfo 6, Germán Boero 6, Gregorio Eseverri 2. Entrenador: Mario Guzmán.

Parciales: 22-21, 43-38 y 64-54.
Jueces: Diego Rougier y Fabricio Vito.
Estadio: Nuevo Palacio Aurinegro.