Quilmes y los ansiolíticos

Hay problemas atribuibles a la suerte (si, yo creo en ella), otros a la mala gestión dirigencial, otros a las individualidades, al técnico, a la falta de recursos, a la falta de proyecto. Si uno quiere hacer foco en un problema, “sobran los motivos”, diría el amigo joaquinito.

Por eso es menester meterse en la vida de Quilmes para ir desmenuzando este problema que ahora tiene dos nombres propios como estrellas de marquesina que brillan en la noche marplatense: Eduardo Villares y Antwon Hall.

“No pueden jugar juntos”, dijo Oscar Sánchez, post clásico. “Hall le quita protagonismo a Villares y éste juega cada vez peor” (Huevo Dixit). Las frases se suceden hasta armar un gran rompecabezas.

Oscar Sánchez, luego de sus sonadas declaraciones detrás de la derrota con Peñarol donde pidió el cambio de Hall y los directivos no se lo concedieron, descansa con su familia en la tranquila villa balnearia de Cariló.

Desde allí acepta la nota que a modo de interpelación le propone Pick and Roll. El Huevo no se esconde y se arma lo siguiente:

¿En verdad los problemas de Villares es la presencia de Hall?

No, claro no. Villares no está en su nivel por otros motivos, pero no entiendo porque no hace las cosas más fáciles y se dedica a hacer las más difíciles. Le pido que pase la bola interior y se abra para el tiro de tres puntos, en cambio agacha la cabeza y va a chocar con la defensa forzando todo. Necesito recuperarlo porque él es mi jugador franquicia.

¿Cuál es el problema de la presencia de Hall?

Antwon es un alero chico, que tiene mucho tiempo la pelota en sus manos, cuando termina despegándose de la pelota si no es una conversión nos arma un lío bárbaro en la defensa. Después de tres ataques que no se la pasa a Villares, Eduardo la tira hasta del banco de suplentes. Yo tengo que armonizar el grupo, no quiero que un problema me genere otro.

Hall es el goleador del equipo y cada vez que esta en cancha y el equipo juega para él produce, Villares lo ha hecho con intermitencias, pero aún así se podría decir que tampoco juegan para Villares.

Esta claro que tenemos un evidente problema ofensivo. No puede ser que ataquemos para 65 puntos de visitante. No le vamos a ganar a nadie así, necesito atacar mínimo para 80, no se puede hacer todo con defensa. El problema de juego es mío, y también hay jugadores que bajaron su nivel, como Dentis, Reynolds y Aguirre por diferentes motivos. Me tengo una fe bárbara, solo tengo que trabajar con ellos y se pondrán bien. Hoy tengo jugadores que están muy bien como Maxi (Maciel), el zurdo (Safar) y Diego (Romero), tengo que potenciar al resto. Con Antwon Hall me estoy quedando muy corto para la lucha del rebote, somos muy vulnerables en las tablas. Si Peñarol hubiese atacado brillante, perdíamos por 35 el clásico. Nos tomaron 20 rebotes ofensivos perdimos 15 pelotas. En un partido normal con esos ítems nos sacan 30. Si en el primer tiempo con nada nos pusimos en juego. Era un asco el partido, jugamos horrible y estábamos parejos igual.



Después de ver la tapa que le puso Hall a Robert Battle cuando la iba a volcar me convencí que Hall no es de mentira, es de verdad, tiene un tremendo juego aéreo ¿Por qué entonces no te ayuda un jugador así en los rebotes?

Porque siempre va a la tapa. Ya se lo he dicho, no sabe defender con las piernas. Podría tomar 12 rebotes por partido, pero es así. Ahora los equipos de la zona norte nos ponen otros inconvenientes, como los aleros altos. Y necesito prepararme para defenderlos.

Pero vos ese jugador ya lo tenés. Se llama Maximiliano Maciel. Cada vez está más claro que Hall y Villares deben disputarse el puesto de escolta y eventualmente Hall puede ir de tres.

Yo no tengo dudas que a mi no me va a temblar la mano en sentar al jugador que sea, y tampoco es verdad lo que dice el diario que lo mandaré a Hall al banco de suplentes. Cada uno deberá ganarse sus minutos. Para mí Villares es clave y necesito que este bien, y Hall mismo me reconoció que estamos falto de físico para la lucha de los rebotes. Les pedí a los dirigentes una hora más para entrenar, me van a decir que estoy loco, porque quiero trabajar más, pero tengo re claro que necesitamos laburar. Si los jugadores se hacen los pavos saliendo les pongo los entrenamientos a las 8.00. Esto es mucho sacrificio y lo tenemos que hacer todos.



La charla deja el formato de entrevista y entra en un terreno de análisis de dos. Oscar Sánchez es un apasionado del básquetbol hasta cuando descansa, pero deja en evidencia una alta dosis de preocupación. En la charla mencionó la palabra “dolido” en tres oportunidades. Y las conclusiones se van sacando lentamente: ¿A quién le está corriendo Quilmes?.

El equipo de la temporada pasada poseía mayor caudal técnico que este plantel. Estuvo todo el año entre los tres primeros, mereció llegar a cuartos de final con ventaja deportiva pero por las cosas de la vida, lo dejaron quinto y afuera de las semifinales. El mismo plantel ahora potenciado por Tintorelli, López y Cavaco se llevó la copa Argentina, final de Super 8 y esta segundo en la tabla.

Este Quilmes 07/08 es de fácil diagnóstico. Son un grupo de obreros, tiene mayor caudal de lucha que los jugadores de la temporada anterior y menor riqueza técnica, pero suplen carencias en equipo. Garra, corazón y pelotas a los extranjeros. Esa es la receta. Ahora la tabla dice que están a un punto del cuarto (Central Entrerriano). En esta liga ganas dos seguidos, subís al tercer lugar, perdés dos, bajas al décimo.

Entonces, ¿Qué es lo que está mal en Quilmes? La ansiedad. Lo que mata es la ansiedad. Quilmes tiene más urgencias que otros equipos al tener a Peñarol en la misma ciudad. Por un lado el clásico alimenta, por el otro condiciona. No ha logrado sacarse todavía este estigma de encima.

Luego de chapucear en desvariados e ilógicos proyectos, este año Quilmes sumó un Gerente de Marketing y un Gerente Deportivo, nada menos que un hombre de gran conocimiento en el ambiente de la Liga Nacional como Diego Maggi. Si los dirigentes tienen un acto de grandeza pueden hacer algo importante: dejar que el quíntuple campeón de Liga opine. Y es más, hasta podrían escucharlo. Los momentos de una temporada esta llena de rispidez. Maggi sabe de vestuario, de campeones, de frustraciones, de como acertaron y como se equivocaron en temporadas que lo tuvieron a él como protagonista.

Es verdad que el Huevo Sánchez no tiene alto consenso entre los dirigentes, la relación desgastada por años termina llevando todo a un callejón oscuro. Este será el momento de no tomar decisiones apresuradas. Por ninguno de los lados. Allí será clave el papel del nuevo Manager deportivo.

Mis conclusiones personales sobre el problema de Quilmes no son alejadas de lo que se charló con Oscar Sánchez, salvo por el tema de los aleros altos de la zona Norte. Michael Robinson, Cleotis Brown, Diego Cavaco, pueden ser contenidos por Maciel y las situaciones de enfrentamiento con estos equipos son esporádicas.

Quilmes recurre muy poco a defensa zonales donde hallaría mayor protección del rebote y Hall le da a Quilmes más que Villares, pero Eduardo es el jugador franquicia. La recuperación de Villares con Hall en cancha es un deber del técnico, una obligación de los jugadores y una necesidad que tiene Quilmes para seguir avanzando.

Por último, hacía años en Quilmes que la situación dirigencial no estaba tan clara. Daniel Bonano, le dijo a Pick and Roll en septiembre (y lo viene sosteniendo en el tiempo) que esperará los últimos días de la posibilidad de recambio para traer otro extranjero (cierra el 28 de febrero). Allí incluso podrían aumentar significativamente el dinero para el segundo foráneo a expensas que solo serán tres sueldos. Hasta entonces el Huevo deberá unificar el equipo, mejorar lo que tiene y Quilmes deberá seguir luchando.

Pablo Tosal
www.pickandroll.com.ar