Ahora va por el uno

Le costó mucho más de lo pensado. Este irregular Atenas “de un paso para adelante y dos para atrás”, se mostró como un equipo sólido, con ideas, temperamento y muy cerca estuvo de dar el batacazo. Pero Peñarol tiene muchos atributos que le permiten sacar partidos chivos adelante. Más allá del carácter, sus individualidades (y el uso de ellas por parte del técnico) definen siempre la historia a su favor. Así es como en 38 fechas de liga nunca se bajó de la punta, así es como Peñarol llega a ser el primer clasificado directo para los cuartos de final.

El partido largó prometedor. Con Peñarol y Atenas jugando el mismo juego de orden y defensas individuales. Luego al mismo tiempo pasaron a zona y ambos querían lastimar con su juego interior. En esa paridad táctica sacó ventajas Peñarol la aparición de su perímetro, Locatelli y Rodríguez le dieron la primer luz al local (10-5) que luego se amplio a 15-7. Una buena gestión de Marcus Fleming jugando como alero arrimó a Atenas (15-12) pero otra vez Peñarol impuso su defensa zonal para confundirlo (22-12).

Como el equipo cordobés pudo cerrar el cuarto inicial con un parcial de 4-0 (22-16) a pesar de la diferencia en cancha, el partido lo tenía en la situación deseada: no permitir que Peñarol pueda correr ni que se escape por más de 10 puntos para romper el juego. Había superado el primer sofocón.

En el segundo parcial Atenas mejoró mucho con el ingreso de Juan Pablo Figueroa quien contuvo mejor a “Tato” Rodríguez y no se vio superado tampoco por Sebastián Festa. Actuando en dupla con Bruno Lábaque (como ayuda base) le dieron ambos mejor rotación de balón ante la zona y pudieron encontrar a Diego Osella sin necesidad de forzar su búsqueda. El pivote de 37 años metió 11 puntos en el parcial superando a los internos de Peñarol.

En tanto el líder de la competencia tuvo siempre un recurso a mano para vulnerar la defensa rival (que después de un rato en zona, volvió al individual). Jason Osborne mostró su repertorio de recursos de espaldas al canasto y de frente clavó un triple. Ante la noche pasiva de Pittman y mientras Míkulas (de pobre aporte) descansaba en el banco, Osborne fue la luz que guió a su equipo. El segundo parcial fue el de goleo más alto y lo ganó Atenas 27-24.

En el complemento ambos salieron con la idea de potenciar sus defensas. El partido se hizo más desprolijo y más luchado, pero sin dudas muy emotivo. En el arranque Atenas clavó la paridad en 52 y desde allí el partido seguiría palmo a palmo. Ambos se contestaban con estrategias similares, de la defensa individual saltaban rápidamente a una zona o combinadas.

Por el local se despertó Pittman, siempre acompañado por Osborne que hasta allí venia jugando el partido sin descanso (lo mismo que Osella). Otra vez con Figueroa al lado de Lábaque se vio lo mejor de Atenas, quien contó con un Terrel Taylor más incisivo (7 pts) en la pintura.

Pero tres situaciones fueron cambiando la cara del final. La primera fue la cuarta falta de Jason Osborne que debió sentarse en el banco. Cuando el pivote de Peñarol salió, el líder se quedó sin su faro en la pintura. Le fue difícil meter la bola para conseguir juego. Aunque lo suplió con rompimientos y descargas, cortes al canasto y juego de Pick and Roll, claro que sin Osborne no era lo mismo.

La segunda fue la salida de Bruno Lábaque, que después de ensayar un triple fue tapado correctamente por José Muruaga. Bruno perdió el control de cuerpo en el aire y cayó mal en el piso golpeándose la nuca y la cabeza en el parquet. Y la tercera fue el cansancio de Diego Osella que después de jugar los primeros 30 minutos casi de corridos se “fundió” en el final por la desgastante rotación en la marca que le propuso Peñarol.

Entonces se despertó Fleming, que venia apareciendo con intermitencia, tomó la lanza en ofensiva y se despechó con 8 puntos. El griego logró meterse el la recta final solo un punto abajo. 78-77 a falta de 1:41.

Todos los regresos fueron en baja. Osborne no fue el mismo desde que volvió y también se enfriaron Lábaque y Osella cuando debieron regresar a cerrar el partido. Ligorria, el técnico de Atenas, lo puso a Malara para contener a Pittman que se había vuelto incontrolable en el final para Figueroa.

Pero un rompimiento por el eje ante la endeble marca de Lábaque, le permitió a Tato Rodríguez tomar un tiro cómodo de 5 metros (80-77), luego Osella metió un solo libre (80-78) y en la jugada final con apenas 6 segundos en el tablero, el árbitro Britez le sanciona una falta muy finita a Fleming cuando Atenas se había jugado todo a defender sin falta y a la ofensiva de Peñarol sólo le quedaban 5 segundos.

“Tato” Rodríguez siempre letal desde la línea metió los dos (82-78) y cerró el juego. Atenas ya no tuvo ni tiempo ni forma de quedarse con un partido que lo jugó y lo luchó muy bien. Pero ese paso adelante no fue suficiente para vencer a Peñarol que de lucha y juego sabe mucho, por algo es el puntero que a falta de cinco fechas ya dice presente en los cuartos de final.

Síntesis
Peñarol (82): Sebastián Rodríguez 16, Juan Manuel Locatelli 16, Josh Pittman 14, Gabriel Míkulas 3, Jason Osborne 22 (x) (FI) Matías Pelletieri 2, Sebastián Festa 5, Marcos Mata 0, José Muruaga 0 y Alejandro Diez 4. DT Carlos Romano

Atenas (78): Bruno Lábaque 2, Fernando Malara 7, Marcus Fleming 24 (x), Diego Osella 20 y Pablo Barrios 5 (FI), Terrel Taylor 10, Juan Pablo Figueroa 5, Leonel Schattmann 2 y Cristian Romero 3. DT Medardo Ligorria.

Parciales: 22-16, 46-43, 67-65
Árbitros: Roberto Settembrini y Oscar Brítez
Estadio Polideportivo Panamericano (2200 espectadores)

Foto: Majo Gil (mjgil@pickandroll.com.ar)
Autor: Pablo Tosal

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