De cabeza a los cuartos

Muy pesada se le hizo la semana al cervecero después de la derrota en San Nicolás ante Belgrano. Hubo silencio, trabajo y compromiso. Y la receta salió bien, porque en un partido que la taba podría haber caído para cualquiera de los dos, Quilmes logró superar al batallador Ben Hur con la personalidad necesaria lejos del juego habitual. Entre Martínez (3) y De la Fuente (4) brindaron una lluvia de triples en el final (7 en total) cuando la noche venía muy oscura.

Hubo de todo, un mal arbitraje de Rougier y Cameronéz (lo de los árbitros es para destacar) un juego friccionado, más charlas que un partido de truco, mucha estrategia, táctica y grandes momentos de buen juego por parte de los dos. Fue un verdadero juego de Play Off.

El partido nació bien para el local que atacó vía Sepo Ginóbili y Javier Martínez, del otro lado contestaba Ben Hur con un Eduardo Villares que tuvo un primer cuarto de ensueño (14 puntos). Era una batalla de perimetrales porque ambos equipos anulaban el juego interior del rival. Quilmes con una férrea marca en hombre y Ben Hur protegiéndose en zona.

El equipo de Oscar Sánchez dominó los primeros cinco minutos (14-9) pero lentamente Ben Hur lo dio vuelta con los tiros errados del cervecero (8-21 de cancha) y la puntería de Villares. El primer cuarto se fue para la visita 20-22.

Pero Quilmes salió muy bien en el segundo cuarto con la llegada desde el banco de Agustín Carabajal que tuvo un gran ingreso (7 puntos), quien le dio mucha dinámica a la ofensiva y logró que la defensa con ayudas se concentre más sobre Villares. Una vez que desapareció el tirador de Rafaela, Ben Hur se quedó sin respuestas. No tuvo gol en ninguna posición, atacó a un sólo tiro y perdió cinco balones. Un panorama muy negro.

Chukie Robinson dijo presente en el partido con su habitual cuota de gol y Quilmes y con un par de triples contra la zona sacó 14 puntos descontextualizados del partido (40-26) con un parcial 20-4. En cinco minutos el equipo de Lamas solo anotó 4 puntos mientras buscaba variantes de toda clase en el banco sin encontrar respuestas.

Pero una buena aparición de Mc Farlan (hasta allí ausente) guió a Ben Hur en el camino de la recuperación. La zona dio resultados porque se cerró bien sobre el trapecio y Quilmes erró cuatro triples seguidos. En un doble con falta de Walter Storani sobre Calderón, los árbitros le pitan la tercera falta al pivote quilmeño que de bronca arroja el balón contra los carteles y se gana un técnico: cuarta falta y al banco. El panorama quilmeño pasó de la algarabía a la incertidumbre. En la última jugada del primer tiempo, a Esteban de la Fuente la pelota le quedó muy atrás, Uranga le robó el balón, erró la bandeja de contraataque pero Mc Farlan venía como Trailer para volcar la pelota y cerrar el segundo cuarto sólo abajo por 5 (44-39).

En el tercer cuarto después de una buena salida del local (50-44) mediante Chukie Robinson, una defensa zonal en cajón e individual sobre Ginóbili confundió al cervecero. La vuelta de Martínez fue poco efectiva y Quilmes se quedó sin gol. No podía poner a Robinson en situación de ventaja de frente al canasto y Ben Hur lentamente se fue para arriba. Apareció Tintorelli en su mejor momento en el partido (8 puntos) y la BH pasó al frente hasta sacar una máxima de 6 (52-58) con un parcial 2-14.

El partido comenzó a ser más friccionado y a jugarse con más ánimo que juego. Por única vez en el partido la visita probó un rato de marca individual y fue el momento justo para que Quilmes logre respirar y se ponga en juego nuevamente (60-58) con un parcial 8-0. El cervecero aguantó los nervios y la presión y ahogó la escapada de Ben Hur. Otra vez el partido en terreno de paridad.

Cuando comenzó el último cuarto el tablero decía 60-61, y los árbitros a esta altura, tenían hartos a todos. A los locales y a los visitantes. La falta de paridad de criterio que existe en el referato argentino es motivo de una próxima nota de Pick and Roll, pero entre ellos mismos no logran ponerse de acuerdo como arbitrar y que sancionar ante similares hechos. A Rougier y Cameronéz se le fue el partido de las manos en faltas evidentes que dejaron pasar y las protestas lógicas como consecuencia.

Pero el desaguisado arbitral no hizo más que ponerle calor al partido que tuvo mucha emoción. Ben Hur se recostó una vez más en una zona 2-3 para invitar a Quilmes a buscar el partido desde donde más le duele (el triple). Y el cervecero tomó la invitación en dos hombres claves: Javier Martínez y Esteban De la Fuente.

El ingreso de De la Fuente en el cuarto final se produjo por la cuarta falta de Stanton que hasta allí no había hecho mucho. El partido se hizo gol y gol. Villares y Mac Farlan contestaron con sendos triples dos de los 7 que metió Quilmes en el cuarto. Luego una falta de Calderón (la quinta) a un tiro de tres puntos de Mc Farlan le dio tres tiros libres (que convirtió). No había respiro en el cervecero que sin jugar bien llevaba el partido gracias a los tiros perimetrales.

El “Huevo” desde el banco era todo arenga, para que no se caiga el nivel anímico. Quilmes debía luchar el partido y en un juego de connotaciones de Play off, dos jugadores de mucha personalidad asumieron todas las responsabilidades.

Con el juego 80-79, El técnico cervecero decidió sortear el juego a “plata o mierda” y metió a Stanton por Brezzo. Emparejó a De la Fuente con los internos rivales y la apuesta salió bien. Stanton tomó un rebote ofensivo (del único triple que erró Quilmes en el cuarto) y De la Fuente metió un triplazo (83-79) cayéndose sobre la marca con el tiempo casi terminado. Estaba dicho para ganar un juego así además había que ligar.

En la respuesta, erró por la misma vía Mc Farlan y De la Fuente se plantó por el eje y sentenció el juego a falta de un minuto con su cuarto triple en el parcial (86-79). Después en los 50 segundos finales el cervecero tuvo la inteligencia necesaria para cerrar un partido que lo destrabó por vías no convencionales para su juego.

Con la victoria Quilmes obliga a Ben Hur a ganar los tres partidos que faltan mientras el cervecero tiene que perder los tres para que el sueño de los cuartos de final directo no sea una realidad. La “cabeza” que saca de ventaja en el sprint final tiene nombre y apellido: Esteban Pablo De la Fuente.

Síntesis
Quilmes (91): Sebastián Ginóbili 13, Javier Martínez 21, Ramzee Stanton 9, Chukie Robinson 20, Pedro Calderón 5 (x) (FI) Diego Brezzo 0, Agustín Carabajal 7 y Esteban De la Fuente 16. DT Oscar Sánchez

Ben Hur (83): Lucas Picarelli 7, Eduardo Villares 25, Terrence Hill 10, William Mc Farlan 18 y Damián Tintorelli 12 (FI) Walter Storani 3, Sebastián Uranga 4, Eduardo Calvelli 0, Felipe Ederra 0 y Fabián Elías Saad 1. DT Julio Lamas

Parciales: 20-22, 44-39, 60-61
Árbitros: Diego Rougier y Sergio Cameronéz
Estadio: Once Unidos (1200 espectadores)

Foto: Majo Gil (mjgil@pickandroll.com.ar)

Pablo Tosal
www.pickandroll.com.ar