Un tigre afilado

No hubo equivalencias. Libertad borró a Boca con la misma facilidad que viene volteando rivales. El equipo de Carlos Bualó cerró la fase regular con una doble victoria ante Ben Hur en el interparejas, luego despachó 3-0 a Madryn y por la Liga Sudamericana hace 4 partidos que no pierde. Desde el 18 de marzo cuando cayó ante Quilmes en Once Unidos por 74-67 que libertad no cae por la Liga Nacional. Para sumar la idea de fortaleza que este equipo trae hay que agregar que no pierde en la Liga Sudamericana desde el 26 de marzo cuando cayó ante Gimnasia de Comodoro en el Socios Fundadores 70-65. Luego de eso acumula 4 victorias, dos en las semifinales y dos en la final, todas de local.

El Hogar de los Tigres hace honor a su apodo. Hoy Libertad se siente muy fuerte jugando de local, donde estable diferencias a partir de su defensa, que le permite la obtención del rebote defensivo o la intercepción del pase para fulgurante contraataque donde lastima a sus rivales.

Con Boca la supremacía en el juego aéreo fue clave. Con todo el equipo colaborando en el cerco reboteador logró que Boca no tomara segundas instancias, sumado a los malos lanzamientos que Boca lanzó provocados por la defensa y la carencia del rebote ofensivo lograron que Libertad pudiera correr. Por eso sacó diferencias rápidas. Después del 5-6 inicial a los 2 minutos, se disparó en el tanteador (27-10) con un parcial 22-4.

Diego Alba, muy mejorado desde el último cuarto de fase regular hasta la actualidad, manejó los tiempos del partido, siendo superior a Legaria e imponiendo su defensa sobre el base rival. Cleotis Brown (8 en el parcial) comenzó con su intratable noche y Battle junto a Pelussi sacaron ventajas a Leiva y Borrel. Boca estaba desdibujado sin tomar un sólo tiro claro, con falta de pases en su juego, siete pelotas perdidas y nulo rebote ofensivo. El primer cuarto cerró con un mini parcial 7-2 de Boca para un total de 29-17.

Para el segundo cuarto, el ingreso de Cequeira y la continuidad de Leo Gutiérrez (ingresó en la parte final del primer cuarto) le dieron un poco más de gol a su equipo. De todos modos Libertad siguió mandando por su defensa y jugando más solidario en ataque. Boca exageró las resoluciones ofensivas en el talento individual en muchas acciones de uno contra uno. Ambas defensas seguían en persecución individual y fue el local quien sacó mayores réditos de esto hasta tomar 19 de luz (40-21). Boca reaccionó en parte por Gutiérrez (43-33) con un parcial 3-12. La mayor riqueza del equipo de Picatto por entonces fue hacerle perder la línea de juego a su rival por primera vez en el partido. Pero un ratito de Cleotis Brown que se volvió a encender bastó para que Libertad tome otra vez una ventaja grande (53-35) con un parcial 10-2.

El primer tiempo se fue como un juego de rachas. La defensa de Cavaco sobre Robinson provocó que el extranjero no pudiera tomar el balón y quedó asilado del ataque, al tiempo que Pelussi se puso fuerte ante Leo Gutiérrez, quien ya no se movió cómodo y Battle hizo lo propio ante Borrel. El técnico de Boca sentó por largos minutos a Martín Leiva, ya que su pivote no brindó respuestas y la media cancha de Boca no acompañó para nada.

En el segundo tiempo la historia no cambió. Libertad se tomó un respiro en ataque, mitad por su falta de juego y mitad porque Boca defendió mucho mejor, cortó el circuito de Alba con el resto y no dejó rompimientos claros al canasto. El aurinegro se quedó sin gol y Boca con un pequeño parcial 6-10 acerco a 11 (59-48) creyendo que todo era posible. Pero un par de acciones de defensas (en individual) que terminaron en contraataque le devolvieron la ventaja de 17 (68-51).

En el segmento final la diferencia, lejos de acortarse se hizo mayor. Ambos equipo estuvieron imprecisos. No fue en líneas generales un partido muy lucido, más bien todo lo contrario, pero la lucha y el sacrificio estuvo muy presente. Quizás allí también radique el secreto de este Libertad ganador. No sólo tiene talento en sus jugadores sino que no le escapa a la fricción y juega con carácter.

La máxima diferencia se fue ampliando (78-53, 81-55, 83-56), hasta que Borrell ya sin tanta defensa, metió tres triples seguidos y ayudó a decorar un poco el resultado. Para esto Bualó ya había sentado a Brown y el resto de los titulares mientras que Picatto guardo a Leo Gutiérrez (única carta ofensiva de Boca) a quien el desgarro no parece afectarle.

Un primer paso muy intenso dio Libertad para buscar la final. Superó a Boca por 24 puntos, lo dejó con un cúmulo de problemas a resolver y se siente mas confiado que nunca para lo que viene. Para el equipo de Sunchales jugando así, el sueño del campeonato se hace más fuerte.

Síntesis
Libertad (91): Diego Alba 13, Diego Cavaco 5, Cleotis Brown 35, Andrés Pelussi 13, Robert Battle 12 (FI), Leopoldo Ruiz Moreno 0, Jorge Benítez 5, Martín Müller 4, Marcos Saglietti 2 y Pablo Moya 2. Entrenador: Carlos Bualó.

Boca Juniors (67) Raymundo Legaria 5, Gustavo Oroná 6, Jamal Robinson 10 Lázaro Borrell 17, Martín Leiva 2 (FI), Leonardo Gutiérrez 20, Luis Cequeira 4, Matías Fioretti 0 y Patricio Rodríguez 3. Entrenador: Gabriel Piccato.

Parciales: 29-17, 53-38, 70-53.
Árbitros: Alejandro Ramallo, Osvaldo Bautista y Fabricio Vito
Estadio: Hogar de los Tigres – Sunchales.
Serie: 1-0

Foto: Gentileza Diego Rosso - Sunchales Hoy

Pablo Tosal
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