“De vez en cuando Dios se acuerda de nosotros”

En el último fin de semana la comunidad sunchalense fue conmovida por la presencia de Jorge González, el basquetbolista que otrora jugó en la NBA y supo brillar en la lucha libre en USA. Muchos años atrás se presentó en nuestra ciudad integrando el equipo de basquet de Sport de Cañada de Gómez.

Hace varios años y a causa de la enfermedad que sufre (gigantodromegalia) debió alejarse de la actividad deportiva, es más, en la actualidad prácticamente no puede desplazarse.

Con su proverbial cordialidad y una humildad que se notó a lo largo de toda la entrevista nos recibió en su habitación del Hostal del Parque Casic.

Se mostró sumamente gratificado por cómo lo trataron en esta ciudad - siempre hospitalaria y con los brazos abiertos para cobijar al que llega-, señaló “me mimaron demasiado”.

Agregó luego “me sorprendió todo, excedió lo que esperaba, aunque yo no venía con grandes expectativas, venía a ver a Fer - Fernando Robledo- y a los chicos que fueron a visitarme y nada más, después se armó todo lo que se armó y fueron saliendo cosas, fui a Suardi, y todos los días tuve actividades, todo fue una locura, como las que hacía antes, cuando andaba en actividad. Estoy muy agradecido por todo lo que me pasó.

Más adelante y haciendo alusión a todas las pruebas que lo sometió la vida y haciendo un paralelo con la cálida acogida sunchalense remarcó ” recién mi hermano me decía ´si existe un Dios, de vez en cuando se acuerda de nosotros´, porque parecía que se había olvidado de mí y de él. Somos muy unidos, es como un hijo para mí, pero es mi hermano“.

Calificó a la experiencia en nuestra ciudad como ”emborrachante“, textualmente dijo ”tanta felicidad para un ser humano es emborrachante“.

Más adelante agregó que ”para mí, venir, representó un gran sacrificio físico, porque a un hombre tan grande se le hace difícil venir en un auto, viajando 800 km. Cuando llegué acá, empezaron las actividades, terminamos tarde, empezamos otra vez temprano y hoy- por el domingo- recién paramos la bicicleta“.

Al referirse a su situación de salud, en la que aparecen aspectos irreversibles y otros que podrán mejorarse, manifestó, con fuerte convencimiento ”yo nunca me rindo, sólo cuando llego muy cansado o con mucho sueño, sino, todos los días me levanto con ganas de lucir mejor, de estar bien, pese a todos los problemas físicos, quiero siempre estar lo mejor posible. Aunque a veces no me afeito por cinco días“.

NBA

Con relación a la NBA manifestó ”fui el primer elegido en la historia de la Argentina, pero nunca tuve una relación de contrato, ni económica, ni absolutamente nada con la NBA, ya que esta es una empresa gigantesca, los clubes eligen, hay un filtro de miles de jugadores, y con suerte quedan 3 ó 4, muy raro los privilegiados que traen de Europa y los ponen a jugar. El caso mío fue así, me eligieron y fui al campus. Yo me fui con una operación de la que hacía 8 meses que me estaba recuperando, me fui muy mal físicamente, y sabía que no iba a prosperar, pero quién me iba a quitar el viaje y codearme con tanta gente importante?

“Y bueno se abrieron otras puertas no relacionadas con el basquet. Volví a acá - Argentina- y seguí jugando en mi mejor año”.

“Dejé de jugar al basquet en mi mejor año, cuando empezaba todo lo bueno. Arrancaba el ´90, ese año se profesionalizó, los muchachos mejoraron su contrato, un montón de cosas, y yo ya no estaba, pero fuimos los pioneros.

Fernando Robledo, presente en el encuentro, agregó ”León Najnudel era el gran reclutador y el hombre que inventó la Liga Nacional“. Jorge recordó entonces ”con León fuimos amigos, sin confundir que él era el entrenador y yo un jugador, Pero en la vida particular yo iba a la casa a ver horas y horas de basquet, a mirar videos, a estar ahí con sus hijos, su esposa“.

Agregó luego ”el deporte me llevó a conocer gente maravillosa. Siempre le di mucho más valor, quizás por mi ingenuidad o mi forma de ser, para mi tiene diez mil veces más valor la buena amistad que ser millonario“.

”Porque hoy si tuviese diez millones de dólares, cambiaría todo eso por tener buena salud, por poder caminar, ir a pescar, a bailar. Yo no puedo comprar salud, medicamentos quizás, pero si yo no puedo caminar tengo que depender de mi hermano, yo cambiaría todo por una buena salud“, luego como resignado agregó ”esto es lo que me toca vivir, no puedo perder tiempo deprimiéndome“.

Consultado acerca de su sustento económico, rehuyó una respuesta directa, y manifestó ”no es para tirar manteca al techo, pero vivo“.

Un sin fín de problemas

En otro pasaje remarcó ”en el año ´91 comienza toda mi hecatombe, mi deterioro. Mi vieja se me enfermó, yo estando allá, vine y la encontré muy mal, debía volver a trabajar y regresé“, pero esta situación con su madre enferma y separado por tantos miles de kilómetros lo tenía muy mal, y entonces decidió tomarse 40 días y compartirlos con su mamá, hecho que luego le significó problemas en el orden laboral, pero como dijo Jorge ”quién me quitaba estar 40 días con mi vieja?, que murió 30 días después que yo volví“.

”Un tipo de 22 años, con todas las puertas abiertas para hacer cosas importantes y viene el golpe anímico, no rendía lo mismo, mi cabeza no estaba conmigo“.

”Luego sigo intentando, remonté un poquito, y estuve un tiempo más, hasta el ´96, cuando me lastimé y volví y es ahí, cuando empieza a egresar dinero de lo que yo estaba ahorrando para el futuro, y ya no tengo ingresos“

Más adelante remarcó ”me quebré la pierna en 2001, tres meses después mi viejo tuvo un ataque, medio cuerpo paralizado, y tuve que hacerme cargo de su enfermedad porque él no tenía obra social, ni jubilación, ni nada. Pero yo en el año 83, ya me había hecho cargo de toda la familia. En ese entonces yo gana 300 Australes de viático, de los cuales 150 eran para la familia, los restantes eran para construir la casa, adaptada a mi físico, que terminé de construir no hace mucho en El Colorado, Formosa“.

Necesidades

Consultado en cuanto a algo que necesita y que la gente que lo estima pueda ayudarle, se negó a recibir ayuda, enfatizó ”no necesito nada, yo lo que quisiera es tener un camión de felicidad, el resto no puedo, no debería decir, porque hay tanta gente, pobrecita, que necesita tanto“.

Gentileza: Diario La Opinión