Una preocupación

No comenzó bien para Peñarol los cuartos de final de la Liga de las Américas. Se trae de Uruguay una derrota que no le deja nada positivo. Acaso ratifica la condición de equipo goleador, con un personal dotado técnicamente para sumar en ofensiva, pero le hicieron 55 puntos en un tiempo, 98 en total, muy pocas veces jugó a lo que quiso, siempre jugó a lo que pudo y careció de respuestas tácticas.

Este panorama se forjó en 40 minutos de un partido entretenido (sobre todo para el imparcial).

Para que Defensor Sporting juegue 20 minutos del primer tiempo como jugó hubo de pasar dos cosas: en principio la defensa de Peñarol fue un flan, segundo el local jugó desinhibido y esto fue clave. Defensor Sporting jugó como si nada malo pudiera ocurrirle, como si todo fuera un regalo y la victoria un premio, no un objetivo.

Por eso, (Y por tener tres extranjeros en cancha) abandonó el rito del basquet lento y práctico una ofensiva a un tiro entre los 8 y 10 segundos de posesión, a la carrera, fuera de toda lógica y de todo esquema. Jugaba perimetral alejando el partido de las manos de Román Gonzáles, inteligente dejó el juego fuera de su alcance y logró que sea perímetro contra perímetro.

En defensa triplicó la marca del pivote de Peñarol, cerró filas sobre su juego interior y concedió el tiro de lejos. La defensa se hace fuerte por un lado y necesariamente algo tiene que ceder.

En este caso Peñarol, abiertamente, aceptó la invitación. No quiso o no pudo jugar con su pivote que fue una sombra todo el primer tiempo y dejó en manos de Wadley (15) y Tato Rodríguez (15) el peso ofensivo. También se prendió Osborne (10) que atacaba de lejos el cesto.

Lo de Defensor Sporting fue sencillo pero muy eficaz. Lanzó 8/12 en triples, gozando de porcentajes irreales pero con tiros limpios, no forzados. Aprovechó la mano caliente de David Jackson que encestó 6/7 en triples (18 pts) ante la débil defensa de Tato Rodríguez.

De todos modos, el conjunto local, estaba hecho un violín en ataque. El banco aportó 15 puntos (Páez 7, Álvarez 2, Zabala 6) contra nada de los relevos marplatenses.

En la segunda mitad comenzó a asomar el partido que uno estaba preparado para ver: más rústico, más defensivo. Peñarol logró pasarle la bola a su pivote, lastimar con el juego interior y defender más dignamente la media cancha rival. Le bajó el goleo (23 y 20 pts) al tiempo que siguió bien en ofensiva, con mucho gol y porcentajes.

Es que meter 95 puntos fuera de su cancha no es poca cosa, lo difícil de digerir son 98 en contra. En el tercer cuarto, tuvo 5/6 en triples, pero todos fueron tiros bien tomados, sin marca, con rebote. Tuvo efectividad pero tuvo criterio para elegir el tiro. Jason Osborne se cargó la responsabilidad de ser el líder del equipo, sobre todo cuando Tato Rodríguez pasó de escolta al lado de Piccareli.

El técnico de Sporting, Gerardo Jauri, tomó la decisión de jugar casi siempre con un alero en posición del 4: o Michael Manciel, o Castrillón o Federico Álvarez. Utilizó a cuatro perimetrales y un pivote. Luego si los formó en dupla a Páez y Mielke.

Párrafo aparte para el pivote blanco. Se decía que fue cortado. Pick and Roll anticipó ayer que no había sido cortado y que posiblemente había sido reservado por el club para jugar, pero no tan pronto. Lo tenían guardado como elemento sorpresa.

Peñarol que logró dominar el tanteador en el tercer cuarto (65-70) se fue con un parcial en contra 7-0 que lo dejó 78-74 para el último tramo.

En la guerra de nervios de los 10 minutos finales, Defensor Sporting vio que la victoria era mucho más que posible, se le fue el juego lírico de los primeros 20 minutos y también comenzó a pesarle el partido. Asumió el liderazgo David Jackson, que volvió al ruedo con 9 puntos vitales.

Del otro lado Quincy Wadley metió 12 puntos en el último cuarto, siendo casi una vía exclusiva de gol. Las pelotas que le llegaron a Román González las transformó en gol (6 pts), pero Nathan Mielke (2.10 mts) y las ayudas sobre él hicieron un trabajo más que positivo.

Con errores compartidos, y un partido parejo todo se cerró en las dos últimas bolas. David Jackson convirtió los cuatro libres de su equipo, en cambio Peñarol forzó un tiro de Locatelli y dejó el triple del final en manos de Román González (cuando lo tenia solo al lado a Locatelli) para cerrar el partido. Los errores se pagan caro en los cuartos de final de la Liga de las Américas.

Se caerá en la mala idea que Peñarol depende de Mata (lo extrañó si, depende no). La defensa de Peñarol no puede depender de la ausencia de un juvenil.

Lo que si puede importarle a Peñarol es que en Mar del Plata defendió para 69 puntos. De visitante no defiende para ganar y aunque ahora tenga dos partidos de local y pueda ganarlo accediendo al cuadrangular final, quizás el fixture lo lleve a buscar el título de visitante. ¿Lección aprendida, o cachetazo decisivo?. La historia dirá.

Síntesis
Defensor Sporting (98): Diego González 8 (x) David Jackson 29, Diego Castrillón 11, Michael Manciel 10 y Nathan Mielke 14 (FI), Federico Álvarez 6, Gastón Páez 14, Juan Zabala 6, Antunes Carlos 0 y Andrés San Miguel 0. DT Gerardo Jauri.

Peñarol (95): Sebastián Rodríguez 20, Quincy Wadley 33, Juan Manuel Locatelli 6, Jason Osborne 18 (x) y Román González 16 (FI) Lucas Picarelli 0, Alejandro Diez 2 y Jervaughn Scales 0. DT Sergio Hernández.

Parciales: 25-23, 55-47, 78-74
Arbitros: Sergio Pacheco (Brasil), Cristiano Maranho (Brasil) y Daniel Delgado (Venezuela).
Estadio: El Cilindro - Montenvideo

Foto: Gentileza Diario Olé.

Pablo Tosal
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