Demasiado torneo para tan poca gente

Todo tiene que ser grande para los mal llamado americanos. Un café en un vasito es un café en un vaso de gaseosa de cancha de medio litro. Un escarbadiente es tan largo como para limpiarse las amígdalas y los que nosotros conocemos como facturas (aquí son Muffin) son siempre gigantes. Los norteamericanos tienen un serio problema con el tamaño o en realidad con la representación fálica de él .

Es curioso pero algo que me daba vueltas en la cabeza hace uno días me parece que me quedó muy claro desde ayer. Mientras esperaba para sacar la bendita VISA que te permite, humillación mediante, disfrutar de este gran país, noté que en la única pantalla LCD de la sala solo tenían un video que repitieron dos veces: algo así como un documental del Animal Planet pero que tenía que ver con animales cazando a otros.

Ahora en el vuelo regular del DELTA Airlines que te transporta de Atlanta a LAS VEGAS compruebo con horror que la historia se repite. Dieron en pantalla gigante, un documental sobre animales que le recuerda a la gente la supervivencia del más fuerte y la ley natural de que el más grande se come al más chico. Una rápida analogía diría que todo lo que se haga para sobrevivir en nombre de la naturaleza, porque el más grande se devora al más chico, esta bien. Algo así como lo que hace este gran país, pero con humanos.

Volviendo al tamaño (perdón por lo consecuente pero empezaron ellos), Las Vegas tiene 2 millones de habitantes pero el Down Town (El corazón mismo de la ciudad) es sencillamente IMPRESIONANTE. Me gustaría emplear un adjetivo menos bochornoso para un periodista, pero me sale eso. Los edificios gigantes, réplicas de obras del mundo, y las luces lo hacen sencillamente único.

NO soy fácil de impresionar, soy escéptico por naturaleza y tiendo a intelectualizar todo lo que veo. Pero Las Vegas te deja boquiabierto diciendo: faaaaaaaa.

Cuando bajas al aeropuerto de Las Vegas entendés rápidamente donde estás. A escasos 15 metros de la puerta de embarque aparecen las primeras máquinas tragamonedas. En realidad después comprobás que todo el aeropuerto es un casino gigante.

Para ir a buscar la valija tenés que subir y bajar escaleras y caminar más de 400/500 metros hasta…tomar el tren!.

Primero en forma de subte te saca de allí, luego sube y se convierte en tren (una pinturita) finalmente, cruza una autopista y te deja en las puertas de un CASINO GIGANTE CON 15 CINTAS QUE TRAEN VALIJAS. En cualquier otro aeropuerto del mundo serían solo un lugar para ir a buscar el equipaje (obvio que muy grande) pero aquí lo llevaron a la magia de hacerlo parecer otra cosa. Allí Las Vegas te dice BIENVENIDO de verdad.

Las máquinas tragamonedas son para esta ciudad como los ciber con internet y juegos para la Argentina. En nuestro país una persona pone un locutorio y ciber, un quiosco y ciber, una verdulería y ciber. Aquí hay tragamonedas hasta en las estaciones de servicio.

Lo curioso fue que desde que el taxi nos sacó del aeropuerto, hasta el hotel, no apareció ni un solo cartel con la publicidad del torneo. ¿Porqué los reyes del marketing no promocionaron su torneo con los NBA dentro de él?. Cuanto menos, raro.

Después de recorrer brevemente todo el centro, el único cartel que vimos sobre FIBA AMERICAS CHAMPIONSHIP 2007 fue justamente en las puertas del estadio. La Universidad de Las Vegas es quien cobija este fabuloso centro deportivo que tiene en los alrededores del estadio un lugar que sería la envidia del CENARD.

El lugar donde se desarrolla el campeonato y se juegan los cuatros partidos por día es un lujo. Un complejo donde se podría jugar NBA con sus restaurants y lugares de compra. La prensa muy cómoda, los espacios abiertos (tuve que preguntar que micro me dejaba en el baño, increíbles las distancias) sin embargo la gente no apareció. Lo más atractivo de la primera jornada fue el duelo de hinchas mexicanos y portorriqueños.

La lógica consecuencia de la falta de publicidad del torneo (hasta la tapa del diario local IGNORO EL EVENTO) dio como resultado que la gente le de la espalda. Eso si, en todos lados están los carteles de los Blue Man Group, o Celine Dion o Cirque Du Soleil que se realiza en el Bellagio.

Última por hoy. La idiosincrasia del nativo de Estados Unidos obra en desmedro de la cultura en general. El desprecio que tiene esta gente por aprender otro idioma es notable. Al menos por aprender nuestro idioma. Si hablás solo en castellano tenés que esperar que te salve un latino que esté trabajando por aquí. Apenas comenzás a hablar en español y rajan.

Lo curioso no se da en las calles. Las azafatas profesionales de DELTA de Atlanta a Las Vegas, igual que todos, no mostraban la más mínima predisposición de entender el castellano. Si hablas inglés estás salvado, sino… se juega el juego de las señas, con el otro actor queriendo huir. No problem men. I speak so English only for not me curren.

Pablo Tosal - Enviado Especial a Las Vegas
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