Peñarol (0) – Boca (1) (juego dos – Final)

El juego uno sorprendió a todos. Por varias razones. En principio por el mal juego. Es lamentable que los dos mejores equipos del torneo brinden un partido como el que salió. El extraordinario jugador ofensivo Lázaro Borrel justificaba en la paridad y la lucha la esencia del partido, y esta bien que un resultado incierto es la sal misma del básquetbol, pero dolían los ojos de ver dos equipos muy por debajo de su nivel.

Desde este concepto se arma la previa del juego dos. ¿Cuánto de mal jugó Peñarol y cuánto Boca? o por mejor decirlo ¿Cuánto pueden mejorar cada uno?.

En las declaraciones post partido, de manera inteligente, el entrenador de Peñarol, Carlos Romano, se apuró a decir que el problema fueron los nervios. Por lo tanto el equipo y el juego quedaron intactos en la confianza. Superado los nervios, Peñarol debe volver a sus fueros. ¿Qué otra cosa peor le podía pasar que perder el juego uno en su casa?, ya está, ahora se debe quitar los nervios de encima y absorber la presión que queda, que es otra cosa distinta.

El primer paso es contar una historia. En la previa del partido Alejandro Diez, ala pivote suplente de Peñarol, contó a los micrófonos de FM Premium 103.7 que en la noche anterior al juego casi nadie había podido dormir (Peñarol concentra en un hotel céntrico). Recuerdo que hace mucho tiempo atrás, Carlos Fernando Navarro Montoya, por entonces arquero de Boca Juniors, confesó que él era el único del plantel que no tomaba pastillas para dormir la noche anterior al juego. Hay situaciones de tensión que incluso un profesional de larga data no puede sobrellevar.

El técnico de Peñarol le dio del 25 al 30% de méritos a su rival en la victoria mientras puso del 70 a 75% en manos propias los errores que lo condenaron en la derrota. Fuera de toda especulación hay algo contundente e inapelable: Peñarol jugó muy mal y no fue un simple tema de porcentajes. Erró casi todo lo que tiró, pero hizo poco y nada de lo bueno que sabe y puede hacer.

Boca tenía como consigna que Peñarol no corra el contraataque pero tampoco jugó tan ordenado como para evitarlo, ni apuró la salida del rival negando el primer pase, ni cargó bien el rebote ofensivo, ni metió presión toda la cancha permanente, ni tuvo un perfecto y ordenado regreso a defensa, todas condiciones indispensable para evitar que el otro equipo corra. Hizo de todo un poco y lo hizo bien, pero no fue una maravilla. Por ende Peñarol podría haber jugado mejor sin que el rival sea un obstáculo. Por ende: hubo deficiencias propias en el local.

En el cinco contra cinco lo mejor que hizo Boca fue aislar a Sebastián Rodríguez como hacedor de juego (Tato lastimó más como ayuda base) y sobre todo creó una protección contra los rompimientos de Pittman muy eficaz. Pittman rompe la primera línea defensiva con facilidad (como Cleotis Brown) pero Boca creó un dispositivo de ayudas escalonadas que siempre negó la posibilidad del alero para crear peligro. Romano, al no poder corregirlo en cancha, optó por sentarlo a Josh (jugó 25 minutos) y buscó variantes. Bueno es decir también que Pittman no tomó tiros de riesgos de media y larga distancia.

Desarticulado Rodríguez y Pittman, todo el juego ofensivo recayó en Osborne y Míkulas y fueron ellos los que fallaron al cargarse la mochila del partido.

Vale decir, Boca no descubrió una manera mágica de parar a Pittman. Otros equipos trabajaron en defensa del mismo modo, al igual que sobre Tato Rodríguez, pero entonces Osborne metía 30 puntos y Míkulas 25 y todo se solucionaba. Si el rival optaba por tapar a la dupla interior de Peñarol los que hacían 30 y 25 eran Pittman y Rodríguez, cuando no Locatelli. En la noche del viernes fallaron en Peñarol todos los dispositivos de reserva para el ataque. No hubo uno que de soluciones.

Según cuenta el parte de prensa oficial de Peñarol ayer en el entrenamiento nocturno en el Polideportivo armaron dos quintetos, uno de ellos conformado por los habituales titulares (Sebastián Rodríguez, Josh Pittman, Juan Manuel Locatelli, Jason Osborne y Gabriel Mikulas), y repasaron estrategias tanto defensivas como de ataque en forma individual y con duelo cinco contra cinco. El Director Técnico, Carlos Romano, paró en varias oportunidades el desarrollo para marcar falencias y corregirlas. Para finalizar la etapa, el equipo de los iniciales debió enfrentarse con un conjunto defensivo formado por seis jugadores.

Más tarde, Romano separó al grupo en dos. De un lado, los altos (Osborne, Mikulas, Alejandro Diez, Fernando Calvi y Matías Pellettieri), con lanzamientos desde el poste bajo y triples. En el otro sector, el resto del equipo con tiros de tres puntos, tanto frontales como a 45 grados y laterales.

Por su parte Boca ya hizo un buen negocio sacando el partido de visitante que necesitaba para dar vuelta la serie. De todos modos el equipo de Gabriel Piccato sabe sobre manera que por más que juegue de local en Vietnam no le garantiza el triunfo. Por eso corrigiendo errores que cometió y esperando que levanten algunas individualidades Boca se relame con ansias de irse 2-0 de Mar del Plata.

El supuesto desgaste que Boca traía por haber jugado el quinto partido de la semifinal en Sunchales si es que se notó fue en el rendimiento individual de algunos jugadores, pero Piccato hizo caso omiso de tal situación y bancó el partido con una rotación de sólo tres suplentes. Incluso Robinson (defiende una enormidad), Gutiérrez y Oroná jugaron más de 30 minutos.

Para esta noche se suma la descarga de adrenalina del primer juego por el final cerrado y el triunfo, más el cansancio del sumar el tercer partido en apenas 5 días. ¿Se relajará Boca? ¿Podrá mantener la consistencia defensiva y concentración necesaria?.

Boca logró algo más importante que el triunfo en si. Logró recuperar el respeto y la consideración de todos. Boca era el máximo candidato al título cuando comenzaron los pronósticos de la 06/07, pero ellos solitos se encargaron (con su juego) de desmitificarlo. Ahora que abrocharon el juego uno de visitante con todo en contra se ganaron un respeto requerido. De hecho casi todos los hinchas de Peñarol que asistieron al primer juego llegaron pensando en una amplia victoria.

En el juego del viernes también Boca padeció problemas de porcentajes con tiros solitarios sin ser contestados por la defensa. Tuvo un magro 56% en libres (9/16) y 37% en dobles (14/38). Lo salvaron los bombazos del final de Leo Gutiérrez y Oroná. Pero su dinámica de juego fue un poco esa toda la liga: una cortita serie de pases, rompimiento, uno contra uno y tiro al canasto. Incluso Boca se permite tiro de tres puntos a la carrera en contraataque. Pero esta dinámica a veces invita a muchos errores. Boca los tuvo pero ganó igual. La buena noticia para el xeneize es que todo es corregible.

Posibles Formaciones
Peñarol: Sebastián Rodríguez, Juan Manuel Locatelli, Josh Pittman, Gabriel Míkulas y Jason Osborne. DT Carlos Romano.

Boca: Luis Cequeira, Gustavo Oroná, Jamaal Robinson, Leo Gutiérrez y Martín Leiva. DT Gabriel Piccato.

Hora de inicio: 22.00 (TyC Sports para Capital y GBA y TYC Max para el interior)
Árbitros: Alejandro Chiti – Diego Rougier – Roberto Smith.
Estadio: Polideportivo Panamericano
Lo podés escuchar on line por: LU6 Emisora Atlántica www.lu6.com.ar, FM Premium www.premiummdq1037.com.ar.

Pablo Tosal
www.pickandroll.com.ar