Mi vida por un adaptador

Luego de superar vuelos sin demoras, cambios de avión sin pérdida de equipajes, y reservas sin ningún tipo de inconvenientes a esta liebre le ganó la tortuga, o mejor dicho, a este ser humano la tortuga se le escapó.

Si bien se supone que en cualquier ferretería debería poder adquirir por 300 pesos chilenos (poco más de 1,50 nuestros) un adaptador para mi problema, el ritmo del primer día en la ciudad coartó toda posibilidad de deambular en busca de mi solución, y solo me permitió acompañar en sus primeros entrenamientos por estas tierras a nuestras chicas.

La buena onda de nuestro plantel y del cuerpo técnico permitió que no me quedara sin batería a media tarde, ya que ni en el hotel cuentan con ese tipo de ficha, pero hoy, ya con el inicio de la competencia, el reloj me comenzó a jugar en contra para lograr mi primordial objetivo: tener energía. Puede resultar chistoso, pequeño, o irrelevante, y agradezco mucho que hoy sea mi único inconveniente... pero inconveniente al fin y al cabo.

A diferencia de Las Vegas donde el torneo no tuvo publicidad, esta ciudad se ve empapelada y la gente a donde quieras que te muevas te consulta de que delegación sos y te da ánimo. La prensa local esta verdaderamente revolucionada y donde hay un equipo hay al menos dos medios.

Tanto Estados Unidos a través de la señal de la WNBA, como una cadena brasileña instalada en Río de Janeiro transmitirán todos los encuentros de sus selecciones en vivo. Las nuestras hoy van en vivo por TyC Sport a partir de las 20, en tanto que mañana serán transmitidas en diferido.

El servicio de internet inalámbrica aquí es muy bueno. Tanto el hotel donde se encuentran la mayoría de las selecciones (Villa del Río), como el estadio donde entrenó ayer por la noche, y entrena ahora nuestra celeste y blanca (mientras ellas corren yo desde la tribuna les escribo estas líneas) tiene un servicio que rara vez se corta, y lo destacable es que no es el gimnasio donde se desarrollará el Preolímpico, sino uno de la Universidad Austral.

Entre las apostillas del primer día que cierran esta nota se ganan un lugar la selección de Estados Unidos, que se mostró reticente a que cualquier persona fuera de su delegación pueda observar sus prácticas; y un grupo de jugadores de la Universidad Austral, que se encontraban realizando diversos ejercicios, algunos de pesas, al lado del gimnasio donde practicaron nuestras chicas ayer por la noche.

Estos, al ver a nuestras jugadoras comenzaron a entonar el spot publicitario de una conocida línea telefónica celular argentina: “Yo te daré, te daré una cosa, una cosa que empieza con P... Puma”. Con el agregado final: “Vamos los Pumas”, y un poco más abajo en el tono eufórico, un creíble (o irónico) “Vamos Argentina”.

Foto: Emanuel Niel

Emanuel Niel - Enviado Especial
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