“Hubo un contacto y una tentativa, pero directamente no me detuve ni a pensarlo porque ya había dado mi palabra. Le había pedido a la gente del Sevilla llegar a casa para estudiar la situación y a partir de allí arrancar conversando la parte contractual, y me dieron la posibilidad. Fue ahí cuando apareció el TAU, pero automáticamente le dije a mi agente que no porque ya había dado mi palabra”.