“Acosta” del esfuerzo están en semifinales

El delirio se apoderó de Corrientes que vive por estas horas su éxtasis en la Liga con la clasificación de Regatas Corrientes para las semifinales. La tercera y ansiada victoria que le da el pasaporte llegó luego de una verdadera batalla de 45 minutos donde hizo falta un suplementario (y un final muy cerrado) para liquidar a la mejor versión de Quilmes en la serie.

Más de 4200 espectadores rebalsaron el estadio de los Sueños, que quedó chico para ver un equipo que se brinda entero. Quilmes debía una respuesta y Regatas sabía que era muy difícil que se repita el paseo del juego tres. Y lo que se vio fue un partidazo, que se decidió en el último segundo, donde la perinola cayó del lado del local, pero bien podría haber caído del lado quilmeño. Ni Regatas gana la serie en el último partido ni Quilmes la pierde anoche, la historia se decidió antes, en todo caso en el juego cuatro brindaron el mejor partido.

Anoche Quilmes se pareció mucho más al equipo que estuvo toda la temporada encaramado en los primeros puestos, que ganó tanto de visitante. Quilmes dominó en el primer tiempo, sufrió el tercer cuarto y en el segmento final lo tuvo para ganar. Este dato es clave. La serie traía el sorprendente resultado del tercer juego, pero corrigió sus problemas defensivos y sobre todo de actitud para presentar una batalla digna de lo que se estaba jugando.

Quilmes abandonó la zona del tercer partido que fue vulnerada por todos lados. Regatas siguió firme con su tesitura: “de locales sólo defendemos individual”. Así comenzó el primer síntoma de igualdad, los dos defendiendo hombre a hombre.

La primera ventaja la tomó Quilmes con un parcial 9-1 pero en 4 minutos los árbitros Chiti y Mendoza cobraron a Quilmes dos técnicos (a Calderón y al Huevo Sánchez), dos faltas en ataque y dos faltas sin balón en las cortinas para que Regatas se ponga en juego (14-14). De yapa le regalaron dos libres a Regatas. En un cobro increíble Calderón en una cortina le hizo falta a Acosta. Era la tercera de equipo de Quilmes. Luego del técnico a Calderón, los árbitros le dieron 4 tiros y reposición cuando correspondían 2 y la pelota. Las protestas del técnico de Quilmes le valieron un técnico.

Los árbitros pudieron equivocarse, pero el síntoma en cancha era inequívoco: Quilmes era más. Mejoró ostensiblemente con su marcación hombre a hombre y Regatas fue preso de sus nervios y su falta de porcentajes. Con un sprint final de 13-6 la visita cerró el primer cuarto arriba por 7 (20-27).

La idea original de Quilmes era hundir el balón en la pintura, sacar provecho de la diferencia de envergadura de Stanton y obligar a Regatas a jugar 5 contra 5 en ataque, donde la defensa individual jugaba con mucha ayuda contra Román González y dominaba a Dionisio Gómez.

En el tercer cuarto Quilmes tomó una ventaja máxima de 8 (24-32) que obligó a Santander a pedir minuto. Regatas no encontraba nada de su perímetro que hasta ahí había dominado la serie. La defensa del rompimiento de Salles y Martínez eran claves, mientras que Acosta era el único indetenible por su puntería.

Después del minuto con un parcial 8-0 Regatas empató en 32. En Quilmes se despertó Chukie Robinson (muy extrañado por su “ausencia”) y devolvió con goles su escasa defensa sobre Román González. El partido por un rato fue de ellos dos solo. Uno le convertía al otro.

Como Quilmes seguía con la idea de profundizar el balón fue cargando de faltas a los internos rivales. En una de las últimas jugadas del primer tiempo Bruno Ingratta cometió la cuarta falta, protestó se ganó un técnico (quinta) y afuera. Para el segundo período el local se quedaba sin relevo en el juego interior. El cervecero cerró mejor el primer tiempo con ventaja de 5 (49-44) amarreta para la diferencia de juego en cancha.

La incógnita era porque Santander, ante las faltas de su juego interior no recurría a la zona como en Mar del Plata. Pero el tiempo le dio la razón. En el segundo tiempo salió con Dionisio Gómez (3 faltas) y González a defender intenso y se la bancaron sin faltas. La defensa de Regatas cambió radicalmente y no permitió ningún tiro cómodo del rival.

Quilmes en 6 minutos anotó apenas 7 puntos y Regatas dio vuelta el desarrollo y el tanteador hasta sacar 8 de diferencia (64-56), con un parcial 20-7. Javier Martínez tuvo mucha más injerencia en el armado, Salles y Diego García encontraron un par de triples y Román González era una pesadilla en el corazón de la defensa quilmeña. De todos modos, Quilmes con apenas 12 puntos en el parcial logró cerrar el cuarto solo tres abajo (64-61) para tirarle el compromiso a su rival.

El cuarto final fue pura paridad. Ambas defensas seguían en individual sin sacarse ventajas. El partido era una batalla, y el calor natural de Corrientes era aumentado por una cancha que hervía. Sebastián Acosta mantuvo a los suyos con vida con dos triples importantes. Cuando la ofensiva de Regatas se ahogaba siempre Acosta tuvo una respuesta descontextualizada del juego cinco contra cinco. El “Negro” resolvió siempre por personalidad y talento.

Quilmes jugó con la idea de poner el balón cerca del canasto y a medida que corrían los minutos, el cansancio aumentaba. Ramzee Stanton se despertó en la serie y ayudó mucho con su tiro de media distancia y su rebote ofensivo, lo acompaño De la Fuente y un buen ingreso de Federico Marín.

El partido ingresó a los últimos 50 segundos igualados en 80. Regatas parecía que se llevaba el partido porque a falta de 20 segundos ganaba por un doble de López, pero en la última jugada quilmeña, Villares erró un doble de 6 metros, pero como un fantasma apareció por arriba de todos Stanton y luego del rebote ofensivo convirtió el doble del empate.

El suplementario fue de mucho gol. Cuando mejo estaban jugando Quilmes perdió a Chukie Robinson y a Ramzee Stanton por cinco faltas cuando aún restaban más de 3 minutos. En Regatas Martínez también se fue por faltas.

Con el partido empatado en 89 a falta de 1:50, cuando Quilmes había defendido los 24 segundos, Acosta, de espaldas al aro, con la marca encima, se dio vuelta, lanzó y convirtió un triple inverosímil (92-89). Luego un triple de Salles lo pusieron al frente por 4 (95-91) Ya estaba… todo parecía de Regatas.

Pero Quilmes siguió peleando hasta el final con dos dobles seguidos de Villares y metió la igualdad en 95. Acosta erró un triple y en la última jugada de Quilmes Marín erró una bandeja pasada (mala decisión) y en la contra Acosta, como en toda la noche, vio la sociedad con Román González. Calderón y De la Fuente se le tiraron encima pero el pivote local se bancó todo, metió el doble y sacó la falta cuando solo restaban 3 segundos. Además convirtió el adicional (98-95). Quilmes repuso con un largo pase de De la Fuente para Sepo Ginóbili, pero como si la historia hubiese necesitado una foto final que graficara el triunfo Sebastián Acosta interceptó el pase y se quedó con la pelota final.

Síntesis
Regatas (98): Javier Martínez 12 (x), Sebastián Acosta 33, Eric Martin 1, Dionisio Gómez 8 y Román González 28 (FI); Bruno Ingratta 1 (x), Hernando Salles 8, Diego García 5 y Roberto López 2. DT: Silvio Santander.

Quilmes (95): Sebastián Ginóbili 17, Eduardo Villares 10, Ramzee Stanton 21 (x), Clarence Robinson 21 (x) y Pedro Calderón 7 (FI); Esteban De la Fuente 13, Diego Brezzo 0, Agustín Carabajal 0 y Federico Marín 6. DT: Oscar Sánchez.

Parciales: 20-27, 44-49, 64-61 y 82-82.
Árbitros: Alejandro Chiti-Javier Martínez.
Estadio: José Jorge Contte (4200 espectadores).
Serie: 3-2 (Regatas clasificó a semifinales)

Foto: Gentileza Diario Época

Pablo Tosal
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Visitantes no deseados

Boca Juniors mostró la chapa de candidato y cuando nadie lo esperaba resurgió en la serie. Los xeneizes ganaron por 85-66, otra vez en calidad de visitante, y forzaron un quinto partido. El último clasificado se conocerá el próximo miércoles.

Nunca subestimes a tu rival y menos si el que está enfrente se llama Boca Juniors. Los xeneizes, que habían perdido los primeros dos juegos como local (68-90 y 76-79) y tenían la soga al cuello, revivieron como visitante y forzaron un quinto partido.

Nadie lo esperaba y la estadística tampoco lo avalaba. Los dirigidos por Gabriel Piccato viajaron a Rafaela con un 0-2 en la serie de playoffs. Ben Hur lo esperaba con la escoba, para barrerlo en casa y agrandar el record de 21 encuentros ganados sobre 24 presentaciones en el Coliseo del Sur durante la presente temporada.

Pero este Boca, que cree en los milagros, recuperó magistralmente a Leonardo Gutiérrez, que estaba desgarrado y sin chances de participar en la eliminatoria, y contra todos los pronósticos se agrandó en rodeo ajeno para igualar la serie y regresar el playoffs a Capital Federal.

Anoche, ante otra buena concurrencia del público rafaelino, Boca derrumbó todos los pronósticos y se impuso por un claro 85-66.

Queda mal decirlo y nunca hay que contar los porotos antes de tenerlos en la mano, pero el partido ya conocía a su ganador momentos antes de finalizar la primera etapa (34-51).

Con Leandro Palladino encendido desde 6m25 (2/2 en triples) Boca marcó camino con el 6-2. Lázaro Borrell (6 puntos) ganó espacio en la pintura y con la ayuda de un punzante Gustavo Oroná (7) la visita extendió la ventaja (12-4).

Ben Hur, por única vez en el partido, defendió y recortó con William Mc Farlan (7) para situarse 13-17 a falta de 4 minutos. Pero otra ráfaga de Palladino (10 en el primer chico) sirvió para que los xeneizes volvieran a escaparse.

Gabriel Piccato se dio el lujo de mandar al campo a Leonardo Gutiérrez a falta de 1m32, pero segundos más tarde fue Palladino quien asustó al cuerpo técnico visitante. El alero se golpeó fuertemente la mano izquierda y fue atendido por personal médico. Al tirador le efectuaron unas placas y se constató que sufrió una luxación.

El inicio del segundo cuarto fue el comienzo del fin para la BH. Boca apostó fuertemente a los bloqueos para liberar a los tiradores y con una alta efectividad en lanzamientos de tres puntos (3/4 en el cuarto y 6/11 en la primera etapa) colocó un parcial de 18-5, en 6 minutos, para ganar por 41-25.

El local tuvo graves problemas tanto en defensa como en ataque. Ben Hur hizo una mala selección del tiro (3/15 en tiros de campo) y estuvo desconcentrado en la marca.

Raymundo Legaria, que se lesionó al cierre del primer tiempo y fue atendido en una ambulancia, jugó e hizo jugar (6 puntos y 5 asistencias), Oroná volvió a tener protagonismo en ataque; mientras que Gutiérrez entró con la mano caliente para que Boca se escapara por 51-34 en 20 minutos.

El complemento estuvo de más y al encuentro le sobraron varios minutos. Boca, nuevamente con Gutiérrez, volvió a apretar el acelerador y sacó 24 puntos de ventaja (42-66). Ben Hur continuó perdido en el campo y solo McFarlan entendió como jugar el partido.

El xeneize envió un claro mensaje a su rival y con dos golpes demostró que está vivo en la serie. Ben Hur debe despertar. Ya desperdició la posibilidad de ganar el playoffs en su casa y ahora deberá responder otra vez, como visitante, si es que desea llegar a semifinales por tercer año consecutivo. Boca lo espera y está más agrandado que nunca.

Síntesis
Ben Hur (66): Lucas Picarelli 14, Fabián Elías Saad 9, William McFarlan 22, Terrence Hill 0, Damián Tintorelli 8 (FI), Walter Storani 8 (x), Eduardo Calvelli 3 (x), Sebastián Uranga 2, Felipe Ederra 0, Leandro Cecchi 0. Entrenador: Julio Lamas.

Boca Juniors (85): Raymundo Legaria 6, Gustavo Oroná 18, Leandro Palladino 10, Lázaro Borrell 14, Martín Leiva 2 (x) (FI), Leonardo Gutiérrez 18, Jamal Robinson 4, Luis Cequeira 9, Matías Fioretti 4, Lucas Ortiz 0, Julián Aprea 0, Jonatan Slider 0. Entrenador: Gabriel Piccato.

Parciales: 20-23, 34-51 y 46-68.
Árbitros: Fernando Sampietro y Jorge Chávez.
Estadio: Coliseo del Sur.
Serie: 2-2
Próximo juego: miércoles 25 en el Luis Conde (por TV)

Juan Manuel Rodríguez
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