Peñarol (2) – Boca (2) (quinto juego - final)

La serie final de la Liga se puso apasionante. Sigue siendo pareja, ahora con una cuota de mejor juego y a medida que persiste la paridad y pasan los partidos, la incertidumbre juega un papel importante. Ver una película de suspenso y no adivinar el final es lo mejor que nos puede pasar.

En cuatro partidos, la serie deja muchas reflexiones aunque ni cerca la certeza de quien será el ganador. En principio hay que decir que Boca Juniors fue superior en tres de los cuatro partidos aunque sólo ganó dos. No hay un orden de merecimiento para salir campeón sino que hay que ganar. Los dos juegos en Mar del Plata y el cuarto de la serie Boca fue superior. En el tercero hubo un plano de igualdad. ¿Hubo alguno en el que mandara Peñarol?. Sólo por cuartos en algunos partidos, pero en el juego completo no.

Hay puntos de consideración que se deben tratar antes de ingresar a la recta final del mejor de tres partidos.

Boca se animó a ser

Es muy difícil en la serie final no querer ganar como sea. Esto provocó que Boca Juniors haya cambiado mucho su esquema de equipo en las finales. La conclusión que el Cuerpo Técnico de Boca realizó de Peñarol es la siguiente: Boca debe correr, como es su juego, pero Peñarol esta preparado para hacerlo y muy bien. Cambiarle pelota por pelota a Peñarol sería muy peligroso (sino suicida) por ende, después del rebote en defensa, el base debe levantar la vista y salir con pique, jugar control y cinco contra cinco.

La lucha y la defensa son condiciones que no se negocian. Para Boca y para Peñarol son cartas primordiales. El tema pasa por: que se hace cuando se tiene la pelota y como se la recupera.

Para el juego cuatro, cuando Boca estaba más condicionado que nunca, por la necesidad de ganar si o si, se animó (aunque no en todo su esplendor) a volver por sus fueros. Jugó más suelto, más rápido. No fue casualidad: fue el mejor juego de Raymundo Legaria. Boca dominó a Peñarol desde su idea de jugar menos trabado en ofensiva y le salió bien. No tuvo porcentajes (3/12 en triples) pero llevó muy bien el juego sin padecer en ofensiva la traba del cinco contra cinco.

El equipo de Gabriel Piccato hizo un buen diagnóstico de la situación. Dejaron de ser ellos mismos por respeto a Peñarol, pero para ganar la final debían animarse a ser. Y lo lograron.

Peñarol todavía no es

El equipo de Carlos Romano es la contra cara de Boca en este sentido. Lleva la serie 2-2 es cierto y además tiene dos juegos en su casa de los tres que quedan. Hasta aquí el panorama no es un escenario óptimo, pero al menos es mejor que el de su rival. De todos modos, mucho ha sufrido Peñarol. Perdió un juego en su casa, ganó otro que si lo juega diez veces más lo pierde en once oportunidades. Ganó de visitante, acaso en su mejor demostración de coraje, sin jugar bien pero negando al rival la posibilidad de que arme su juego. Y finalmente cayó en final cerrado en el cuarto juego aunque por más de los tres puntos que dice el tablero final.

Es extraño que un equipo con tanta personalidad como el de Peñarol sólo tenga la oportunidad de pelear como estandarte más alto. Puede jugar pero debe animarse a hacerlo. Es posible que a esta altura, después de cuatro partidos no sepa como. Es decir, que Peñarol tenga problemas para destrabar la telaraña de Boca. Hay un dato clave. Sebastián Rodríguez y Sebastián Festa no están en el nivel que pueden, justo cuando más se los necesita. José Muruaga como alternativa de base en una final de liga, dice mucho de lo mal que la pasa Peñarol en ese aspecto.

La apuesta de Piccato

Para el cuarto juego de la serie el técnico de Boca, Gabriel Piccato, toma una decisión que puede ser el factor clave (para bien o para mal) de su equipo. Es una decisión de la cual es fácil hablar después y difícil de resolver en el presente. Leandro Palladino, con un mundial a cuesta, con experiencia europea, con prestigio muy bien ganado en el ámbito internacional vuelve al equipo.

Sale Patricio Rodríguez un chico de 22 años que sólo había sumado 54 partidos en Regatas de San Nicolás como máxima experiencia de Liga, antes de su paso por Obras en la actual temporada. Rodríguez con su ímpetu, coraje y juego llevó ayudó a Boca a Sortear a Libertad en semifinales y llegó a la final con la serie 2-2 con un promedio de 4.7 pts (64% en dobles y 54% en triples).

Palladino sólo jugó 5 partidos con Boca (toda la serie con Ben Hur) con 8.2 pts (50% en dobles y 32% en triples). Hace un mes que no juega, conoce menos a sus compañeros dentro de la cancha que Rodríguez (que lógicamente estuvo más tiempo que él) y fuera de timing del calor de la final.

A esto se le llama una verdadera decisión difícil. Piccato apuesta a la experiencia de Palladino después de corroborar con el médico Marcelo Murillo y el preparador físico Claudio Álvarez que el jugador está perfecto para jugar.

Cequeira y Legaria, juntos

Uno de los problemas que sorteó Boca a lo largo de la liga fue el relevo del escolta cuando salía Oroná. Piccato lo resolvió con la doble base. Luis Cequeira al lado de Raymundo Legaria. Ambos bases suben bien el balón, juegan con dinámica los pases y tienen gol a la hora de atacar el aro.

Cuando llegó Palladino al equipo al mismo tiempo se incorporó Jamal Robinson (inicio de los play off con Ben Hur). Piccato optó en el equipo largo que se generaba la rotación entre si de Legaria y Cequeira, uno como sustito de otro. Es decir dos jugadores por puesto: Oroná - Palladino como escoltas y Robinson – Fioretti como aleros. ¿Resultado? Boca jugó a la deriva, con dos jugadores nuevos en cancha, quitando a uno de sus bases para hacer jugar al equipo y el 0-2 de local con Ben Hur.

De apoco el equipo se fue encontrando con los partidos. Jamal Robinson (9 meses inactivo antes de venir a la Argentina) fue demostrando de apoco sus antecedentes y todo cambió. Piccato se animó otra vez a compartir minutos entre Cequeira y Legaria, además del relevo entre ellos. Es una opción pero funcionó bien en el cuarto juego de la serie con Peñarol, y es un síntoma que Boca va madurando en el momento más oportuno de la temporada.

El caso Osborne

Mucho se habla partido tras partido sobre el bajo nivel Jason Osborne, acaso la pieza determinante del conjunto marplatense. En principio se le restó trascendencia a una noticia que llegó desde Estados Unidos, que cuenta un problema familiar (se le habría quemado la casa) justo antes del juego uno de la serie final.

Osborne con gran entereza afronta los partidos con Peñarol, en teoría igual de concentrado que siempre y sin dejar que este problema le afecte su juego. Luego de los primeros partidos, el técnico Romano mencionó como dato clave que Leo Gutiérrez (su marcador) lo conoce bien de Ben Hur y lo sabe defender.

Ninguna de las dos cosas parece ser problemas que incidan en el juego de Osborne. Si lo problemas familiares son importantes, ni siquiera lo dejarían entrar a la cancha. Una vez en el parquet sólo importa el partido. Leo Gutiérrez defiende bien, pero Osborne convirtió puntos ante todos los defensores de la liga. Vale recordar sólo como ejemplo que en semifinales, Osborne giraba y anotaba por encima de Román González, bastante más grande físicamente que Gutiérrez.

Pick and Roll le preguntó a Romano si hablaría con Osborne y que se le dice en un momento así al jugador. El técnico usó la cintura de un boxeador para escapar de la intimidad: “Lo único que le diría es gracias. Por habernos ayudado a llegar hasta acá”, luego recordó que Osborne es importante en otros aspectos no sólo en anotar puntos. Algo que este periodista sabe de sobra, porque lo votó como MVP de la Liga. De todos modos Romano escapó a la posibilidad que Osborne este en un bajo nivel. Si hablará con el jugador, quedará en la intimidad.

Lo concreto es que Jason Osborne, para superar a Regatas Corrientes lanzó 16/29 en dobles (55%) y 8/13 en triples (61.5%), mientras que en la serie con Boca tiene 9/37 en dobles (24%) y 4/13 en triples (30.8%). La defensa de Boca no puede incidir en modo alguno en semejante variante en los porcentajes. Si Osborne volviera a su nivel ofensivo Peñarol sería otro, pero para Romano, al menos por ahora ese no es el problema.

La mayor presión de la serie

En esta serie conversada, peleada, fea desde el juego (salvo el partido 4) linda por emoción, marcará desde esta noche la primera gran presión extra de la final de la Liga Nacional Movistar: habrá un ganador que se quedará Match Point para el campeonato. Esta noche Peñarol o Boca no sólo festejaran el punto de la serie sino que pondrán en el otro la responsabilidad más grande de todo el torneo, al menos por un partido.

Posibles Formaciones
Peñarol: Sebastián Rodríguez, Juan Manuel Locatelli, Josh Pittman, Gabriel Míkulas y Jason Osborne. DT Carlos Romano

Boca Juniors: Raymundo Legaria, Gustavo Oroná, Jamal Robinson, Leo Gutiérrez, Martín Leiva. DT: Gabriel Piccato.

Hora de inicio: 22.00 (TyC Sports para Capital y GBA y TyC Max para el interior)
Árbitros: Alejandro Chiti – Fernando Sampietro – Roberto Smith.
Estadio: Polideportivo Panamericano “Islas Malvinas”
Serie: 2-2
Lo podés escuchar on line por: Radio Provincia www.amprovincia.com.ar , LU6 Emisora Atlántica www.lu6.com.ar , FM Premium www.premiummdq1037.com.ar

Pablo Tosal
www.pickandroll.com.ar