Un puntero de película

Otra vez los polos opuestos. Un equipo que le salen todas, donde todos toman riesgos (Mata, Muruaga, Diez) y sale a la perfección. Del otro lado, un equipo que no metió los tiros cercanos al canasto, muchos menos los perimetrales.

Ahora bien, son varios los partidos que Peñarol tiene opuestos, rozando lo perfecto el milrayitas y sufriendo la mala noche el rival. Llega un punto que esta costumbre es algo para destacar: siempre Peñarol obliga a su rival a cometer errores, y cuando los comete, no los perdona. Cada tiro errado por parte de los santiagueños fue una corrida de contra para Peñarol, cada distracción defensiva la pagó con un doble o triple encajado en su aro. Un puntero que cuando saca diez puntos, se divierte con la rotación. Por eso le bastó con 4 minutos de Osborne y 15 minutos de Pittman.

El puntero del campeonato sacó un punto más de ventaja en la cima con la caída de Quilmes y esta a 5 puntos con un partido más. Si Libertad gana el domingo quedará a tres y con cuatro fechas por jugar podría asegurar el uno el próximo fin de semana. Un premio merecido a esta altura por regularidad y buen juego.

Ante Quimsa fue sencillamente una exhibición. Sobre todo porque la noche comenzó muy torcida, cuando Osborne cayó mal y sufrió un esguince de rodilla izquierda (mañana realizarán una resonancia magnética para establecer el grado de lesión) apenas a tres minutos y 18 segundos de comenzado el partido. Peñarol ganaba 10-6 y cuando Osborne cayó inmediatamente dio grandes gestos de dolor, tomándose la rodilla. El estadio enmudeció y no es para menos: lo último que le puede pasar a Peñarol ahora es justamente esto.

Pero el ingreso de Alejandro Diez fue más que positivo. Peñarol fue una maquina perfecta de pasarse el balón (20 asistencias) ante una defensa de Quimsa que volvía mal parada del ataque y que sufría la efectividad rival. La distancia comenzó rápidamente a ampliarse (15-6, 19-6, 21-11, 27-11). Era un baile y la fusión santiagueña estaba más que confundido. Julio Mázzaro fue contenido por una marca perfecta de Juan Manuel Locatelli (gran noche) y cuando pudo tomar un tiro, no le fue fácil, tiró incómodo y recién convertiría sus primeros dos puntos a los 8 minutos del primer cuarto.

Después de la andanada inicial donde Peñarol tomó las riendas del partido, no se relajó y en el segundo cuarto siguió ampliando la distancia pero con el equipo ¿suplente?. Con Muruaga, Mata, Festa, Pelletieri y Diez en cancha, la diferencia siguió incrementándose. Marcos Mata entró derecho con tiros lejanos (2/2 en triples) otro de Muruaga para que Peñarol saque una luz de 20 puntos (40-20). Quimsa achicó a 14 (40-26) pero solidificando su defensa otra vez tomó 20 (47-27) a falta de 3 minutos.

Hay en Peñarol una gran diferencia de actitud con respecto al resto de sus rivales. Desde el minuto uno al minuto cuarenta sale a morder los tobillos de todos. Y cuando se olvidan y aflojan, el técnico Carlos Romano, parado al costado de la cancha como un perro Buldog enseguida les ladra para ponerlos en clima. Peñarol no subestima a ningún rival y nunca termina el juego antes de la chicharra. En esta liga irregular, Peñarol juega (siempre hay un pase más) y corre los 40 minutos, el resto mucha veces no.

El segundo tiempo fue más de lo mismo con la certeza que Quimsa no tuvo siquiera la fortuna de su lado. Para ganarle a Peñarol en Mar del Plata tenía que tener una buena noche en porcentajes y justamente fue todo lo contrario. Tiró muy incómodo, es cierto, pero los tiros francos, los que pudo descontar la ventaja, muchas veces no tocaron el aro. Mázzaro fue contenido primero por Locatelli (casi no le llegó el balón) y luego sufrió su propia mala noche (0/6 en triples).

Sobre el final queda para la anécdota, el floreo de Peñarol con Lauría y Blanco Vecchi en cancha, las cuatro tapas en 3 minutos de Pelletieri, que le puso un techo a las intenciones de los santiagueños y el triple de Erron Maxxey, el único de su equipo. Ningún jugador visitante entró en sintonía en el partido y se fueron desdibujando de a poco hacia al final, rendido ante la potencia del milrayitas. Cada vez más líder, cada vez más cerca del uno.

Síntesis
Peñarol (94): Pablo Sebastián Rodríguez 10, Joshua Pittman 8, Juan Manuel Locatelli 10, Jason Osborne 2 y Gabriel Míkulas 15 (FI); Valentín Blanco 1, Sebastián Festa 2, José Muruaga 14, Marcos Mata 11, Nicolás Lauría 5, Alejandro Diez 8 y Matías Pellettieri 8. DT: Carlos Romano

Quimsa (75): Víctor Hugo Cajal 2, Julio Mázzaro 15, Sebastián Cabello 12, Erron Maxey 13 y Alejandro Reinick 12 (FI); Lucas Saúl 6, Enzo Ruiz 2, Fernando Small 2, Cedric Patton 5 y Cristian Amicucci 6. DT: Marcelo Richotti.

Parciales: 27 - 15, 49 - 34, 71 – 52.
Árbitros: Alejandro Ramallo - Raúl Imosi.
Estadio: Polideportivo “Islas Malvinas” (2300 espectadores)

Foto: Majo Gil

Pablo Tosal
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