Palacio le trajo suerte

“Tengo amigos en el equipo y en el cuerpo técnico de El Nacional”, dijo Rodrigo Palacio. El jugador de Boca Juniors, que siguió atentamente el partido, se puso feliz con la reacción del conjunto albiceleste que cantó victoria en el Luis Conde.

“El partido fue muy emotivo, lindo y tuvo un final vibrante. Creo que la figura fue Lucas Pérez”, resumió la estrella del conjunto xeneize.

El elenco de Monte Hermoso le puso garra, cambió su actitud en el complemento y se quedó con un partido que lo tuvo atrás en el marcador durante más de 35 minutos.

El Nacional arrancó con problemas en la ofensiva debido a que tardó 2m40 para concretar su primer gol de campo. Obras fue todo lo contrario y dos bombazos de Gabriel Cocha (6 puntos con 2/3 en triples en el primer cuarto) abrieron el partido a favor del local que se distanció por 12-3 en 4m30.

El buen momento de los tacheros se extendió como así también la anemia ofensiva de El Nacional. La visita tuvo muchísimos problemas para atacar el aro (sólo concretó 4 goles de campo) y su efectividad fue muy pobre. Obras castigó en la pintura con Lázaro Borrell (6) y encontró un certero lanzamiento perimetral de Chris Jeffries (10 con 2/4 en triples) para escaparse por 24-6 con muchas variantes y recursos.

La historia no se modificó durante los primeros 4 minutos del segundo cuarto. El Nacional volvió a tener muchas falencias a la hora de sumar; mientras que Obras estableció una luz de 25 (35-10) con un sensacional trabajo de Jeffries que anotó 9 de los primeros 11 puntos que su equipo marcó en el capítulo.

La brecha se achicó (39-21) cuando Jeffries y Cocha fueron al banco de relevos. Obras se estancó y también perdió intensidad en defensa. El Nacional despertó con una falta infantil cometida por Daniel Chaher que derivó en tres puntos. Cristian Amicucci (10 tantos en el cuarto) se destapó en ofensiva y fue un claro referente en la zona pintada.

La defensa presión de todo el campo que extendió la visita surtió efecto. Amicucci y Federico Ferrini (5) se cargaron el peso ofensivo; mientras que Obras tuvo problemas para subir el balón y fue perdiendo la ventaja para retirarse al descanso arriba por 42-30.

La paridad dominó durante la primera parte del complemento. El Nacional salió con otra actitud y achicó a menos de un dígito. Obras, con Borrell y Tyler Field, volvió a llevar la diferencia a 12 (50-38).

La visita no se quedó. Con una firma defensa de Junnie Sanders sobre Jeffries y con un triple de Patricio Rodríguez y otro de Fabián Sahdi se puso en juego (50-44).

El cuarto fue de rachas. Obras, cuando su rival estaba a tiro, volvió a distanciarse. Borrell y Field, aprovechando la cuarta falta personal de Kanté, castigaron cerca del aro y el local se escapó por 60-47.

El Nacional le imprimió dinamismo al capítulo final. Con un triple de Lucas Pérez, un doble de Pablo Barrios y otro de Sanders quedó a tiro de la hazaña (60-57 a falta de 7m42).

El partido creció en emotividad. El Nacional puso todo y mandó al campo a Kanté pese a su problema de faltas. De todas formas Pérez se transformó en el revulsivo del equipo. Otro triple del base sustituto acortó diferencias (62-60). Obras abusó del tiro perimetral (0/3 en menos de 1 minuto) y el albiceleste pasó al frente por primera vez en la noche con un bombazo de Sahdi (63-62 a falta de 4m40).

El cierre se dio con imprecisiones. Jeffries lo igualó en 68 con dos libres. El Nacional no aprovechó su ataque; mientras que Obras se durmió en ofensiva y el reloj de posesión ahogó al tachero que sumó una nueva pérdida de balón a falta de 1m08.

Sanders, en un ataque confuso, forzó un tiro de tres puntos. Titarelli capturó el rebote y Kanté cometió su quinta falta personal. El base del elenco capitalino concretó 1/2 desde la línea a falta de 45 segundos (69-68).

Field, aprovechando que su equipo tenía una falta para dar, cortó con infracción a Pérez. Con 25 segundos para el final El Nacional repuso de costado. Ferrini se apoderó de la pelota, consumió segundos y descargó para un triplazo de Pérez desde el córner derecho (71-69).

Con 7.5 segundos Obras se jugó a matar o morir. Jeffries repuso. Titarelli capturó el balón y cuando buscó penetrar recibió falta de Ferrini. El base fue a la línea con 2.8 segundos y con total tranquilidad igualó en 71.

La visita ensayó un pase largo. Field y Titarelli fueron por la pelota. Titarelli se resbaló y cuando el partido se moría Patricio Rodríguez capturó el balón y mágicamente, al mejor estilo Manu Ginóbili frente a Serbia por los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, anotó el doble que valió el triunfo.

Síntesis
Obras Sanitarias (71): Fernando Titarelli 6, Gabriel Cocha 6, Chris Jeffries 27, Lázaro Borrell 18, Tyler Field 12 (FI), Cristian Cortés 0, Emilio Olsson 2, Daniel Chaher 0, Sergio Ravina 0. Entrenador: Bernardo Murphy.

El Nacional (73): Fabián Sahdi 9, Sebastián Farías 3, Federico Ferrini 9, Pablo Barrios 9 (x), Djibril Kanté 8 (x) (FI), Lucas Pérez 9, Patricio Rodríguez 8, Cristian Amicucci 14, Junnie Sanders 4, Mariano Castets 0, Alexis Elsener 0. Entrenador: Juan García.

Parciales: 24-10, 42-30 y 60-50.
Jueces: Diego Rougier y Oscar Brítez.
Estadio: Luis Conde – Obras local.

Juan Manuel Rodríguez
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Gracias Tulo

Según admitió Sergio Hernández a Pick and Roll, fue el asistente Fernando “Tulo” Rivero, quien lo convenció de meter a Byron Wilson de entrada en el segundo tiempo. Lord Byron hizo un desastre. Metió 13 puntos en 3 minutos y destrabó el partido. Después lo definió prácticamente él solo para que Peñarol supere por peso propio a Gimnasia de Comodoro 84-62.

Con mucha sinceridad y humildad el técnico de Peñarol, Sergio Oveja Hernández, hizo algo poco frecuente: puso en el mérito de su asistente el cambio decisivo del partido. “Yo quería esperar un poco más, el partido venía enredado, y fue el “Tulo” que me convenció de meter a Byron, porque era el momento oportuno, debemos darle un punto a él”, confesó el técnico a los micrófonos de Pick and Roll radio cuando finalizó el partido.

El dato es el saliente. Porque fue Byron Wilson, justo la persona que aunaba las críticas, el que brilló con luz propia. Con la luz de los privilegiados. “Byron hace rato que perdió el medio a equivocarse, el miedo a perder, ya no tiene que demostrar nada, él es un ganador”, (Hernández dixit)

¿Pero no es que se quería ir? ¿Qué no estaba a gusto?. La primera pelota la tomó por la izquierda del ataque, hizo su habitual movimiento de poner el pie derecho delante del izquierdo, miró el aro, 8 metros, y lanzó al canasto. Triple limpito. La segunda pelota que tomó hizo lo mismo desde 7 metros y medio por la derecha. Triple sin tocar la red.

Byron Wilson entró a la cancha a dar una respuesta de orgullo, de demostrarle a todos que la vigencia y el talento todavía no tienen en él fecha de vencimiento. ¿En serio quería irse?. Es necesario hacer foco en el comienzo del tercer cuarto, porque Byron Wilson destrabó un partido en el que Peñarol no jugó bien.

Dos minutos después forcejeando en una cortina, Byron metió un doble con falta de Fioretti antideportiva cuando venían pegándose de lo lindo. El Mono Fioretti protestó y se ganó el técnico. Fernando Duró lo sentó y desde el banco el jugador, muy caliente, siguió protestando. El árbitro Fabricio Vito no lo perdonó: técnico al banco. Cinco libres y reposición. Byron metió los 5 libres como si estuviera en el living de su casa y en la reposición Eric Rodríguez metió un triple. Estaban 44-39 y Peñarol pasó a ganar 57-39. En tres minutos “asunto liquidado”, diría Walter Nelson.

Antes que eso hubo un primer tiempo donde Peñarol mezcló todos los problemas que viene arrastrando desde el comienzo de la etapa de Sergio Hernández. El técnico lo define así: “Si me tengo que poner contento por la producción solo me gustaron los tres partidos con Quilmes, dos por haber jugado bien y uno por remontar una diferencia importante y ganar en suplementario, con carácter que es lo que tiene que tener un equipo que aspira a cosas importantes, pero luego me cuesta encontrar un juego que me haya ido satisfecho, somos irregulares y no tenemos todavía un patrón de juego.”

Le sobra razón. Peñarol destrabó el partido por peso propio. Gimnasia hizo un digno papel, potenciado solo por no tener nada que perder pero jugando sin Cris Jackson, con Prego de cuatro, con Ingratta y Alessio como único relevo de pivote (Brezzo sigue lesionado). Eslava esperando por entrar en Buenos Aires y el pibe Oviedo, el nuevo base del equipo, que tiene que aprender a todo marcha la dinámica del equipo. Muchas contras para aspirar a un triunfo en Mar del Plata contra uno de los candidatos.

El primer tiempo cerró con siete de diferencia de Peñarol, acaso sin merecerlo, porque Tato Rodríguez (que no jugó bien) tomó un triple, sin rebote ofensivo, con muchos segundos en la posesión, bien de su estilo, y la pelota entró. Este hecho sustancial hizo la diferencia. Gimnasia erró bandejas, dobles fáciles de rebotes ofensivos y triples (4/13). Aún así llevó el partido bastante parejo.

En el segundo tiempo con el renacer ofensivo de Byron Wilson (24 pts en 15 minutos) y la marca de Eric Rodríguez sobre Zach Ingles (el único que podía dañar la defensa milrayita) se terminó el juego. Por Peñarol se pueden destacar algunas tareas individuales, como la de Marcos Mata (9 rebotes) o Alejandro Diez (10 rebotes y buena defensa sobre Prego). El resto muy poco. La victoria y nada más.

El conjunto patagónico esta en el medio de un proceso de recambio. Debe adaptar a su nuevo base Oviedo, contratar un nuevo pivote extranjero, incorporar a los sistemas a Ariel Eslava y recuperar a Diego Brezzo. Mientras tanto viene surfeando un tsunami de problemas a toda marcha y consiguiendo derrotas lógicas. Demasiado.

La noche en el polideportivo ya se había terminado, no quedaba nadie y los micrófonos lo esperaban a él: Byron Wilson se acercó a Pick and Roll con su sonrisa permanente y respondió:

- ¿Te molestaron los rumores Byron?
- ¿Qué rumores?

- los que hablaban de tu ida del club
- noooo, ya estoy acostumbrado a estas cosas. No pasa nada.

Violín en bolsa. Acá no ha pasado nada. O si. Volvió Byron Wilson.

Síntesis
Peñarol (84): Sebastián Rodríguez 10, Eric Rodríguez 11, Marcos Mata 3, Jasper Johnson 6 y Román González 11 (FI). Lucas Picarelli 4, Byron Wilson 24, Jervaughn Scales 3, Alejandro Diez 10, Nicolás. Lauría 1, Bruno Pacchioni 1. DT: Sergio Hernández.

Gimnasia (CR) (62): Sebastián Festa 4, Zach Ingles 20, Diego Prego 14, Matías Fioretti 3 y José Ignacio Alessio 6 (DT). Facundo Venturini 7, Diego Oviedo 0, Bruno Ingratta 2, Federico Mansilla 6, Sebastián Morales 0. DT: Fernando Duró.

Parciales: 24-17, 41-34 y 62-51.
Árbitros: Osvaldo Bautista y Fabricio Vito.
Estadio: Polideportivo Panamericano (1000 espectadores – dato oficial).

Pablo Tosal
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El Rojo mostró autoridad y respiró

Independiente, que tuvo pasajes de buen juego, le ganó 73 a 62 a Quilmes y así consiguió su segundo triunfo en la Liga.

Era lo que necesitaba Independiente para convencerse de que se puede, de que no hay imposibles. Y ayer, con momentos de gran básquet, derrotó 73 a 62 a Quilmes de Mar del Plata por la séptima fecha de la Liga Nacional de básquet, en la que mañana volverá a presentarse de local, nada más y nada menos que ante Boca. El norteamericano Byron Jhonson, con 22 anotaciones, volvió a ser el goleador del elenco rojo.

El primer cuarto fue bastante chato. Arrancó mejor Quilmes con dos triples de Maciel, mientras que Independiente basó su juego en lo que podían hacer debajo de las tablas Byron Jhonson y Chiappero. Pero los marplatenses ajustaron la defensa sobre el único americano del Rojo neuquino y con un buen pasaje de Dentis y Salles en la conducción, Quilmes metió un parcial de 10 a 0 y a falta de un minuto 50 segundos, sacó la máxima de ocho puntos (18 a 10), para llevarse definitivamente el primer cuarto por 22-15.

En el segundo, dentro de un panorama muy errático por parte de ambos equipos, fue el local el que logró despegarse un poco en el marcador, estableciendo un parcial de 6-0 y se puso a tiro.

Sin embargo respondió Quilmes con una buena producción de Aguirre (9 puntos en el cuarto) y logró llevar el partido con ventaja de ocho unidades para la visita.

Pero los ingresos de Esteban López y Martín Melo despertaron al Rojo y en la última pelota del primer tiempo, con una volcada de Jhonson, los dirigidos por Mauricio Santángelo, pudieron pasar al frente.

En el tercer cuarto ambos equipos erraron mucho. Pero Independiente logró mantenerse al frente de las acciones gracias a las penetraciones de Esteban López y las conversiones de Jhonson. Quilmes dependió mucho de Aguirre, pero finalmente fue el Rojo que, a fuerza de defensa, cerró mejor y se llevó la etapa por 55 a 54.

En el cuarto, Independiente salió de entrada muy decidido a ganar el partido. Un triple de De la Fuente y dos penetraciones de López llevaron la ventaja a ocho puntos. Quilmes apostó a los tiros externos, pero no tuvo suerte. Independiente defendió con garra, fue criterioso en ataque y pudo cerrar el partido sin sobresaltos.

Síntesis
Independiente (73): Leandro Lauro 7, Juan Pablo Sánchez 6, Esteban De La Fuente 8, Byron Johnson 22, Claudio Chiappero 11 (FI); Nicolás Romano 2, Leonardo La Bella 2, Martín Melo 4 y Esteban López 11. DT: Mauricio Santángelo.

Quilmes (62): Hernando Salles 8, Eduardo Villares 5, Maximiliano Maciel 14, Antonio Reynolds 8, Ezequiel Dentis 8 (FI); Nicolás Aguirre 16, Diego Romero 1, Selem Safar 2 y Sebastián Porta 0. DT: Oscar Sánchez.
Parciales: 15-22, 41-40, 54-55
Árbitros: Fernando Sampietro y Sergio Tarifeño.
Estadio: Ruca Che.
Fuente: Diario la Mañana de Neuquén