Reivindicación y Fe

La enumeración de las ganancias obtenidas por el cervecero este fin de semana superan ampliamente los 4 puntos en juego. Quilmes recuperó la fe en si mismo, parte de su buen juego, la idea defensiva, y se convenció que tiene un plantel que estando bien de la cabeza puede pelearle a cualquiera.

Y no era fácil en la previa sortear a Ben Hur y Libertad, teniendo en cuenta el “arrastre” del fin de semana anterior, pero anoche Quilmes logró redondear el triunfo de la manera que no pudo contra Ben Hur. A Libertad lo dominó todo el juego y cuando se vio temporalmente abajo nunca se desesperó. Fue tan abierto el final que impensadamente el equipo de Sunchales terminó defendiendo la diferencia de 16 puntos.

El partido tenía el antecedente el juego en Sunchales, donde Libertad había dominado al cervecero, sobre todo en el segundo tiempo con Battle en la pintura y las penetraciones de los perimetrales, por eso la idea estratégica de Oscar Sánchez fue no perder peso cerca de su canasto, frustrar a Battle, para que no tome injerencia y detener a Brown. Todo el peso defensivo quilmeño se centró en estos dos jugadores. Y logró el cometido de punta a punta.

En una zona cajón para encerrarlo a Battle cuando recibiera y con persecución individual de Martínez sobre Brown, Quilmes presentó desde el minuto cero su defensa. Libertad respondió con defensa individual.

En apenas unos minutos, Libertad desnudó graves falencias (que mantendría todo el primer tiempo) para atacar la zona. Hubo un partido extraordinario en defensa de Martínez sobre Cleotis Brown. El paraguayo se reivindicó de lo mucho que dejó jugar en otros partidos. Pero lo de ayer fue para colgarlo en un cuadro: Brown no pudo siquiera recibir la pelota y Libertad atacó con cuatro. Y ante la zona la única respuesta que encontró fue el tiro de tres puntos.

Con suerte diversa en el triple (7/18, 38% en el primer tiempo) el conjunto dirigido por Bualó se mantuvo en juego. Pero no pudo nunca alimentar a sus internos. Tomó solo 12 dobles (5/12) y fue poco a línea (4/5). Quilmes lo dominó con el Cajón y que alternó con una zona 2-3 primero y 3-2 después ante la cantidad de tiradores que Libertad ponía en perímetro.

En ataque Quilmes brilló con su juego de pases para sacarse de encima una cerrada defensa liberteña, que no permitió tiros cómodos, pero la actitud de Quilmes fue muy distinta a la de otros partidos claves, no sólo por la defensa, en ataque sobrecargo el rebote ofensivo con mucha entrega y sacó réditos de segundas instancias.

El primer tiempo cerró solo por uno arriba Quilmes (36-35) con una buena noticia para el local: había tirado 0/8 en triples. Pero bien visto, si logró jugar mejor y cerrar arriba el marcador sin meter un solo triple, ¿Qué ocurriría cuando pudiera meterlo?.

Y la Lógica le dio la mano a la razón en el segundo período. Sobre todo en el último cuarto cuando Quilmes por fin pudo convertir de tres puntos. En el tercer parcial el partido siguió igual: la defensa local clavada en cajón y uno sobre Cleotis Brown y Libertad en marcación individual.

La visita salió con la idea táctica de profundizar los ataques, tendiendo más paciencia antes del triple, pero Quilmes defendió las primeras dos posesiones de 24 segundos completas. Frustrado, Libertad abandonó el libreto de rompimiento y descarga y otra vez le apostó al tiro de lejos (2/6).

El partido fue un juego de defensas y a falta de 5 minutos saltaron por primera vez a la cancha Esteban De la Fuente y Agustín Carabajal. Esteban entró y metió un doble con bandeja volada de zurda por arriba de la marca, casi con tiempo agotado. Acto seguido un tiro de tres puntos que pisó la línea un centímetro y lo marcaron doble. Otra vez Esteban marcaba el camino de la personalidad para un partido muy chivo.

Cuando Libertad pasó al frente por primer vez (48-49) Ginóbili convirtió el primer triple del partido para Quilmes (51-49).

El Huevo Sánchez decidió cerrar el partido en marca hombre a hombre y allí Quilmes no cambió la actitud defensiva. Por su parte Bualó seguía con los problemas para determinar quien debía llevar la base (problema de toda la temporada) Alba, Müller, Saglietti, Ruiz Moreno, todos debieron subir la pelota, pero ninguno le dio juego.

En el último cuarto, cuando se presagiaba un final cerrado, el cervecero apostó otra vez al tiro de tres puntos como contra Ben Hur y dos de De la Fuente, uno de Sepo Ginóbili y otro de Martínez fueron desarmando un equipo que se quedó sin respuestas. A falta de 4 minutos el local tenía una luz de 8: 68-60 que amplió a once 72-61 con todavía 3 minutos por jugar.

Allí Libertad fue conciente que no sólo podía perder el partido sino también la diferencia de +16 que sacó en su cancha. Calmó la pelota y profundizó con Battle las últimas jugadas, más la aparición tardía de Brown para quedarse con la diferencia a favor en caso de igualdad de puntos con Quilmes por el segundo puesto.

Una tapa de Stanton descomunal sobre Saglietti a falta de 50 segundos cuando ganaban por 9: 74-65 fue la foto del partido. Quilmes defendió durísimo del primer al último minuto, y corrigió su principal carencia cuando comienza la recta final para los Play off. La gente que colmó el estadio, vivió un clima de euforia antes, durante y post partido. El romance con su gente esta intacto, el equipo se reivindicó y le sobra fe.

Síntesis
Quilmes (75): Sebastián Ginóbili 11, Javier Martínez 11, Ramzee Stanton 18, Chukie Robinson 14, Pedro Calderón 8 (x) (FI) Diego Brezzo 2, Agustín Carabajal 0 y Esteban De la Fuente 10. DT: Oscar Sánchez

Libertad (67): Diego Alba 9, Leopoldo Ruiz Moreno 4, Cleotis Brown 12, Robert Battle 13, Andrés Pelussi 7 (FI), Diego Cavaco 2, Martín Müller 7, Jorge Benítez 5, Marcos Saglietti 9. DT: Carlos Bualó.

Parciales: 21-18, 36-35, 53-51
Árbitros: Estévez – Chavez
Estadio: Once Unidos (2000 espectadores)

Pablo Tosal
www.pickandroll.com.ar

No le permitió celebrar el uno

Regatas consiguió un triunfo revitalizante justo en el momento en que el calendario en la Liga Nacional de básquetbol empieza a ser cada vez más exigente. Se inyectó una nueva dosis de éxito cuando enfrente estaba el líder absoluto de la competencia, Peñarol, de Mar del Plata, al que redujo a su mínima expresión durante el segundo y tercer cuarto (parcial 43-23) para vencerlo con autoridad por 87-78 y propinarle su quinta derrota consecutiva en Corrientes, en igual cantidad de presentaciones.

Además, anoche le adosó al resultado positivo un rendimiento vistoso, de alto vuelo, como para ilusionarse con terminar entre los ocho primeros de la etapa regular y dar que hablar en los playoffs. Incluso, la caída de Quimsa ante Central colocó al equipo del parque Mitre en la 7º posiciones.

Así lo entendieron las 3.800 personas que le dieron un marco imponente al Estadio de los Sueños y que atronaron al final del partido: “olé, olé, olé... olé, olé, olé, olá... yo, soy del Parque, es un sentimiento, no puedo parar...”. Fue delirio, fiesta, derroche de emoción. Ideal para llegar con el ánimo por las nubes al interpareja con Sionista, con quien definirá si termina 7º, 6º, 8º o incluso 5º, aunque esto dependería de los resultados de Ben Hur. Primero, este viernes, jugarán en Paraná y dos días después la revancha será en Corrientes.

Peñarol solamente dominó en el arranque, después de intercambiar ataque por ataque en las primeras posesiones. A las apariciones de Román González –de enorme actuación junto a López en la pintura– respondía Míkulas con sus fundamentos exquisitos en el poste bajo. Pero la brecha se abrió luego para Peñarol porque mató desde el perímetro: 5/6 triples.

En Regatas ayudaba la sociedad López-González, aunque no podía complementarse del todo con los buenos y vertiginosos movimientos de Diego García (1/6 de cancha). La formación baja a la que apeló el DT visitante Carlos Romano, acaso obligado por la ausencia de Jason Osborne (desgarrado) y la escasa disponibilidad de Pelletieri (jugó con un vendaje para proteger su pulgar izquierdo, luxado), a veces se recostaba en zona y con eso alcanzaba para controlar a Regatas; además, un par de triples del abucheado Festa (ex “fantasma”) establecieron la diferencia del primer cuarto: 28-21 se aventajó Peñarol.

Pero a partir del segundo cuarto Regatas ajustó la defensa y en todo momento trató de presionar con doblajes a “Peña”, que ya no era tan prolijo en su armado. Acosta se convirtió en sombra de Pittman y el visitante no mostró mayores variantes porque Míkulas también perdió injerencia en la zona interna. Entonces Roberto López se convirtió en líder ofensivo de Regatas; además, surgió en escena Salles y Martin también hizo su aporte para distanciar al equipo del parque Mitre 42-35 tras un parcial de 21-7.

Peñarol resignó infalibilidad desde afuera (1/5 en triples) y los hinchas soltaban sus alaridos de ilusión. Pero los marplatenses lejos estaban de tirar la toalla y cerraron la etapa ahí nomás, a cuatro (40-44).

De hecho Peñarol buscó confundir variando repentinamente su defensa, de individual a una zona elástica que variaba según el portador de la pelota. Y parecía que lo podía conseguir cuando en poco más de un minuto igualó en 44. Pero Regatas jamás se descontroló y siguió defendiendo con uñas y dientes su aro. Román González imponía presencia en ambos tableros y era inteligente para juntar marcas y descargar (5 rebotes y 3 asistencias en el tercer período).

Al no encontrar respuestas en el perímetro (1/4) la ofensiva de Peñarol se diluía y, por el contrario, Diego García empezaba a desplegar sus alas anotando 13 puntos en el parcial y hacer delirar a los presentes porque Regatas se escapaba 64-51 entrando al último cuarto.

Se sabía, Peñarol no tenía más que salir a quemas las naves. Marcó al límite y depositó sus esperanzas en el tándem Pittman-Míkulas, que mantuvieron en vilo a Regatas. Primero el visitante se acercó a seis (60-66) con un parcial de 9-2 cuando iban algo más de 32 minutos de juego. Una racha de 6-0 propiciada por un triple de Acosta y otros tres tantos de García le devolvía cierta tranquilidad al local (72-60).

Sin embargo, Peñarol no daba el brazo a torcer. Con las penetraciones punzantes de Pittman, más un par de aciertos externos de Mata y Muruaga se puso a tiro (71-74) cuando restaban 2:50 de juego. Por fortuna apareció García con cuatro seguidos y a ello se sumaron dos “bombazos”, primero de Salles y luego de Martin, que fue espectacular porque lanzó desde 9 metros, para terminar de inclinar la balanza a favor de los de Santander. Ahí sí Peñarol dijo basta y Romano, su técnico, aplaudió a Regatas y su gente, avalando una victoria que ilusiona.

Síntesis
Regatas Corrientes (87): Hernando Salles 12, Diego García 27, Eric Martin 13, Roberto López 14, Román González 8 (FI); Dionisio Gómez 2, Sebastián Acosta 11, Pablo Jaworski 0 y Juan Ignacio Gallo 0. DT: Silvio Santander.

Peñarol (78): Sebastián Rodríguez 5, José Muruaga 6, Josh Pittman 22, Alejandro Diez 8, Gabriel Míkulas 19 (FI); Sebastián Festa 9, Juan Manuel Locatelli 2, Marcos Mata 5, Matías Pellettieri 1 y Nicolás Lauría 1. DT: Carlos Romano.

Parciales: 21-28, 44-40 y 64-51.
Jueces: Diego Rougier y Fabricio Vito:
Estadio: De los Sueños (3.800 personas).
Fuente: Carlos Zeniquel (h) – Diario Epoca